Inevitable

Capítulo 10

Londres

Aurora miró hacia un lado. Una vez más su vista chocó con aquella pareja que le parecía tan encantadora. La mujer era hermosa y el hombre que la acompañaba muy apuesto, jamás había visto a un hombre así. No era que viviera aislada de los hombres, pero pocas eran las veces que tenía el tiempo para contemplarlos. 

El salón estaba lleno de gente a esa hora de la tarde y ellos estaban en una mesa alejada, deseando pasar desapercibidos. ¿Eran amantes? Se hizo toda una novela en su cabeza, se daba cuenta como se miraban, como acariciaban sus manos con discreción. Seguro que se amaban mucho, que vivían un amor a escondidas intenso y hermoso. Un amor maravilloso como el de su hermana y Kol.

Recordaba las noches en que Caroline le contaba con el corazón acelerado y las mejillas rojas todo lo que pasaba con Kol. Las sonrisas, las caricias, los besos. Ella solo suspiraba, como le hubiera gustado vivir algo así. Pero las únicas caricias que sentía eran las de su hermano, ahora más controlador que nunca. Tristán decía que si "la zorra de Caroline" se le había escapado no dejaría que nadie la aparte de él.

—Aurora —dijo de pronto su hermano sacándola de la ensoñación—, ¿qué estás mirando?

—¿Eh? No, nada. Solo el vestido de esa joven, es muy bonito —contestó nerviosa, esperaba no se dé cuenta que estuvo mirando al hombre. Tristán miró a la mujer, luego a su acompañante, volvió la vista desconfiado hacia ella.

—El vestido.

—Quisiera una igual.

—Iremos de compras luego, no estamos para tonterías ahora.

—Ya están tardando mucho, Tristán. ¿En verdad crees que vengan?

—Tienen que venir —dijo despacio. Ella suspiró y tomó un sorbo de su café, ya estaba algo frío. Tristán parecía cada vez más irritado. 

Después de unos cinco minutos en que temió su hermano estallara fue que aparecieron por la puerta lord Joshua y su buen amigo Aiden. "Si, claro. Amigo..." 

Ella sabía el secreto de esos dos, sabía también por qué estaban ahí. Tristán se puso de pie, los caballeros estrecharon las manos y ella cedió la suya para que la besen como cortesía. Aunque todos parecían muy amables en realidad el ambiente empezaba a sentirse algo tenso.

—No quisimos demorar —dijo Joshua—. Casi no vinimos, pero en nombre del trato anterior es mejor que hablemos claro.

—He venido hasta acá con mi hermana para que puedan oficializar todo de una vez. Ya que vives en Londres es mejor que presentes a tu prometida delante de todos, Joshua.

—Mi prometida —dijo en un tono algo burlón—. Aurora es una mujer linda y educada, además de muy discreta. Pero no es más mi prometida, Tristán. Creí haberlo dicho antes.

—Tenemos un trato —dijo entre dientes—. Te casas con mi hermana.

—Y Aiden se casaba con tu otra hermana, ¿cómo es que se llamaba la perdida esa? Cierto, Caroline. Aiden con Caroline, yo con Aurora. No hay Caroline soltera, no hay trato. Es así de simple. —Aurora empezó a ponerse nerviosa. Su hermano suspiró y entrecerró los ojos, cuando hacía eso era porque se iba a poner violento y ya lo veía cogiendo a Lord Joshua del cuello delante de todos.

—No puedes rechazar a mi hermana —le dijo con voz firme—, tenemos un trato de caballeros, se celebró el pedido de mano. Lo mismo con Aiden —miró al hombre, este apenas si había hablado aunque su rostro parecía decir lo mismo que Joshua. No había boda.

—Si, y tu hermana se comprometió conmigo —dijo Aiden al fin—, para largarse con otro a escondidas. Con un soldadito de la milicia. ¿Cómo quedó yo? Como un patético caballero que no pudo retener a su futura esposa, eso es lo que tu familia me hizo. ¿Y aún así tienes el descaro de venir a presionar a Joshua para que se case con tu otra hermana? ¿Quién nos garantiza que no salió igual que la otra? —Al escuchar eso Tristán se puso de pie violentamente, Aurora contuvo la respiración.

—Escucha, infeliz, no te permito que....

—Caballeros —habló ella al fin—, estamos en un lugar público, por favor. —Tristán estaba furioso, ya lo veía destrozando toda la habitación del hotel donde estaban. Alrededor la gente empezó a mirar con curiosidad, su hermano al darse cuenta se sentó y habló bajo.

—Aurora no hará nada de eso. Además tenemos un trato, ella será la fachada que Joshua necesita para la sociedad. Una linda esposa de buena familia, ¿no es eso lo que quieren?

—Si, eso es lo que queremos —le dijo Joshua—, pero la idea era tener dos hermanas bien enteradas de la situación y dispuestas a hacer lo que les correspondía. Ahora solo tenemos una hermana, eso no nos sirve. ¿De dónde voy a sacar a otra mujer dispuesta? No creas que la tontería de Caroline solo los afectó a ustedes, nos ha retrasado los planes un año.

—Sé que ha sido un inconveniente, pero ha pasado un año y no veo que hayan conseguido otras novias para reemplazar a mis hermanas, ¿o si? —Los dos se quedaron en silencio y bajaron la mirada—. Por supuesto que no. Estoy hace varias semanas en Londres, pero no los contacté antes. Estuve averiguando, ¿saben?— Esa sonrisa. Aurora se la conocía bien. Era la que ponía cuando Tristán estaba seguro de tener control total de la situación—. La gente empieza a hablar. Dos lores viviendo solos, buenos amigos. Muy cercanos, demasiado. Si no hay matrimonio pronto o al menos presentación el asunto se les va a salir de control. Si me buscaron fue porque querían que los cubra.




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