Estábamos jodidos, en cuanto Los Cazadores se dieran cuenta de dónde había ido Callum, el idiota que Tanner molió a golpes ayer, nos encontrarían a nosotros.
Me detuve frente a la ventana del balcón de Jeremmy y toqué dos veces, las suficientes para que lo escuchara y no se asustara. Vi cómo se levantaba de su cama y miraba hacia todos lados para comprobar algo, cuando su mirada se paró en la ventana dio un salto asustado y caminó cuando se recompuso. Abrió algo asustado la puerta, yo me tomé la libertad de darle un beso en la mejilla como saludo y vi como comenzaba a balbucear cosas nerviosamente. Deliciosamente adorable, pensé.
—Hola, Jeremmy —saludé mirando su habitación, la cual no era como la de cualquier adolescente hormonado. No había posters subidos de tono, ni calzoncillos esparcidos por todas partes. Era una habitación normal; poster de un equipo de beisbol y fotos de él y su familia, adorable.
—No recordaba la emoción de estar en la habitación con un adolescente —sonreí maliciosamente mirándolo. Él tosió un poco incómodo y se sentó en la cama para observarme fijamente.
—¿Te asusta el amor? —inquirió con un hilo de voz.
—¿Qué? —me giré para mirarlo mal, ¿quién se creía él para meterse en mí vida?
—Te da miedo el amor y por eso te comportas como si nada te importara —afirmó y pestañeé totalmente en shock. Sin poder resistir, me apresuré a agarrarlo del cuello y tumbarlo en su cama, apreté su cuello como si fuera una naranja.
—Escúchame, maldito humano —exclamé fijando mis ojos en los tuyos—. No te permito que te metas en mi vida. Para mí sería muy fácil arrancarte la cabeza y matar a tu madre que ahora está... —callé un segundo para oír bien— que está viendo un programa de televisión. Así que mi sabio consejo es que te calles esa boca tan preciosa que tienes y escuches, porque no estoy aquí por gusto.
> ¿Lo has entendido?
Asintió temblando del miedo y me levanté de la cama para poder seguir mirando la habitación del humano, era interesante.
—Bueno, antes que nada —me detuve para mirarlo fijamente—. Como se lo digas a alguien te arrancaré la cabeza y...
—Y matarás a mi madre, lo he oído —murmuró y sonreí.
—Vale... soy una vampira y mi hermano también —vi como su cara cambiaba—. Ya puedes asustarte, Jeremmy.
Él se encontraba tan asustado que no se dio cuenta cuando corrí para estar tras él y gritar.
—¡Booh! —gritó tan fuerte que tuve que taparle la boca, aunque yo no paraba de reír en todo el proceso.
Con mi mano en su boca podía sentir su respiración y tuve que recordarme que él no era un alimento y que ya había comido antes de venir aquí. Lo solté lentamente y él trató de correr hasta la puerta, pero cuando él la abrió yo estaba allí. Lo empujé tan fuerte que voló hasta su cama.
—No seas gallina, no voy a morderte, gilipollas —bufé. Qué desconfiados eran los humanos, por Lucifer —. No creas que estoy tratando de contarte la verdad porque quiero, si fuera por mi te mataría y ya no tendríamos esta estúpida pelea. Sólo es que Tanner es muy convincente con sus charlas filosóficas y toda esa mierda.
—El caso es que hemos venido a Thummer por problemas que no te incumben. ¿Preguntas?
Sus ojos estaban como locos buscando algo afilado con lo que matarme, humano ingenuo.
—¿Cómo sales de día? ¿No te quemarías o algo así?
Reí fuertemente, leer libros era dañino.
—Mito.
—¿Duermes en ataúdes? —inquirió levantándose.
—Mito, son incómodos, y no necesito dormir.
—¿Si me muerdes seré vampiro?
—Eh, no. Es mucho más complejo que eso.
Debía admitir que esto me divertía demasiado, y sus caras lo valían.
—¿Bebes sangre humana? —Tragó saliva tapando "disimuladamente" su cuello con una de sus manos.
—Sip, pero ya he comido, tampoco quiero engordar.
—¿Si te clavo una estaca en el corazón mueres?
Bufé, habíamos hablado menos de diez veces y ya planeaba matarme. Lo miré mal y agarré un boli que había en su escritorio.
—Mira, novato. —Clavé el bolígrafo en la palma de mi mano y luego lo retiré, él lo miró aterrado. Antes de que pudiera burlarme, la herida comenzó a cicatrizar rápidamente.
Se levantó lentamente de la cama y se acercó con cuidado, tomó mi mano para verla y noté la diferencia de altura. Aunque yo fuera una vampira él seguía siendo muchísimo más alto que yo. Sentí una especie de subidón cuando me tocó, como si bebiera sangre después de mucho tiempo.
—Suficiente —exclamé cuando sentí como acariciaba la cicatriz que ya se estaba yendo —. Me voy, mañana nos vemos, no se lo digas a nadie o te mato.
Y me lancé por la ventana antes de que él pudiera preguntar algo más.
***
Cerré el armario después de alcanzar la botella de Whisky, me serví un trago y cuando iba a probarlo vi a Callum sentado en el sofá de la sala.
—Gilipollas —murmuré para después dar un sorbo al trago.
Cuando iba a volver a beber, vi como el vaso se iba volando y Callum agarraba mi cuello con fuerza y me miraba a los ojos, que él fuera más mayor me dejaba en desventaja.
—No me gusta que me insulten —dijo y me derrumbó sobre el sofá. Le olí las intenciones desde lejos y aparté mi cara antes de que él me besara. Su lengua lamió mi cara e hice una mueca de asco.
Sus manos agarraron a la fuerza mi cara y cuando iba a gritar, alguien empujó fuertemente a Callum y me agarró a volandas para ponerme tras suyo. Era mi hermano, y Vlad estaba a mi lado también.
—¡El que te deje vivir en esta casa no quiere decir que puedas aprovecharte de mi hermana!
Callum en ningún momento paró de sonreír y eso hizo que Tanner se lanzara hacia él y comenzara a golpearlo, eran demasiado dramáticos.
—Vlad, ¿quieres ir a un bar? —le pregunté y asintió.
***
—¡Fondo, fondo, fondo...! —gritaban a mi alrededor mientras bebía todo lo que quedaba en la botella.
Cuando terminé los miré y sonreí orgullosamente, ahora quería mi recompensa. Vlad estaba en la barra borracho y hablando con el camarero. Pude oír cómo le contaba sus problemas amorosos con… Aimara, vaya que era una telenovela la vida de los adolescentes (incluí a Vlad porque era un vampiro recién convertido).
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Editado: 18.02.2021