El viejo Cipriano

El viejo Cipriano ¡Que mató a una niñita! ese también… yo mismo decía que era culpable, por eso no se puede condenar a nadie ¡sí!… si porque él me contó cómo era y yo le decía ¡no hombre viejo! Vas a estar con esos paros, ya llevas quince años preso, vas a seguir mojoneando de todas maneras ¡tranquilo! y él ¡no indio! y a mí me daba vaina era con él, porque era un viejito y llevaba plan, los guardias le decían - váyase pa´ los evangélicos-, - no, yo estoy pagando algo que no cometí, pero seguiré pagando- él siempre decía esas palabras; así que un día nos sacan a todos ¿no? Pa danos plan y estamos aquí, así como estamos ahorita (sentados en el piso) en el patio, entonces viene un sargento ya de la guardia, ya íbamos… ya ese estaba jubilado porque ya era sargento primero, ya tenía un poco de años, entonces viene y lo ve… - ¡coño ven acá! ¿Tú no eres el viejo Cipriano? - le preguntó -Sí, yo soy Cipriano- le dice el viejo, pero ni sabía quién era ese… ¿tú eres Cipriano el que está pagando un homicidio de una niña por violación y muerte? - vuelve a decir el policía - ¡Ese mismo! - le dijo el viejo - ¡si tú no lo hiciste! - le dijo el sargento - ¡si tú no fuiste Cipriano! - le volvió a decir -Bueno yo no fui, pero a mí me condenaron- Le respondió el viejo con tristeza - ¡no vale!… el que fue… ¡fue fulano!- le cuenta el sargento -yo nunca pensé que te iban a condenar a ti, sí sé que te iban a condenar a ti yo declaro- le dice el tipo -porque yo sé quién fue, era un malandro de esos- la cosa fue que la misma familia de Cipriano le echó mierda a él pa´ quitarle todas las tierras, porque el viejo tenía real, y al viejo lo soltaron y no se fue pa´ ningún lado, se quedó haciendo… o sea a la visita, cuando llevaban los mercados, él se quedó ahí con una carretilla llevándolos pa´ la puerta del penal y bueno… porque en San Juan pa´ tu entra al penal es largo, tienes que caminar un buen pedazo, y con la carretilla… les facilitaba el trayecto, a él se lo llevo un carro por el medio.