Inevitable

Capítulo 30

No estaba teniendo una buena noche. A pesar de la fecha, y que quizá debería sentir algo de frío, en realidad Katherine tenía calor. No lograba encontrar una buena posición para dormir, las mantas y almohadas le fastidiaban, no podía cerrar los ojos para nada. Calculaba que la medianoche había pasado hace buen rato, tenía que dormir de una buena vez si no quería tener enormes ojeras a la mañana siguiente. 

Convencida de que no podía pasar más tiempo en esa cama que tanto la incomodaba, se fue a la cocina por agua. A esa hora de la noche toda la servidumbre dormía, nadie iba a atenderla. Tomó asiento un momento en la mesa de la cocina mientras bebía. Una vez fuera de la cama logró sentirse mejor, estaba convencida que al regresar al fin lograría conciliar el sueño.

Se quedó un momento con el vaso vacío entre las manos. "Enzo", se dijo y sonrió sin querer, ni siquiera se dio cuenta de eso. Aquella mañana había empezado siendo un día duro para ella por ser el cumpleaños de papá. Sabía que Isobel jamás lo quiso, pero aún así se atrevió a insinuar que debía de ir a ver la tumba al cementerio y dejar unas flores. Claro que madre se negó, y Elenita, tan idiota ella, ni siquiera fue capaz de darle la contra. 

Aún así ella estuvo decidida a ir al cementerio esa mañana, aunque su madre le hiciera una escena después. Aquel era uno de esos días en los que deseaba estar sola, donde se sentía fastidiada y explosiva por cualquier cosa. No le hizo mucha gracia que Damon se ofreciera a acompañarla, pero aceptó solo para no discutir con él al frente de la casa.

Pasó buen rato en la tumba de papá. Hace mucho que nadie iba, ni siquiera ella. Limpió la tumba, la arregló con flores, sacó todas las hojas secas que la rodeaban. Extrañaba mucho a papá, la forma en que siempre la comprendía y la escuchaba. Él había sido el único miembro de la familia que la había amado de verdad. Isobel solo la veía como la sustituta sin mérito de Tatia, Elena le tenía miedo. Bueno, algo había hecho para merecerlo. 

Si había alguien que merecía sus lágrimas ese era papá, así que lloró discretamente y se secó las lágrimas con cuidado antes de salir. Fue en ese momento que lo vio y no pudo evitar contemplarlo atenta. Era un hombre apuesto, caminaba distraído, como si estuviera perdido. Cosa que en cualquier otra persona se le hubiera hecho insoportable en su caso le pareció encantador. Y entonces él la quedó viendo como si fuera también una bella aparición. Se acercó sonriente y galante, muy amable y caballero. Había conocido a muchos hombres en New Orleans y conocía a todos en Mystic Falls, pero él tenía algo especial.

Se sintió encantada con su compañía, hasta se sorprendió de estar contándole algo tan íntimo sobre papá. Nunca se había enamorado de ningún hombre, nunca se había sentido así con la presencia de nadie, nunca había enrojecido de esa manera y jamás imaginó que se podría sentir así, como si hubiera quedado prendada. 

Luego ese idiota de Damon lo arruinó todo con sus celos y se la llevó a la fuerza como si fuera su propiedad. Claro que estuvo molesta, el día de por sí ya era bastante malo como para que encima lo arruinen más. Lo único que la había aliviado de cierta forma era ese encuentro con Enzo para que Damon termine molestándolo todo. Y se suponía que ese era el hombre que tenía que involucrar con Caroline. 

Había pensado en eso durante todo el día, si en verdad sería capaz de molestar a Enzo de esa manera o de aprovecharse de él. "Es lo que tienes que hacer, es tu objetivo. Recuerda, desaparecer a esa mustia y quedarte con Klaus. No lo olvides", se repitió varias veces intentando convencerse, pero sin lograrlo en absoluto.

Kaherine dejó el vaso en su sitio, era hora de volver a la cama e intentar dormir nuevamente. Solo que conforme se fue acercando empezó a escuchar un ruido extraño, así que se apresuró a ver. Contuvo el grito de sorpresa al ver que Damon estaba intentando entrar por la ventana como ya lo había hecho antes, solo que en esta ocasión la ventana ya estaba cerrada y él empezaba a hacer ruido. 

Para evitar más escándalos se apresuró a abrirla, su idea era echarlo a un lado y decirle que se vaya, pero entonces él la empujó y se hizo paso hasta entrar a la habitación. Kath se dio cuenta pronto que estaba borracho, ese asqueroso olor lo delataba. Ah no, pero que ni pensara que iba a tocarla apestando así.

—¿Qué rayos haces aquí? Vete, Damon. Estás borracho y mamá esta en casa.

—No me voy a ningún lado —dijo en un tono de voz alto que empezó a desesperarla, en cualquier momento iban a descubrirla.

—Shhhhh baja la voz. No puedes estar aquí, vete antes que nos encuentren.

—No me importa. —La tomó de la cintura entonces, quería besarla pero ella apartó el rostro. Odiaba el olor a alcohol, no quería siquiera tocarlo.

—Suéltame —le dijo lo más firme que pudo—. No quiero estar contigo ahora, quiero que te vayas. —Intentaba apartarlo, pero era como si el alcohol le hubiera dado más fuerzas, no lograba soltarse y él solo la apretaba contra sí con más fuerza.

—Pues yo sí quiero, y vas a tener que hacerlo.

—Ya te he dicho que no. —Poco a poco él iba avanzando hacia la cama, Katherine empezaba a desesperarse. Podían pasar dos cosas. Que alguien lo descubriera y se armara un escándalo. O peor aún, que nadie lo hiciera y Damon se saliera con la suya.

—¡Basta ya! No quiero que me toques. Damon, es en serio, suéltame —le dio unos golpes en el pecho, pero él sonreía como si aquello le hiciera gracia.




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