Illicit game

09 ?

Erika Blake

Me doy cuenta que hoy no tendré ni un minuto de paz en cuanto entro a casa. Los gritos provenientes de la cocina, que sé que pertenecen a mis padres, me lo dejan en claro.

Eric pasa por mi lado y sube las escaleras, con eso deja en claro que no le interesa en lo más mínimo lo que está ocurriendo.

Antes pensaba que se encerraba para evadir la realidad, que cuándo se encerraba en su mundo mis padres no estaban peleando y éramos la familia que se sueña tener, después me dí cuenta que en realidad no le importaban las peleas, se encerraba para no escuchar y ya.

Él siempre ha sido más fuerte que yo.

En muchos aspectos.

—¡Te pedí que hicieras algo! ¡Ni un simple favor me puedes hacer!

—¡No soy tu esclavo para estarlo haciendo!

Decido ignorar su pelea, seguramente es una que empezó por un motivo tan tonto que nadie podría creer que se pelean de esa manera solo por eso. Pero así son ellos, pelean por la más mínima cosa y nunca se disculpan por nada.

Llevan así desde que tengo memoria.

—Erika, —me sobresalto en cuanto escucho a mi madre llamándome.

Me doy la vuelta solo para encontrarla con el ceño fruncido y sus manos en sus caderas.

—¿Por qué apenas?

—¿A esta hora llego siempre? —Mi afirmación suena más a una pregunta.

Ella rueda los ojos y se da la vuelta. Seguramente enojada porque no pudo empezar una pelea, siempre buscando lo mínimo para desahogar su enojo en otra persona.

No espero a que encuentre otra cosa por la cual reclamar, me voy de ahí esperando que no me llamen si no es estrictamente necesario.

Justo cuando estoy pasando por la habitación de mi hermano para llegar a la mía escucho que me llama, ¿y es que hoy todos quieren pelear o algo así?

—¿Qué? —Me recargo en el marco de la puerta mientras lo veo jugar un videojuego de fútbol americano. No le es suficiente practicarlo en la vida real, supongo.

—Invite a salir a una chica, espero no me la vayas a robar como es tu costumbre.

—¿De qué hablas?

—Ya sabes, te la vives robando a mis conquistas.

Me enoja que hablé así de las personas, como si solo fueran algo para satisfacer su orgullo de hombre al ver que han caído ante él.

—Yo no te robo nada, ellas se dan cuenta que hay cosas muchísimo mejores, —no es que yo les haga darse cuenta, solas lo hacen, pero a mi hermano le encanta pensar que yo soy la culpable de que las chicas no quieran estar con él. Yo ni siquiera me acerco a ellas.

Él pausa el videojuego y me voltea a ver, regalándome una sonrisa que se me antoja falsa.

—¿Y tú eres algo mejor? No me hagas reír.

»Usualmente no importa lo que hagas, Erika, pero no te quiero cerca de Alicia.

Salgo de ahí, enojada. No sé cómo se atreve a decirme que me mantenga alejada de Alicia cuando él se acercó a ella justamente porque se enteró, de algún modo, que ella me gusta.

Que Alicia haya aceptado salir con él me enoja aún más, no estoy enojada con ella, estoy enojada con la situación. ¿Por qué una chica tan linda aceptaría la invitación de un patán?

Entro a mi cuarto y azoto la puerta, a sabiendas de que mi madre me regañara más tarde.

Empiezo a dar vueltas en mi cuarto, así como le empiezo a dar vueltas a la situación en mi cabeza. No puede ser que justo hoy pase esto. Hoy que tengo una competencia.

Adrián no estará nada contento de que vaya distraída, a menos de que varias personas quieran participar hoy y me dejen fuera.

No me gusta quedar fuera, pero hoy preferiría quedarme fuera que hacer el ridículo.

Tomo asiento en mi cama, enciendo mi teléfono y voy a instagram, sabiendo perfectamente que es lo que quiero hacer.

Revisar el perfil de Alicia, otra vez.

De lo primero que me percato es que sus seguidores han vuelto a la normalidad, seguramente los habrá quitado a todos. Me alegra eso, me molestó que todas las personas fueran tan chismosas como para seguirla.

Sin darme cuenta, mis dedos se movieron solos y ahora estoy viendo la pantalla fijamente a punto de mandarle un mensaje, pero, ¿qué le digo?

La última vez que nos vimos, ella no estaba contenta conmigo, y lo entiendo. Pero, si me empezó a seguir significa que ya no lo está más, ¿no?

bladeee_aw

Holaaa, ¿hoy vas a la competencia?

Es lo más tonto que he podido preguntar, soy una completa tonta. Alicia no querrá hablarme por lo ridícula que he sido. Mi celular emite un sonido y sin pensarlo me dirijo al motivo de la notificación.

wilde_ali

¡Hola! Sí, supongo que sí. ¿Compites hoy?

bladeee_aw

Espero que sí, depende como esté la situación. 😺

wilde_ali

Entonces espero que sí lo hagas, te estaré viendo.

bladeee_aw

Nos vemos ahí.

Trato de que mi corazón no se acelere por sus últimas palabras, pero fallo estrepitosamente, ella me estará viendo, a mí, sin que nadie le diga que lo haga, es algo que evidentemente le está naciendo hacer.

¿Cómo he vivido tanto tiempo sin la mirada de Alicia Wilde sobre mí?

🏁

—Hoy no compites, Blade, —es lo primero que Adrián me dice en cuanto me ve.

Ni un buenas tardes ni un ¿cómo estás?, nada.

—¿De nuevo?

—Hay varias personas, lo siento, —no estoy segura de qué tan honesto me dice que lo lamenta, al menos podría hacerlo mientras me mira a los ojos.

Ni siquiera estoy molesta, no sé cómo sentirme al respecto. No es como si alguna vez me hubiera importado que me dejaran fuera, pero hoy me importaba, quería hacer algo especial para que Alicia lo viera.

Al parecer a todo el mundo le gusta reírse de mis planes en mi cara.

Entro a la casa en dónde se lleva a cabo la competencia y ahí dentro me dispongo a ponerme mi gorro y mi máscara, no me gusta hacerlo afuera, por sí alguien de casualidad me ve.




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