Danielle Ivanov
Estaba sentado viendo unos informes, cuando mi celular comenzó a sonar.
-Despierto amigo. Hablo Luis
-Investigaste lo que te pedí.
-Si Danielle, pero no hay mucho en su informe
-¿Qué encontraste? Pregunte
-Hana Sheaball, 25 años. Y es una responsable reportera, adicta al trabajo.
-Entonces está limpia. Respondí
-Sí, pero si quieres algo malo en ella es que se enfoca mucho en su trabajo.
-Está bien gracias, amigo.
-No te preocupes amigo. Después de eso colgué y serré la computadora ya que necesitaba descansar.
Necesitaba investigar a Hanna, desde que la vi, me dio curiosidad de saber de su vida. Es como si la hubiese visto en otro lado y no se en dónde.
Katheryne Blanc
Después de estar en la conferencia de prensa, llegue al hotel cansada. Me acosté en la cama y saque la lacto para mandar toda la información a Hanna, para que ella haga su parte. Después de mandar todo el archivo me quede dormida. Ya que no había descansado después del vuelo.
Danielle Ivanov
Me levante temprano para ir a recoger a la señorita Sheaball, era un encargo del embajador.
*****
Maneje hasta su hotel, entre y fui directo a la recepción.
-Buenos días necesito comunicarme con la señorita Hanna Sheaball, sé que esta hospedada aquí. Conteste
La señorita me miro y comenzó a hablar.
-Espere, un momento de parte de quien.
-Del señor Danielle Ivanov. Conteste
Ahí fue cuando la señorita agarro el teléfono y la llamo.
Katheryne Blanc
A l mañana siguiente, estaba echada hasta que el teléfono del hotel comenzó a sonar, me apresure a contestar.
-Halo. Conteste.
-Señorita Sheaball, le hablo desde la recepción.
-Dígame que paso.
-La están buscando. Respondió.
-Me puede dar el nombre de la persona que me está buscando.
-Claro, es el señor Danielle Ivanov.
- Danielle Ivanov... le puede decir que me espere un momento que ya bajo, por favor. Conteste.
-Si señorita, yo le digo.
-Muchas gracias.
Después de colgar, salí de la habitación hasta la recepción.
Danielle Ivanov
Estaba parado escuchando como la recepcionista hablaba inglés con la señorita Sheaball.
****
Después de colgar me miro y comenzó a hablar.
-La señorita Sheaball, me pidió que le dijera que la espere.
-Gracias señora. Conteste
Después de unos minutos la vi salir del ascensor.
Katheryne Blanc
Cuando salí del ascensor, lo vi parado. Me acerque a él y nos quedamos mirando.
-¿Me dijeron que me está buscando? Pregunte
-Si señorita Sheaball, el señor Leduc, me pidió que le viniera a recoger.
-Señor Ivanov ¿verdad? Pregunte un poco confusa.
-Si señorita Sheaball. Respondió mirándome.
-Me espera un momento, iré por mis cosas.
-Claro señorita, aquí la espero. Contesto
Me fui al ascensor para ir a mi habitación y recoger mis cosas.
Después de unos minutos me fui al lugar de donde se encontraba el señor Ivanov.
-Nos vamos señor Ivanov. Hable y el me quedo mirando.
Claro señorita Sheaball.
Salimos del hotel hasta el estacionamiento.
Entramos a su auto y nos dirigimos hasta si casa del señor Leduc.
****
Bueno señor Leduc, esta es la entrevista y cuenta de Hanna. Hable dándole una sonrisa. -Gracias por aceptar la entrevista.
-Muchas gracias a ti señorita Sheaball.
-Bueno comencemos entonces, como muchos sabemos usted comenzó desde abajo. Lo que queremos saber es como fue evolucionando y ser el mejor embajador.
-Muchas gracias por las palabras.
-Muchos lo dicen. Respondí
-Bueno primero que nada, dar a gracias a dios y a la gente que nos sigue. Y bueno es verdad yo comencé des abajo es por eso que les pido a las personas que luchen por sus sueños.
***
Una hora más tarde ya habíamos terminado con la entrevista, recogí mis cosas y el señor Leduc, comenzó a acercarse a mí. –Gracias, por venir. Hablo dándome una sonrisa.
-Gracias a usted por cederme esta entrevista vale mucho para mi señor. Respondí.
-Ya te dije nada de formalidades, acepte cenar conmigo hoy, para recordar los viejos tiempos Hanna, que dices. Hablo con una sonrisa pícara.
-Está bien, ¿A qué hora? Pregunte
-No te preocupes paso por ti a las ocho. Respondió
-Está bien y gracias por todo, nos vemos esta noche.
Con una sonrisa agarre mis cosas y salí de inmediato de su oficina, no aguantaba ni un minuto más estar a su lado, además por la forma que me miraba como si yo fuera un objeto para él.