Inefable Melodía

Inefable Melodía

Prólogo

El guitarrista la toca, el batería lo marca, el bailarín lo sigue y el vocalista lo canta.

Una melodía. Un ritmo. Un verso.

Tres elementos muy diferentes y complejos que, pese a no necesitar a ninguno de los otros para destacar, están delicadamente ligados creando aquello a lo que denominamos canciones.

La música podía juntar hasta aquellas cosas que juntas jamás pensarías que sonarían bien.

La música une y cura corazones.

O eso pensaba Adam McKay desde el primer día que tuvo una guitarra en sus manos y la hizo sonar permitiéndose evadirse de todo lo que le rodeaba por unos instantes. Fue ese momento cuando descubrió cuál era su verdadero sueño: dedicarse a la música, tener una banda y hacer llegar sus canciones y sentimientos al resto del mundo.

Tenía la guitarra, tenía su banda y tenía canciones, pero no tenía aquello que realmente necesitaba: la fama.

Pese a que considere a todos los que tienen esa vida unos arrogantes egoístas que solo piensan en ellos mismos sin importarles nada más que el dinero y mantener su estatus.

Blair Anderson lo sabía perfectamente. Nadie mejor que una estrella del cine, la moda y el baile podía conocer lo que era esa vida elitista.

Según Blair, la fama destruye corazones.

Muchas sonrisas. Muchas relaciones. Muchos lujos. Pero sobre todo mucha falsedad.

Blair odiaba la fama.

Adam la deseaba.

Dos polos totalmente opuestos. Dos vidas muy distintas. Un sueño común. Un destino desconocido.

¿Curará y unirá la música los corazones como creía Adam o los destruirá la fama como pensaba Blair?




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