-Mama estoy por abrir el correo. – Dije poniendo el altavoz de la llamada.
-Muy bien hija, hazlo te oímos. – Contesto mi madre.
Di clic en el primer correo y en cuanto vi las palabras “Usted esta contratada para el puesto de abogada” no pude evitar dar pequeños saltos en mi asiento.
- ¡Me dieron el empleo mama!
Me sentía tan feliz porque ahora tengo el empleo por el que tanto luché y daré lo mejor de mi. Pero esta felicidad que tenía pronto se desvaneció. Solo llevo una semana en mi departamento y aquella frase que dije antes ya no puedo utilizarla. “Sin que nadie nos moleste”. Ya que escuche como forzaban la entrada al departamento, me alarmé y comencé a sudar.
-¿Mama te llamo luego sí? Sparky tiene hambre. - Mentí.
No sé si es un ladrón, o una persona borracha que se equivocó de departamento. Pero me gustaría mucho que fuera la segunda. Tome un poco de aire antes de abrir y ver de quien se trataba. Un total desconocido se encontraba de otro lado de la puerta, a decir verdad, es bastante guapo. Pero ese no es el punto en este momento, tengo que saber porque esta persona quiere entrar en mi departamento.
- ¿Quién eres tú y que estás haciendo? – Pregunte demasiado confundida.
-Aquí vivo, debería ser yo quien pregunte eso. - Respondió el desconocido.
Tiene un acento distinto, se cuál es, pero ahora no lo puedo recordar. Intentó entrar al departamento, pero lo detuve, no sé quién es y por la misma razón no debería dejarlo entrar.
- ¿Qué te sucede?... No puedes entrar así, es mi departamento. Tal vez te equivocaste de numero o piso. – Comencé a molestarme.
-Oh no, estoy muy seguro que es este, mira. – Sacó unas llaves y unos papeles.
Los tome y estos eran idénticos a los míos, tome mis llaves para compararlas y eran idénticas. Busque los papeles del departamento y si, eran exactamente los mismos, pero la fecha en el que él lo compro es un día después de que yo lo compre. No entiendo que está pasando, todo es muy confuso. ¿Puede ser un fraude?
-Entonces, ¿Me dejaras pasar a mi departamento? – Dijo arqueando una ceja.
-Este también es mi departamento, mira mi papel. – Dije entregándole este.
El examino cada papel y luego me devolvió una mirada de confusión. Ambos teníamos esa misma expresión en la cara. Tengo que arreglar esto y pronto, no quiero vivir con un hombre. No sé cómo es, ni de donde viene y mucho menos que hace aquí.
-Pues parecen idénticos. – Dijo cambiando la expresión de su cara.
- ¿Parecen? Son idénticos. ¿Es que no lo ves? Es la misma empresa, lo único que es distinto es la persona quien nos mostró el departamento. – Dije algo alterada.
Esto no me puede estar pasando a mí, como una persona puede ser tan estúpida como para vender el mismo departamento a dos personas diferentes.
Ya llegamos a los interesante chic@s...
¿Que piensan que pasará?👀