Inevitable

Capítulo 38

Washington, tiempo atrás

Estoy bien mintió. No quería decirle a Kol sobre los golpes que le dio Tristán, no iba a preocuparlo más. 

Él ya estaba bastante alterado con la situación, incluso le contó que Enzo y otros oficiales tuvieron que detenerlo pues casi va detrás de la carroza para alcanzarlos, lo cual hubiera sido una imprudencia. Y Caroline no pudo mentir sobre la cachetada, aunque si ocultó lo demás. Si con decirle eso ya Kol estaba a punto de estallar de rabia no quería imaginar su reacción al saber de los otros golpes.

No estás bien, Care. Él te ha hecho daño, y eso tiene que acabar ya. Te lo prometí, amor. Tristán ya no va a lastimarme, yo me encargaré de eso.

¿Pero cómo? Aurora y yo tenemos prometidos, no podemos... Tristán no querrá, mamá mucho menos.

Pues intentaré convencer a tu madre, lo haré por las buenas. O sino... suspiró, para esas alturas ella ya estaba bastante asustada con lo que se venía. Tendrá que ser por las malas.

¿Cómo? Él la tomó de las manos y las besó. Quería huir de esa vida, quería irse con él. Pero seguía muy asustada, sabía de lo que Tristán era capaz y temía por la vida de Kol.

Caroline, ¿qué estarías dispuesta a hacer?

Lo que sea dijo sin dudarlo. 

Era cierto, a pesar de todo el miedo que podía sentir estaba decidida a ir hasta las últimas consecuencias. Pase lo que pase, cualquier cosa era mejor que convertirse en la amante incestuosa de Tristán. Al escucharla decir eso Kol le dio un beso en la frente, ella lo abrazó y cerró los ojos. El corazón le latía con rapidez, sabía que él le haría una propuesta y esperaba no fuera demasiado para ella. "No importa, harás lo que toque. No vas a detenerte", se dijo con decisión.

Ven conmigo. Si tu madre no acepta mi propuesta, si Tristán no se echa para atrás, si ya no hay alternativa. Huyamos juntos. Nos casaremos y volveremos en unos días.

Él no va a aceptarlo dijo temerosa Caroline. Sabía que no se trataba de la palabra que le dieron a Joshua y Aiden, tampoco de ningún trato matrimonial. Tristán la entregaría a un hombre que jamás iba a tocarla para ser él quien lo hiciera en su lugar. Su hermano la deseaba y no se cansaba de repetirlo. No importaba que argumentos pudiera dar Kol, sea lo que sea Tristán no aceptaría entregarla a otro. Lo conozco, Kol, sé lo que te estoy diciendo. Él no va a dar su brazo a torcer.

Pero tu madre sí, ¿verdad? ¿No dijiste que a ella no le agradaba Joshua como marido para ti?

Si... murmuró. Carol De Martell lo había comentado en una cena, por más dinero que ese Joshua pudiera tener no le agradaba para su hija. Tristán no le hizo caso, pero mamá hizo bastante obvio su descontento. Aún así no creo que sea suficiente para que cambie de opinión.

¿Y cómo crees que reaccionará Tristán?

Querrá matarte contestó segura. "Y quizá lo haga", se dijo con miedo. Sabía que Tristán era capaz de coger su arma y matarlo ahí mismo, que no le iba a interesar que todo el regimiento vaya tras él. Después de todo era un hombre poderoso, para cuando los demás oficiales supieran del destino de Kol, él ya estaría bastante lejos. Sacudió la cabeza, se había armado ya toda una historia trágica en la mente. Eso no podía suceder por nada del mundo, no iba a permitirlo.

Amor, ¿y acaso crees que yo dejaré que eso suceda? No le haré nada a tu hermano, pero si viene a mí buscando morir no dudaré en enviarlo al infierno. Caroline asintió, por más daño que les hubiera hecho, no le agradaba pensar en un Tristán asesinado. Quizá esperaba que algún día se recupere de su insana obsesión, que caiga en cuenta de que aquello estaba mal—. Entonces hablaré con tu madre pronto. Enzo también lo hará, los dos hablaremos. Vamos a librarlas de ese hombre, te lo juro. La acercó a él y se besaron. Despacio, disfrutando de ese momento. Kol le había enseñado como disfrutar un beso, antes sentía asco. Con Tristán solo había logrado que se sintiera asqueada de sí misma, pero con Kol se sentía en el cielo. Confía en mí le dijo despacio, no voy a abandonarte nunca. Te amo, jamás te haré daño. Y ella sabía que era cierto. Kol era todo lo bueno, él nunca se atrevería a lastimarla. Iba a confiar y esperar.

En esos días Tristán escoltó a Aiden y Josh a una estación de tren que estaba a un día de camino de su pueblo, ellos tenían que atender unos negocios y su hermano aprovecharía para hacer lo mismo. Una vez solas, Kol no perdió el tiempo. Se suponía que Enzo también acudiría, pero el general le dio trabajo y no pudo escapar de eso. 

En una semana el regimiento partiría de esa zona de Washington, estaban cargados de pendientes. Pero Kol tenía el día de franco, así que apenas se enteró que Tristán estaba fuera no dudó en aparecer en la mansión de los De Martell. 

Caroline y Aurora lo vieron llegar por la ventana y se emocionaron, estaban ansiosas por saber lo que ocurriría. Apenas si lo saludaron, luego su madre mandó a que subieran a su habitación y no salgan para nada.




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