Indescriptible

CAPÍTULO 17

Aria

Es de mala educación y violar la privacidad escuchar conversaciones ajenas, lo sabía. Eso no impidió que me quedé en completo silencio escuchando cada palabra que salía de ellas.

—Aún no lo superas ¿verdad? —Megan estaba conversando con Nathalie.

—Su manera de besar es muy diferente a todos los chicos que he conocido. No me culpes…

—Si, pero ahora Gregos está con ella, así que vas a olvidarlo.

—No exactamente, él está ahorita con ella. —Su mirada se tornó maliciosa— Nuestro encuentro fue una semana antes de que empezarán a estar juntos. Así que podría cambiar ahora, quién sabe y así con ella igual tengamos nuestros roses.

Mentiría si dijera que me dio igual. Eso de “Lo que no fue en tu año, no te hace daño”, en este instante... no cobró ningún sentido para mí. Ni qué decir de mis emociones. Iban desde la decepción, la ira, la frustración, y al último una tristeza que nunca había experimentado antes.

¡Grandísimo mentiroso! ¡¿Todo fue una mentira?!

—Quizás tengas razón. Sólo no te metas, Aria no se portó mal contigo. Por lo que me contaste te ayudó hace un tiempo ¿no?

Yo creí cada una de sus palabras. Supuestamente en una de las tantas pláticas que teníamos, me dijo que siempre fui yo la chica de sus pensamientos, que el amor que tenía por mí nunca murió. Que, a pesar de estar distanciados, separados, él creía y tenía una convicción inquebrantable con respecto a nosotros.

—Si, pero en el amor y la guerra todo vale. Él me gusta, y lo siento por ella.

Definitivamente era un muy buen actor, fingir sentimientos y emociones por alguien, ¿qué fin tenía?

—Promete que no contarás nada de esto a nadie. Él dijo que no quería que se supiese. —Megan asintió y con eso ambas se marcharon.

Salí de mi escondite, por suerte no era impulsiva ni temperamental, actué con la cabeza fría. Estaba de más discutir o reclamarle algo a ella. Él que tiene que dar algún tipo de explicación es Gregos.

Seguí rumbo a mi casa, mi mamá hoy llegaría temprano y no quería preocuparla.

—Por fin llegas, ya iba a ir a buscarte. —El recibimiento de mi progenitora me cae tan bien, necesito un abrazo.

Quería permanecer así por un buen tiempo, sentirme protegida por ella. En muchas ocasiones ella decía que todo ocurría por algo, y estaba de acuerdo con eso. Solo me preguntaba, si este acontecimiento iba a cambiar el rumbo de mi relación.

—Si, demore un poco por… me llamó un profesor. Nada importante mamá. —Me solté de su agarré, y seguí rumbo a la cocina. Definitivamente necesitaba dulce.

—No te comas todo. —Su mirada inquisitoria se clavó en mí.

—De acuerdo… estaré en mi habitación. Necesito descansar para estar despierta más tarde. —Asintió sin preguntar más.

Reflexionar en mi cama, era lo único que quería en este momento, además de comer dulces. Tal vez...

Estaba confundida, muy confundida.

Sé que no debería estar molesta, sin embargo, lo estaba. No por lo ocurrido entre Gregos y Nathalie. Era más por las afirmaciones que él decía, sus mentiras. Teníamos que arreglar las cosas, pese a eso, en mi mente ya tenía una idea de lo que haría sin importar sus explicaciones.

Iba a terminar la relación, sin duda, nosotros batíamos récord. Esta vez duramos más que la vez pasada, sin embargo, no llegamos ni al mes.

Debo olvidar esto por un rato, ya estoy asimilando que terminaremos y aún no he escuchado su versión.

Necesito tiempo, si eso necesito. Tiempo para pensar y preguntarme si… ¿seré capaz de mirar a Nathalie y olvidar que se besó o quién sabe se acostó con Gregos?

No, definitivamente no podría solo olvidarlo. ¡Dios! Esto de las relaciones amorosas, es un asco.

Ahora es donde recuerdo las miradas que Nathalie le lanzaba a él, él trataba de disimular, pero había ocasiones que reían juntos. Él dijo que me quería, debería confiar en él, y ¿por qué no lo hacía?

La mente es tan traicionera, justo ahora es donde me viene todos los recuerdos de ellos dos juntos. ¡Porque justo ahora!

Salí del trance al escuchar golpecitos en la puerta.

—Pasa mamá. —Al pasar se detuvo observando minuciosamente a mi alrededor.

—Pensé que estarías durmiendo. Deberías descansar, luego te levantas para cambiarte. —Sí, quería dormir un poco.

—Está bien. —Ella no me preguntó nada más, solo salió de mi cuarto apagando las luces.

Dormir quizás ayude a aclarar mi mente, ya mañana me torturaría.

***

El despertador sonó alrededor de las 7 de la noche, justo a tiempo para darme una ducha y cambiarme de ropa. En poco tiempo llegarían mis familiares.

Tenía mensajes de Ingrid, Gregos, Cassia e inclusive de Leonardo. Raro, ¿acaso todos sabían de eso, menos yo? Las llamadas perdidas eran de mi novio.

No, estaba creando ideas antes de tiempo.

Gregos: Amor, estuve llamando, quería verte un rato.

Gregos: Hola amor, qué tal va la reunión familiar.

Gregos: ¿Amor? ¿todo bien?

Ese era el último mensaje que envió.

Ingrid: Ariaa, te estuve escribiendo. Te parece si salimos el sábado, estoy coordinando con todos.

Ingrid: Contestaaaa Mujer.

Cass: Aria olvidé darte mi regalo:(

Leonardo: ¿Estás bien? Gregos no puede localizarte y está que se vuelve loco.

No quería hablar con nadie, en especial ninguno de ellos.

Trataba de no culparlos a todos por los actos de Gregos, pero era inevitable. ¡Son mis amigos también! Hasta no hablar con ellos no puedo culparlos

Odio las mentiras, y el ocultar es un tipo de mentira.

Agradecí que aún no llegaba nadie aún para la celebración familiar. Mis ánimos eran nulos.

Seguía recibiendo mensajes por parte de Leonardo. Preguntando si estaba bien, que él podía ayudarme, en cualquier caso.



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En el texto hay: romance, drama, amor

Editado: 22.05.2024

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