Imparables

Capítulo 16

Katheryne Blanc

Después de horas ya estaba en frente del señor Paul, no me gustaba como me miraba como si yo fuera algo que se usa  y después lo desecha.

-Que hermosa te ves.       Hablo mirándome con una sonrisa repulsiva.

-Gracias.      Hable mirándolo.

-Nos vamos.

Con una sonrisa hable.    -Claro vámonos.

Salimos del hotel y vi su carro, cuando nos acercamos salió su chofer y nos abrió la puerta.

Entre primera y luego el señor Leduc,  me miro y comenzó a hablar.     -¿A dónde quieres ir a comer?

-Sorpréndeme.      Dije con una sonrisa. 

Los dos sonreímos  y el hablo a su chofer.      –Llévanos  al lugar.

-Claro señor.       Respondió  el chofer.

 

Después de un tiempo llegamos a un lujoso restaurant  de comida francesa.

El salió primero y me extendió  la mano y yo acepte.

Para después  entrar al restaurant.

 

Ahí fue cuando aprecio el dueño y saludo al Señor Leduc, para después  comenzar a hablar.   -Tiempo sin verte.

-Sabes que ahora soy un hombre muy ocupado.      Respondió con una sonrisa.

-Veo que tienes compañía.     Hablo mirándome.

-Claro de una maravillosa mujer, ella es Hanna Sheaball.

-Mucho gusto Hanna, yo soy Marcos el dueño del lugar.    Hablo extendiéndome  la mano.

-Mucho gusto señor Marcos.      Respondí, devolviéndole el saludo.

-Lo que dice Paul, es verdad en realidad eres muy hermosa.

-Gracias señor.     Respondí.

-¿A que te dedicas?       Pregunto Marcos.

-Soy reportera de estados unidos.

-Enserio pensé  que eras modelo.      Hablo con una sonrisa.

-No señor solo soy una reportera.      Respondí con una sonrisa fingida.

-Pero no una reportera cualquiera si no una de las mejores de estados unidos.      Hablo Leduc, con una sonrisa.

-Bueno ahora los dejo solos yo ahora tengo una reunión, fue un gusto verte Leduc, y a ti conocerte Hanna.

-Gracias señor.

Ahí  fue cuando llamo al encardo del restaurant.    -Llévalos a una de las mesas de arriba.   Hablo mirándome.

-Claro señor.     Respondió  el encargado.

-Bueno yo ahora me retiro.     Hablo retirándose del lugar.

-Adiós  señor Marcos.     Respondí.

-Síganme.     Hablo el encargado.

Después  de unos minutos llegamos a una mesa.

El señor Leduc, me extendió la silla para sentarme y  luego él se sentó  para darme una sonrisa.      -Te gusta.      Comenzó a hablar.

-¿Cómo?     Pregunte.  

-Te gusta el lugar.       Respondió.

-Claro que sí, muchas gracias.      Respondí con una sonrisa.

-Sabes…..  te mereces lo mejor Hanna.

Ahí fue cuando el mesero apareció.    -Lo de siempre señor.      Hablo.

-Claro la especialidad del restaurant y también tráeme el vino de siempre.

-Claro señor.      Respondió  para  luego retirarse.

-Te gustara lo que pedí.       Respondió con arrogancia. 

-Todo de usted me gusta.     Hable con una sonrisa finjida. 



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En el texto hay: dolor venganza accion armas guerra y amor

Editado: 12.01.2021

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