CAPÍTULO UNO
Título a la mejor de la clase
Fernanda Benavides Sevilla
22 de abril, California (San Diego) - Escuela Bloom Sky School
No, no y no.
Salí de la pizarra con la mirada hacia el profesor que me veía con la boca entreabierta viendo la pizarra si había una falla para quitarme el mp3... pero ninguna, tanto que ni yo sabía como había desarrollado Desviación Media y Desviación Estándar en la pizarra
Papá...
—Fernanda... ¿Sabías el tema? —pregunto el profesor volteándose para fijarse en mi, sentí miradas detrás de mi pero los ignore
—No... hice lo mismo que el año pasado, recuerda de que nos enseño Cuartiles y todo aquello...
—Esa no era la formula, este tema es nuevo Fernanda y te lo sabes —me corto
—¡Pero yo no sé, lo resolví así nada más! —alcé la voz en protesta de mi seguridad que no hice trampa
—Profe usted ya lo sabía, esa chica es una genio que lee y come mucho libros, es obvio que pueda saber unas formulas... —una voz masculina hablo y yo voltee a su rostro, era el chico que me sonrió, es el que está sentado con Hanna Delgado
—¡Yo no leo libros de matemáticas!
—Ok, ok... solo te quería defender pero ya que dices que no lees, dinos... tienes el celular con las formulitas
—Mi celular está... ¿Mi celular? —al ver que nadie hacia nada, busque mi celular en la mochila como una loca, no podía perder mi celular... mamá me mataría si perdiera un celular que se ha esforzado en comprármelo
De pronto y sin pedir un Ángel llegó Alex a mi para buscar mi tonto celular morado, mientras buscaba el celular, Alex se me acerco más y me susurro "Título a la mejor de la clase la tienes tú" y yo rei de boca cerrada.
INESPERADO AMOR
Ya las clases iba acabado y me sentía muy exhausta, agarre mi mochila para dirigirme a la dirección para dar un reporte de mi celular pero justo cuando iba entrando, me encontré con ese mismo chico viéndome fijamente, no sabía el porque lo hacía pero me incomodaba. Volteaba a varias partes para no tener una imagen de su rostro pero hablo luego de un largo rato.
—Dar reporte de tu celular no es gran cosa como que digamos, ellos no saben donde están y no lo buscarán... te dejarán paseando que lo están buscando hasta que te dicen que no lo encontraron y fin, así que te pregunto sabiendo como es la dirección ¿vas a hacer un reporte de perdida de celular?
—Si.
—Ok
Espere a que la señora que se encontraba conversando con la directora tuvieran una conversación tranquila, me senté en los asientos de espera y él hizo lo mismo, justo a mi lado.
Pero a este que le pasa...
—Me llamo Simón Di Valenzuela, pero puedes llamarme Simón o Jamón... como quieras aceptaré tu apodo
—¿Jamón? ¿Quién te llama así? —reí
—Eso fue lo único que se te quedo... —suspiro, —Bueno la profesora me llamo Jamón en vez de Simón cuando estaba en vacacional y todos rieron, no me gusta pero no tengo otra opción que a callarlo, ya sabes... te lo dicen el doble o al triple
Tiene razón.
—Mejor te llamo Simón, un gusto Fernanda...
—Benavides Sevilla, lo sé
¿Cómo sabía de mi?
Al ver que me quede sin palabras, hablo
—El profesor te llamo por tu apellido, tu segundo apellido lo dijo un chico llamado Alex mientras se iba a buscar tu celular... ¿Por qué te llaman rara?
No era un buen momento para decírtelo, no muy temprano... error en aquello
—Ehmm...
—No hay problema que lo digas, todo bien —aseguro
—Me llaman rara porque dicen que soy rara
—¿Qué? Pero si te veo una chica normal —ríe, —Están locos
—Precisamente toda mi infancia me han llamado así por el simple hecho que quería juntarme con mujeres y de vez en cuando con los hombre...
—¿Y eso que tiene que ver? Yo también me junto con ambos...
—Las mujeres me miran raro porque piensan que soy... les...
Ríe entre dientes y responde, —Ay dios mío, si te digiera lo más perverso que haces esas chicas de allá —señala a un par de chicas de vestido muy sexi y de cabello espectacular
—No lo quiero saber, gracias
—Ok normal, yo diría que la rara serían ellas por lo que hacen... ¿y que hay de malo que una persona sea de distinto gusto? Eso se llama discriminación a un nivel que no me gusta
Por un momento me sentí segura de que dijera eso, claro, no me gustaba una chica pero tenía la misma opinión que justo él me la estaba dando.
—¿Y que haces esperando? ¿También se te perdió un celular? —ironicé
—No solo a esperar
—¿Qué cosa? —pregunte
—A mi novia, Hanna. Creo que ya la conoces, la chica rubia que se sienta conmigo
Oh...
—Ah no sabía que era tu novia —mencioné
—Bueno es normal porque después de todo, somos nuevos pero populares
—Cierto —reí
En ese momento cuando la señora salió con una sonrisa en la cara, me levanté y caminé hacia la dirección, estaba ya a un paso de pisar la dirección cuando sentí que alguien me agarraba de la muñeca y me hacía voltear.
Me quedé frente a frente con Simón que tenía una mirada muy segura se sí mismo, mostró lo que tenía en la mano y me sorprendí.
Mi celular lo tenía él
—¿Por qué...?
No tenía palabras para decir, ese chico tenía mi celular... pero ¿Cómo lo hizo?. Al ver que no respondía más, hablo
—Eres muy despistada, necesitas un poco de concentración cuando me acerque a ti a defenderte
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Editado: 03.09.2021