Inefable

INTRO

INEFABLE es una historia de IRWIN SAUDADE (CHICO LITERARIO) 

Instagram: @winsde3  @irwin_saudade 

Facebook: Irwin Saudade 

AlphaNovel: Irwin Saudade 

Booknet: Chico Literario  

© Todos los derechos reservados 

© Irwin Saudade 

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, ya sea mediante medios digitales e impresos sin el consentimiento del autor.  

DEDICATORIA

Para el niño herido que vivió en mí durante muchos años. 

Para todos los que alguna vez sufrimos en silencio por no tener el valor de gritar nuestros sentimientos.

Para mi familia, para mi médico, para ti. 

¡Estas líneas te pertenecen!

Al igual que ¡PÍDEME QUE TE OLVIDE!, este libro titulado INEFABLE es una historia basada en hechos reales.

INTRO 

Le dolía mucho, ni siquiera pudo terminar de jugar.

—¡Vas a estar bien! ¡Tranquilo! ¡Todo va a estar bien! —Quise calmarlo, se veía muy angustiado.  

Nuestras manos estaban unidas y la fuerza de su dolor me partía el corazón. 

—¡Me duele mucho! —Y él se quejaba de mucho dolor, era como si se le estuviera quemando el corazón por tanta ansiedad. 

—¡Estarás bien! Te lo prometo —fue lo último que alcancé a decirle. 

No me dejaron entrar con él, se lo llevaron a toda prisa para poder atenderlo, mis manos estaban húmedas por sus lágrimas y cuando me detuve a mirar mi palma izquierda, descubrí que algo no andaba bien en mí. ¿Qué era eso? ¿Un chancro? ¿Una ronchita?

El aroma del duelo me causa inestabilidad, no tengo cordura y mis pies de la tierra se alejan. ¡Mi garganta comienza a arder! Quiero sentir que puedo cumplir con mis metas, quiero luchar por lograr alcanzarlas y a veces, la vida me patea con mucha fuerza.  

¡Todo esto me aplasta! Verlo a la deriva, sufriendo por mi culpa. ¡Emilio no se merece esto! ¡Nadie merece sufrir por mí! Siento que estoy muriendo, que lentamente mi corazón se está enfermando y me duele no poder expresar como me siento en realidad. ¡Porque algo hice mal!  

Permití que mi corazón se abriera ante una persona que me utilizo para entrar en mi cuerpo de una forma despiadada. ¿Y qué ha pasado? ¿Que gane yo al quedarme callada por tanto tiempo? ¿Cómo termine?  

¡Sigo aprendiendo a vivir con el duelo de no estar contigo!  

Mis fuerzas luchan por sacarme a flote, me duele el pecho por las noches y el llanto inunda la habitación donde duermo, completamente no me siento bien. ¿Por qué? Me dolió mucho saber que mis consecuencias fueron el resultado de querer vivir en silencio. ¿Por qué sentirme culpable? ¿Por qué ponerme tan dramática en un momento como este? ¡Todo me inquietaba!  

De momento siento un dolor intenso que mi alma no logra superar. ¿Qué es eso? ¿Por qué un sentimiento así de fuerte?  

Abro los ojos y quiero no estar aquí, pero mi cuerpo lo necesita. ¡Debo curarme el alma! El médico me hace pasar a su consultorio, la puerta se cierra y cuando me siento frente a él, mis nervios aumentan. ¡No quiero estar aquí! ¡Pero si quiero!  

¡Necesito aclarar mis sentimientos!  

—¿Por qué estás aquí? —Su voz me causa un sismo emocional.  

—Por qué creo que estoy mal.  

Salvador es su nombre y Édgar se había encargado de contactar a este médico. Al parecer eran conocidos. 

—¿En qué estás mal?  

¿Cómo mierda puedo expresarlo? Los latidos de mi corazón son cada vez más intensos que antes y solo quiero que esto se acabe.  

—Creo que estoy enfermando.  

—¿Por qué lo crees?  

El color de su bata blanca no me impresiona mucho y siento un escalofrío cuando veo sus ojos. ¡Entre más rápido mejor!  

—Porque me he dado cuenta de que no puedo sanar pronto y el corazón me ha comenzado a doler más de lo normal. ¡Y Emilio está sufriendo! Eso me mata. 

Sus ojos parecieron examinar mi semblante. 

—¿Cómo es ese dolor? ¿Qué tan intenso y recurrente es? 

No me sentía con muchas ganas de profundizar en aquel sentimiento. 

—¿Y si comienza con las pruebas?  

—Debo llenar un formato, te haré unas preguntas.  

Tragué saliva, quise imaginar que no estaba aquí. ¿Dónde podría estar? ¿Volver a San Francisco para encontrar calma en mi alma? ¿Intentar regresar el tiempo? 

El cielo estaba nublado, las montañas se veían impresionantes y los mezquites, eso era lo que yo veía a través de la ventanilla. En los auriculares sonaba Gibran Alcocer con Idea 15, el aire acondicionado del autobús me estaba causando escalofríos. ¿Por qué tenía que acabarse? ¿Por qué no duró más? ¿Por qué nada es eterno en esta vida?  

En mi mente venían sueños del último viaje que hice en autobús y en cómo es que ahora todo iba a cambiar. 

Me encontraba frente a la oportunidad de poder curar todo el dolor que esta vida, nos había obligado a tener que aguantar. 

—¿Terminaste de firmar? —La voz del médico me hace volver a la realidad. 

Obligue a mi cerebro para poder controlar mis pensamientos. ¡El pasado no se podía arreglar! Nada se podía cambiar hasta este punto y entonces, por eso, estamos aquí. 

—Ya firme —respondí apenas audible.  

—¡Excelente! Te reitero que esta información será confidencial. ¡No te preocupes!  

¿No preocuparme? ¿Tenía motivos para no hacerlo? ¡Todo me preocupaba en este momento! Quería que estuviéramos bien. Emilio y yo a salvo. ¡Juntos! 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.