Extrañamente Feliz
Adam
Me paso una mano por la frente apartando las gotas de sudor que corrían por esta una vez me he podido quitar aquellos sucios y grandes guantes que me veía obligado a utilizar para quitar las malas hierbas del jardín. Odiaba cuando me tocaba hacer de jardinero, pero me pagaban bien por ello, así que, no me quejaba.
Miré hacía el lujoso patio con piscina y que tenía un ambiente exótico, como toda la mansión. Deseaba tirarme al agua ahora mismo y tal vez si no me importarse perder el trabajo lo haría, pero no es el caso.
Marlon y Amanda eran una pareja de abuelos que habían trabajado bastante toda su vida y fueron recompensados como se merecían. Tenían dinero y un lujoso y cómodo hogar. Además, de ser unas grandes personas. Conocí a Amanda porque mi abuela y ella son grandes amigas y gracias a eso conseguí trabajar en la mansión para ellos, teniendo un buen sueldo y pudiendo ayudar a mi madre. Les limpiaba la piscina, el jardín, ayudaba a Amanda con cada cosa que necesitaba y lo mismo con Marlon.
Emprendí camino hacia la enorme sala de estar, para avisar de que acababa de terminar mis tareas. Pese a trabajar aquí todos los días, hoy notaba un ambiente un poco más extraño en la mansión, pues, los encargados del servicio solo iban de un lado a otro sin parar.
—Señor Anderson – llamo su atención cuando entro en el salón y él aparta el periódico de su vista para darme una enorme sonrisa – Ya he acabado con el jardín.
—No esperaba menos.
—¿Qué más puedo hacer? – pregunto, esperando que me de otra tarea pese a estar agotado.
Marlon me analiza durante unos largos segundos con una expresión relajada antes de volver a sonreír y negar con la cabeza.
—Por hoy has terminado, Adam. – frunzo el ceño realmente confuso por dejarme marchar tan rápido.
—Pero solo hace dos horas que llegué, aún puedo….
—Hoy no hay mucho más que hacer. – se encoge de hombros – Disfruta del día de hoy y del fin de semana, ya el lunes probablemente tengas más cosas que hacer.
Vaya, eso sí que no me lo esperaba.
Sabía que hoy el día estaba siendo más raro, es más, Marlon siempre se muestra como un hombre carismático, pero hoy lo veo mucho más feliz que de costumbre.
—Le veo más alegre que de costumbre. – su sonrisa se ensancha ante mis palabras.
—Bueno, hoy es un precioso día. – lo miro sin entender muy bien lo que quiere decir, pero no me atrevo a preguntarle directamente, aun así, el no tarda en explicarse. – Hoy viene mi pequeña Izzy a visitarnos y se quedará unos meses.
Al mencionar ese nombre supe que hablaba de su nieta pequeña.
Como dije Marlon es un hombre muy amable y simpático, por lo que más de una vez me ha hablado sobre sus nietas. Como buen abuelo, solo hacía hablar de lo maravillosas que eran sus nietas, hablaba de ellas con tanto afecto que alguna vez sentí curiosidad por saber cómo eran ambas.
—Ya no es tan pequeña, Marlon.
Ambos nos giramos para ver a Amanda, quien se mostraba como siempre, como una mujer que tiene las ideas muy claras. Sin duda diría que Amanda es una de esas mujeres que en su juventud tenían a muchos hombres tras ella.
—¿Por eso están las personas del servicio de un lado a otro? – ambos asienten.
—Tomó el avión está mañana por lo que en cuestión de horas debe estar aquí.
Pues menuda día ha escogido para viajar.
Cami y Mark llevan planeando durante toda esta semana el vestuario que van a llevar esta noche para poder colarse en la fiesta privada que hay después de la premier.
Desde que se enteraron de que iba a ser celebrada aquí, ninguno ha hablado de otra cosa más que de las ganas que tienen de ver a esos niños ricos de papá.
—Mal día para viajar, tengo entendido que el aeropuerto está lleno de periodistas y fans que esperan la llegada de unos cuantos famosos.
Ambos comparten una extraña mirada entre ellos, antes de que Amanda saque una pequeña sonrisa.
—Mi nieta sabrá apañárselas. – no puedo evitar enarcar una ceja.
—¿También es de esas fans locas? – Amanda suelta un pequeño bufido mientras tiene una sonrisa divertida bailando en sus labios.
—Cuando la veas sabrás perfectamente cómo es. – asegura Marlon – ¿Tu irás a la famosa premier?
Pongo una pequeña mueca, indeciso con la respuesta.
—No iremos exactamente a la premier, en realidad, mis amigos quieren colarse en la fiesta privada que hay después.
Ambos enarcan una ceja, mirándome algo sorprendido, pero más lo estaba yo cuando mis amigos propusieron aquella estúpida idea.
—¿Por qué ir a la fiesta y no a la premier?
—Quieren una foto con dos famosos y están convencidos de que solo pueden conseguirla colándose en la fiesta.
—Por favor, dime que no quieren una foto con Steele. – pide Marlon y saco una sonrisa antes de negar.
—No, en realidad querían una foto con un tal Cameron y una tal Blair.