La esperada premier
Blair
Si la entrada a un aeropuerto podía ser agobiante, la salida de estos podía ser incluso peor.
Sobre todo, cuando todo el mundo de la ciudad sabe perfectamente que ese día es una fecha importante ya que gran parte de Hollywood estará por allí.
Tardé cuarenta minutos en entrar a la limusina pues bien dentro del aeropuerto pueden poner ciertas medidas de seguridad, pero fuera se vuelve un caos y el pobre cordón policial acaba roto formando lo más grande.
¿Y lo peor todo esto? Juliana ya estaba estresada.
Hice bien en ponerme el jumpsuit hecho a mi medida de un tono azul oscuro bastante elegante. Cortesía de la gran Casandra Anderson, mi madre. Además, debo admitir que Juliana hizo bien en decirle al peluquero y maquillista que hiciesen su trabajo antes de que cogiese el avión.
Íbamos con el tiempo justo.
Y Juliana es la persona más ordenada, maniática y controladora que conozco. Llegar cinco minutos tarde para ella era sentir algo parecido a la muerte.
—Relájate, no es mi premier.
—¡Vamos un minuto tarde! – exclama con exasperación – Debemos ser formales y profesionales un minuto tarde ya estropea la imagen y más cuando todos han llegado ya.
—Todos llevan aquí desde ayer y yo estaba ayer en un entrevista en el otro lado del país.
Me fulminó con la mirada y puse los ojos en blanco.
Con este estrés no llega a los cincuenta.
Cuando la limusina se detuvo casi pareció aliviada. Casi. Se bajó de está con rapidez mientras yo bajaba con toda la tranquilidad del mundo y una actuada sonrisa, puesto que los fans sin entradas se encontraban esperando en la parte trasera para poder vernos.
En un segundo Juliana ya estaba delante de mí, dispuesta a recordarme lo mismo de siempre, justo cuando uno de los organizadores dijo un “Blair, ya puedes pasar a la alfombra”
—Recuerda, sé amable, respuestas claras y breves, nada de dar mucha información, mantén la paciencia, siempre un tono educado, no mires a Steele con desagrado ni a Harper, finge como si la vida se te fuera en ello.
—Por supuesto, mi capitana.
—¡Y nada de sarcasmo o burla! Cualquier comentario pueden sacarlo de contex…
—Sí, sí, ya lo sé. – la interrumpo antes de respirar hondo – Sé lo que debo hacer.
—Solo te queda esto antes de las vacaciones, Blair – me mira con severidad –. No permitas que tus sentimientos lo arruinen.
Asentí sintiendo una gran presión sobre mis hombros tras esas últimas palabras y me dispuse a dar paso a otra actuación más en mi vida.
En cuanto puse un pie en la alfombra roja donde muchos compañeros ya posaban, millones flases me cegaron y saqué una gran sonrisa mientras todos gritaban un: “¡Blair mira aquí!” “¡Al frente!”
Dejé que me tomasen fotos unos minutos hasta que a medida que fui avanzando en la alfombra me vi obligada a acercarme a algunos reporteros que pedían mi atención.
Odio estas cosas.
—Blair, estás guapísima y bastante sonriente en el día de hoy.
—Gracias, estoy bastante feliz.
—Normal tu última película ha sido todo un éxito – les dedico mi sonrisa más amable – Y hablando de películas, corren ciertos rumores de que Cameron y tú estáis saliendo, ¿tienes algo que decir?
Esta vez la sonrisa que adopto es totalmente sincera.
—Como he dicho muchas veces, Cameron es un gran amigo al que quiero muchísimo y con el que he compartido muchos momentos este último año, es de las mejores personas que alguien puede conocer.
—No tenemos ninguna duda sobre eso. ¿Y qué nos dices de la premier? Fue para todos una sorpresa cuando Andrew te invitó en directo.
—Estoy muy feliz de poder estar aquí y me alegro de que haya contado conmigo para este acto tan importante en su vida, como hemos dicho muchas veces, terminamos en buenos términos y nos deseamos lo mejor el uno al otro.
—Bueno, pues enhorabuena por tu gran éxito, mil gracias por atendernos y sin duda, esperemos que disfrutes de la premier.
—Gracias a ustedes.
Me alejé y continúe con mi función de sonreír a las cámaras, posar y atender a otros reporteros más que se dedicaban a hacer las mismas preguntas, aunque agradecí internamente que la mayoría de ellas fueran sobre Cameron.
Y por detrás de todos seguía escuchando chillidos de fans parecidos a los del aeropuerto, es más no pude evitar sacar una pequeña carcajada cuando muchos empezaron en coro a cantar Camlair. Gesto que no pasaron desapercibido y logró que más de uno gritase de emoción.
Por eso mismo seguíamos siendo la comidilla de todos pues a Cameron le pasa algo parecido cuando empiezan a gritar sus ocurrencias.
Para mi desgracia ese momento duró poco. Me tocaba saludar a los protagonistas de la nueva película y mi sonrisa estuvo a punto de borrarse, pero recordé las palabras de Juliana y la mantuve cuando los tuve en frente.