NARRA CLARISSA
Llego a casa con el agotamiento pegado a mi cuerpo. Mi primer día ha sido una montaña rusa de emociones. Mi madre está en la sala, con los brazos cruzados, esperando.
—Llegas tarde.
Respiro hondo. Salgo de una para caer en otra.
—Es mi trabajo.
Ella me observa con una mirada dura. Con ese odio en su mirada.
—Tu "trabajo".
La forma en que lo dice hace que mis músculos se tensen.
—¿Qué significa eso?
—Significa que no me creo nada de lo que haces.
Me quedo en silencio. No es la primera vez que lo dice. No será la última.
—¿Por qué siempre dudas de mí?
Mi madre deja escapar una risa seca.
—Porque conozco el mundo. Y sé cómo funcionan las cosas.
—¿Qué estás insinuando?
Ella me mira directamente.
—Que eres la amante de ese hombre. ¡hasta ya hay especulaciones en la televisión! ¡no sale tu cara, pero sé que eres tú!
El golpe de sus palabras es peor que cualquier bofetada.
—Mujer, no llames a mi hija amante —. Me muerdo duro el labio al escuchar la voz de mi padre —. Ella no es amante de nadie.
Su tono hace callar a mi madre y se adentra más en la sala observándome con una sonrisa.
—¿Cómo estuvo el primer día? Apuesto que tienes mucho que contar —. Me agarra de las manos y me da un beso en la frente —. Ven mi niña, cuéntale a tu padre.
Sonrió, el sabor amargo disminuye, pero no quita ese dolor en mi pecho. El que mi madre siempre provoca.
—Apuesto que son un monto de monos malcriados. Y tú los pusiste en cintura. ¿le jalaste las orejas a alguno?
—¡papá! ¿Cómo voy a hacer eso?
—Por favor, no seas modesta. Conozco a mi retoño, salió igualita a su padre, con la mecha corta.
Sentados en el sofá me abrazo a él y comienzo a contarle todo mi día, se carcajea cuando le digo lo del jalón de orejas y el reporte. Su risa ronca endulza mi día. Me alegra la vida.
—Se lo tenían merecido. Que no te intimiden —. Dice con su voz ronca.
El silencio se instala brevemente entre nosotros y sé que la conversación se tornara más seria.
—No hagas caso a las palabras de tu madre, ya sabes como es.
Agacho la cabeza y me acurruco en su hombro. Su mano áspera por el trabajo palmea mi mano que se mira muy pequeña en comparación.
—Es difícil, pero sigue siendo tu madre, no pelees con ella. Tú y yo sabemos que no eres amante de nadie. No eduque a mi hija para ser alguien tan simple.
—Papá, es difícil. Nunca cree en nada de lo que hago, siempre me mira mal. Me trata como si me odiara.
—No te odia, está peleada con el mundo. Un día entenderá.
—Llevo esperando eso toda mi vida.
—Estoy muy orgulloso de la mujer en la que te has convertido, eres valiente, decidida, luchas por tus sueños. Perdóname por ser un padre tan mediocre y no poder darte la vida de una princesa.
—No digas eso papá. ¡eres el mejor papá del mundo! Gracias a ti, soy la mujer de hoy.
—No sabes cuánto orgullo me da decirles a mis amigos que mi hija es profesora de un lujoso instituto. Que es tan inteligente que se ganó una beca con todo pagado, que estudio en los mejores institutos, graduada con honores. Estoy muy orgulloso.
—¡Ay, papá! Exageras.
—¿exagerar? ¿Quién logra que un Rockefeller le dé una beca?
—Hay muchos que tienen una beca.
—Pero nadie como mi hija.
—papá, si los rumores crecen, ¿no te enojaras conmigo?
—¿Eres su amante? ¿piensas ser su amante?
—No.
—entonces todo está bien. Ahorra suficiente dinero y empieza a formar tu propio camino, no planees vivir bajo su sombra toda la vida. En eso le he de dar la razón a tu madre, puede destruirte. Las personas son malas, no confíes tanto.
—Está bien papá. Será temporal.
—Por ahora disfruta de la experiencia. Y bueno, es incómodo decirlo, pero, no te enamores.
—¡ay papá! No tengo quince.
—Lo sé, es más difícil para mí decirlo —. Me alejo y le miro la cara roja —. Enamorarse no es malo, malo es hacerlo de la persona incorrecta, no busques el amor en ese lugar. Nada de lo que hay ahí te hará bien.
—No papá. Te lo dije desde el primer día que fui en busca de esa beca. Quiero que tú y mi hermano tengan una mejor vida… bueno, y mi mamá también.
—No limites tu vida a nosotros, tu hermano es mi responsabilidad no tuya. Esta familia es mi responsabilidad. Vive tu vida, cumple todos tus sueños, tus metas, tus ilusiones, busca el amor. No te conformes, has que tus estándares se cumplan, es la única manera para no equivocarte.
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Editado: 20.06.2025