Me agarré a Vlad para no caer, pero como estábamos borrachos caímos estrepitosamente al suelo. Comenzamos a reír fuertemente y se me cayeron las lágrimas, traté de levantarme, pero caí y eso nos hizo reír aún más.
Oí unos pasos y vi como Tanner y alguien más se acercaban a mí y a Vlad, no pude ver bien porque tenía lágrimas en los ojos debido a la risa.
—Cógela en brazos y métela en el coche, Jeremmy —dijo la voz de Tanner y dejé de reír. Traté de volver a levantarme de nuevo y caí, aunque esta vez no en el suelo sino en los brazos de Jeremmy.
—Wow, ¿no tienes miedo? —pregunté arrastrando las palabras.
Él me acomodó en sus brazos y me arrastró hasta el coche, cerré mis ojos apoyando mi cabeza en el asiento y sentí como él apartaba mi cabello de mi cara suavemente. Fruncí mi nariz al sentir el olor de la sangre, mis colmillos salieron e intenté clavárselos en la mano, pero fallé ya que él la apartó.
—Lo arruino todo —murmuré y me salió un hipido. Luego di un bostezo y sentí como una especie de pajita se colocaba en mi boca.
—Tanner me ha dicho que los vampiros borrachos tienen más apetito, así que he robado esta botella y una pajita con sangre.
Oír la palabra sangre hizo que absorbiera por la pajita, agarré la botella con ambas manos mientras oía a Vlad quejarse de que no quería volver a casa, pedía que lo lleváramos a casa de Aimara y no pude contenerme pues el alcohol en las venas me hacía más idiota.
—¡Ella no te quiere!
Jeremmy me dio un golpe en el brazo como señal para que callara y oí como Vlad comenzaba a llorar como un bebé. Cuando abrí los ojos vi a Jeremmy buscar algo en el coche.
—¿Qué? —pregunté con una risa tonta—¿Quieres robarnos?
Él se apresuró a negar con la cabeza y la radio se encendió. Una canción de Sam Smith (un cantante al que yo no conocía, pero que al parecer los adolescentes adoraban).
Alguien me sacó de los asientos y comenzó a bailar junto a mí, era Vlad que entre lágrimas reía al ver mi maquillaje corrido.
—Aimara no me quiere —se lamentó.
—Ja, deberías acostumbrarte, a los vampiros nadie nos quiere.
Él soltó un sollozo y abrí mis ojos para ver que Jeremmy y Tanner nos observaban recostados en el coche. Subí mi rostro para ver a Vlad, quien lloraba.
—Aimara no me quiere —repitió.
Y lo besé. No sé porque, quizás fue porque me dio pena, porque era guapo o porque sentí que alguien me miraba. Estaba borracha y sólo Lucifer sabrá porque hice eso, pero no me arrepentí hasta que él olvidó a Aimara por alguien.
***
Abrí mis ojos debido a que el sol entró y emití un gruñido. Cuando tenías resaca y eras vampiro la luz del sol te afectaba. Me senté en la cama y sentí un peso en mis piernas, al mirar vi que Vlad estaba desnudo encima de mis piernas, con el culo al aire. Bajé mi vista y por suerte yo si estaba tapada por una sábana.
—¡Despierta, maldito excremento violador de vampiras! —exclamé enfadada.
Se levantó asustado y vi que tenía mordidas por todo su cuerpo, yo también. ¿Qué había pasado la noche anterior?
Lo empujé fuertemente y me puse ropa interior para salir de la habitación, conté con que no habría nadie y por eso no me cubrí el cuerpo. El problema fue que Jeremmy estaba sentado en el sofá leyendo un libro y cuando oyó mis pasos levantó la mirada viéndome semidesnuda.
No me importó mucho, me gustaba mi cuerpo, pero eso no detuvo mis ganas de asustarlo.
—¿¡Qué miras!? ¡Tapa tus indecentes ojos!
Agarró una almohada y ocultó casi toda su cara en ella, comencé a reír y suspiré. Luego, cuando pensé con la cabeza fría, me di cuenta de que estaba pareciendo amable así que paré de reír y corrí a la habitación para ponerme rápidamente unos vaqueros y una camiseta, volví rápido al salón y Jeremmy seguía con el rostro oculto.
—Ya está, puedes mirar —dije mientras acomodaba la camiseta.
Suspiró y sacó la almohada de su cara. Cuando estaba a punto de preguntarle qué hacía aquí, Callum apareció con una sonrisa y miró a Jeremmy.
—Vaya, no me habías dicho que el desayuno estaba listo, Annie —canturreó con voz feliz y trató de abalanzarse hacia él, pero lo atrapé rápidamente. Yo estaba a menos de un centímetro de distancia del pelirrojo y la cara de Callum a unos milímetros.
—Búscate tu propia comida —susurré enfadada y él se alejó lentamente. Lo miré para asegurarme de que se iba y me giré hacia Jeremmy para preguntarle.
—¿Eres idiota?, ¿cómo se te ocurre entrar en una casa llena de vampiros?
Soltó un bufido y después negó con la cabeza, oí pasos y sentí como alguien se tiraba sobre el sofá para luego suspirar.
—Ay, no recuerdo nada de ayer, Anne. Mi cabeza va a estallar, tengo el pelo sucio y siento que mi piel arde cual sol. Ayuda —exclamó Vlad y sonreí.
—Uno; yo tampoco recuerdo nada, dos y tres y cuatro; ve a beber sangre y ducharte.
Levantó la mirada lo justo para poder lanzarme un gruñido, Jeremmy miró la televisión y tocó la parte trasera de mi rodilla para que mirara allí también. Cuando los pixeles de la pantalla tuvieron forma para mi vi que hablaban de un ataque, animal probablemente, pero no lo era.
—Mierda —exclamé cuando me di cuenta de todo. Había otro vampiro en Thummer y estaba segura de que era principiante.
Me dirigí hacia el despacho, donde estaba Tanner, y cuando abrí la puerta él ya estaba cargando una pistola de estacas. Se podía matar a un vampiro relativamente joven con la estaca y si no le arrancabas el corazón, los vampiros no teníamos uno como el de los humanos (el nuestro tenía forma en forma de joya y estaba situado en la espalda).
—¿Te has enterado? —pregunté y él levantó la irada, pero no para asentir sino para comprobar que estaba desprotegida y correr hacia a mi para después agarrarme del cuello.
Era consciente de que Vlad y Jeremmy nos estaban mirando, y Tanner también lo era (cómo no), pero eso no le impidió apretar más mi cuello.
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Editado: 18.02.2021