Inevitable

Capítulo 22

La que esperó fuera una cena tranquila se puso bastante tensa con la visita de las Petrova. Nadie habló mucho durante la cena, apenas intercambiaron unas palabras, principalmente por cortesía. Rebekah sabía que le habían contado a Elijah sobre el incidente de Caroline y Katherine. Pero quién sabe lo que le habían dicho, pues él no lucía nada contento, o más bien muy pensativo. 

Tampoco hizo preguntas esa noche, y cuando Klaus intentó explicarle le dijo que no quería hablar de problemas sobre la mesa, que ya habría tiempo para aclarar todo luego. Desde que sucedió aquello había estado muy distanciada de Katherine, y la verdad no sabía cómo sentirse. Quería a Caroline y no quería pensar mal de ella, pero habían tantas cosas raras y cabos sueltos que de a ratos no sabía si confiar del todo en ella.

A la mañana siguiente Rebekah fue la primera en despertarse, en el comedor solo se encontraba Elijah ya listo para tomar el desayuno. Se saludaron con normalidad, ella tomó asiento y empezó a servirse un poco de café. Los minutos pasaban, Elijah seguía sin decir nada, había adoptado esa misma actitud pensativa de anoche, y la verdad eso ya empezaba a irritarla. No le gustaba que estén distanciados, si había algo que decir mejor que sea en ese momento. Era una familia y tenían que estar más unidos que nunca pase lo que pase.

—Hermano, ¿puedes decirme qué te sucede? —se atrevió a preguntar al fin. Elijah la miró un instante y suspiro, al parecer al fin iba a hablar.

—Anoche tuve una breve pero perturbadora conversación con las Petrova. Espero puedas aclararme algunos puntos. —Ella asintió despacio mientras escuchaba todo lo que le habían contado. 

También le pareció que Isobel había exagerado bastante y omitió las palabras que le dijo a Caroline y como la mortificaron. Ella se encargó contarle la parte que faltaba de la historia y que así Elijah pueda sacar sus propias conclusiones.

—Eso es al menos lo que yo he oído. Habían testigos, las ayudantes de cocina, y hasta Klaus escuchó una parte.

—Entiendo —respondió Elijah pensativo—, pero Rebekah, ¿tú sinceramente crees que fue correcto prohibirle la entrada a Katherine sin pedir explicaciones o escuchar su opinión?

—Bueno, Caroline se alteró bastante, hasta empezó a sentirse mal. En su condición lo mejor es cuidar que nada le pase, es un embarazo delicado. Ya ha tenido una amenaza de aborto.

—Vaya, no tenía idea. —Claro que no, eso era algo que muy pocos sabían, y aparte de Elena y Pearl se suponía que nadie más en el pueblo estaba enterado de aquello.

—Debemos de cuidar de nuestro sobrino. Klaus se ha tomado muy en serio eso, y creo que está bien, Kol así lo hubiera querido. Supongo que solo quiso evitar que se repitan estas discusiones y que eso perjudique al pequeño Kol. En ese sentido le doy la razón, no creo que lo haya hecho porque tenía intención de humillar a Kath ni nada de eso.

—También lo creo. —Y aunque su explicación debió disipar algunas dudas, Rebekah aún lo notaba confundido, algo más se traía en mente.

—Elijah...

—Tengo que preguntarte otra cosa —interrumpió—. Confío en ti Bekah, y en tu buen juicio. La conoces más tiempo que yo, llevas meses conviviendo con Caroline. ¿En serio crees que es una buena persona? ¿Una persona de confianza?

—Si quieres saber si está fingiendo, no lo creo para nada. Tampoco me parece que sea una oportunista. Klaus estuvo averiguando, la familia por la que dejó a Kol no era pobre, al contrario. Tenían bastantes recursos, casi como nosotros. Ella dejó todo eso y renunció a su herencia por amor a Kol.

—¿Estás en verdad segura de eso? —"No", fue lo primero que pensó. Había otra información delicada que ella manejaba, algo que Katherine le había contado.

—Es verdad, Elijah. Su familia es rica, los De Martell tienen mucho dinero, lo hemos averiguado. Ella rompió con su familia cuando se casó con Kol, por eso no los ha contactado.

—Por lo tanto ahora solo nos tiene a nosotros, los Mikaelson.

—Pues si.

—¿No quieres contarme nada más? —A veces era como si Elijah pudiera leer dentro de ella, se daba cuenta cuando callaba. O quizá estaba siendo demasiado obvia.

—Bueno, sí hay algo. Aunque no lo creo del todo, más me parece un absurdo chisme. No creo que sea correcto hablar de eso.

—Bekah, escúchame. Anoche Isobel llamó a Caroline "intrusa". Y sé que es una palabra terrible, pero de alguna forma lo es. Nadie acá lo conoce, sabemos de su relación con Kol por lo que ella nos cuenta, ¿verdad?

—Si, es verdad. —En eso tenía que darle la razón.

—Todo lo que sabemos de ella es lo que ella misma nos dice, y lo poco que han averiguado. Bekah, en general la gente no es buena. Es capaz de engañar, de mentir, de fingir. Si quieres que te sea sincero, no creo que esa Caroline sea una mala persona, no lo parece. Pero no puedo fiarme. Es nuestra familia, ustedes son lo que más amo y quiero protegerlos.

—Elijah, es que ella no miente. Pero si nos oculta cosas... o eso creo —dijo bajando la mirada, hasta se sentía culpable de hablar de eso. Pero el discurso de Elijah la había hecho reflexionar. Ella también quería lo mejor para su familia.

—¿Por qué crees que nos oculta cosas?




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