Impresión: Ajeno A Él.

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El príncipe de los suspiros era realmente encantador, y el alfa más joven de su generación. ¿Cuáles eran las posibilidades?

Hernán solo observaba desde lejos, el hombre solía estar rodeado por personas igual de perfectas que él, mientras que, por otro lado, Hernán solo podía anhelar esa vida, desde una distancia prudencial. El más guapo, atractivo, inteligente, encantador y naturalmente perfecto en todos los aspectos. ¿Eran los genes los que lo habían favorecido tanto?

Incluso un omega desfavorecido como Hernán, sabía que todas esas cualidades eran hereditarias, ¿por qué amaban tanto a ese tipo? En su lugar, deberían amar a quienes le dieron esa oportunidad, sus padres, por ejemplo. No entendía con claridad, ¿cómo alguien podría ser tan favorecido por la naturaleza?

El segundo género en las personas era solo una excusa para disminuir y clasificar a las personas con más privilegios fisiológicos y sociales en un solo grupo, volviéndose inalcanzables. ¿Hombres embarazados? ¿Celo? ¿Feromonas? ¿Sangre de rango? Todo eso era parte de lo que la naturaleza había dispuesto a los nuevos seres humanos. Quienes no tardaron en determinar quienes pertenecían a la clase superior.

Hernán tenía todo planeado, haría lo que fuera para nunca involucrarse en ese estúpido juego de clase. No iba a permitir que ningún alfa se le acercase, no iba a ser un omega convencional, no. No iba a terminar como su padre, ni como el padre de su padre, todos omegas comunes, siguiendo el instinto de procrear. Él tenía un futuro brillante.

En la universidad iba a ser realmente destacado, incluso más que ese estúpido alfa de clase alta.

“¿Universidad?”, su padre mencionó, “¿Para qué?” Ante esas palabras relajadas, Hernán, recordó lo poco que su padre estaba interesado en la educación, y se arrepintió de siquiera haberlo mencionado. Según el señor Foras, quien había tomado el apellido de su esposo; era un omega consciente de su realidad e inteligente, esperaba ser tomado por un alfa para nunca más mover un dedo.

Entonces, Hernán, también recordó lo poco que le importaba a su familia.

“Como sea, haz lo que quieras”

Mientras que, el señor Foras, pensó lo poco inteligente que era su hijo. “Tch, volverás, la universidad no es para personas como nosotros”

El señor Foras no pudo haber estado más equivocado, y pese a que esas palabras llegaron como estocadas al pequeño corazón del omega, logró usar eso a su favor, trabajó realmente duro para demostrarle a todos cuanto se equivocaban. Cada vez que estaba a punto de fallar, recordó las palabras de su padre. Tenía que demostrarle que él era especial.

En el tercer año de universidad, Hernán le presentó un proyecto innovador a su profesor, y fue la primera vez que lo valoraron, recibió felicitaciones por su investigación.

—¿No es muy complicado? Tengo al asistente perfecto para ti —dijo el profesor, mientras que Hernán permaneció ansioso.

Gustaba mucho de la atención, pero justo en ese momento, no le importaba compartir su trozo con alguien más, no ahora, su felicidad rebasaba cualquier frontera. Además, nadie podía quitarle su trabajo, incluso si más estudiantes se unieran como asistentes, el nombre de Hernán iba a resaltar entre todos los demás, él era el dueño del proyecto, después de todo.

—Saluda a Selián Vasil —dijo el profesor entrando por la puerta. Un hombre estaba a su lado. Él era realmente encantador.

No había forma de que alguien le robe los créditos de su investigación, o al menos eso creía. Al final del día sí existía una forma, y era todo por aquel indeseado juego de poder. Hernán siempre sería el dueño del proyecto, y él claramente necesitaba asistentes, para eso estaba Selián, sin embargo, algo no cuadraba.

En el día de su presentación, Hernán estaba realmente alentado, era el día en que su preciado proyecto podría tener buenos inversionistas. Y el día en que tenía una oportunidad para destacar.

—¿Un alfa, asistente? ¿Y de un omega? —se expresó alguien, con un tono burlesco, en una de sus primeras filas. Pese a que era descortés, y pudo haber sido fácilmente ignorado, el hombre tenía algo de razón en su boca, y eso le enfureció.

Hernán se detuvo en medio de la presentación, donde, por cierto, había invitado a una parte de su familia.

Sus dos padres estaban sentados justo en frente, el alfa lo miraba directamente, Hernán sintió que al menos él lo apoyaba. Todo lo contrario a su otro padre, el omega estaba sumergido en la pantalla de su celular, ignorando toda la existencia. Y eso último, fue realmente desalentador. Miró nuevamente a su padre, el que lo apoyaba, suspiró, dejando salir todo el miedo que pudo haber sentido e intentó continuar con su presentación.

Sin embargo, el público no parecía convencido por sus palabras, algunos se iban y otros optaban por ignorar la presentación.

Retrocedió unos pasos, dándole la palabra a su asistente, asustado. Todo era nuevo para él.

Y fue el momento exacto donde todo pudo verse tan fácil.

La gente no solo parecía mucho más alentada a escuchar, sino más convencida, por palabras que él mismo había dicho con anterioridad. ¿Qué había cambiado? Vio a su asistente, quien se desenvolvía con naturalidad, incluso si estaba parado a su lado, no parecía ser así. Selián parecía de otro mundo.

Incluso su padre omega, quien antes sostenía la pantalla de su celular como si se tratase de su propia vida, ahora parecía en medio de una hipnosis colectiva, quizás era por la extraña subordinación que sentían los omegas ante la voz de cualquier alfa, porque no había forma de que alguien despreciase tanto a su hijo. ¿Cierto? Y su otro padre no estaba, quizás era el único con quien podía contar o al menos sentía menos indiferencia por esa parte de su familia. Pero, ¿ahora que podría decirle?

Fue la primera vez en que Hernán vio al mundo tal cual era, crudo.

Hernán había fallado en algo tan básico como una exposición, y era su proyecto. ¿Cómo le iría de ahora en adelante? ¿Tal vez fracasó? Esta no era una vida a la que se podría enfrentar un omega, después de todo, se lo habían dicho antes. Pero no quería darle la razón a su padre, mucho menos cuando solo le prestaba atención a una parte de su vida cuando un alfa era el protagonista, y no cuando él lo era.



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En el texto hay: omegaverse, darkromance

Editado: 21.09.2024

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