Infinidad Parte 2 — Oscuridad Sin Límites

Capítulo 30 (V2)

Lo sintió desde que apareció en este universo, según lo que recordaba, Guilea murió frente a su "yo" de este universo haciendo que despertara su habilidad de asimilación y uniéndose a la perfección con la sangre de Pyhryus, logrando matar a Sundrac.
Lo que no entendía era que sintiera a Guilea en este momento, si la historia del universo se reescribía daría lugar a fallas en el futuro del siguiente universo, haciendo que él mismo se reescribiera de la historia.
Fenrir resopló, no entendía nada de lo que hablaba el otro John con Omega, lo único que logró entender era que este John era anormalmente fuerte. Sin perder el tiempo, su cuerpo empezó a crecer, haciendo que la ropa a su alrededor se rompiera y todo su cuerpo se iluminara en luz oscura.
El otro John miró a Fenrir e hizo una expresión de disgusto al ver que Fenrir tomaba la forma de un lobo plateado gigante.
—Me encantaría enseñarte lecciones de comportamiento chucho, pero no puedo partirme a la mitad, espera tu turno.
Tras esas palabras, el otro John ignoró a Fenrir y miró a Omega.
—Ahora tú, dime lo que ocurre en éste universo.
Fenrir gruñía mientras saltaba y, con un zarpazo, hizo que el otro John volara hacia la montaña.
Al ver que una nube de polvo y tierra se levantó, su hocico giró hacia Omega y abrió sus fauces en un intento de comérselo. Sólo Omega fue consciente de la enorme barra roja que estaba encima de Fenrir, cuando siguió la barra hasta su origen, vio que emergía de la nube de polvo, por lo que de inmediato supo cual era esa barra y para cerciorarse miró las letras doradas en el extremo visible, pudiendo leer "Ru Yi".
Omega saltó hacia atrás, impulsándose con sus brazos. En ese momento, la barra impactó en la espalda de Fenrir, haciendo que éste lanzara un gemido de dolor. Por otra parte, una vez que la barra alcanzó el suelo el otro extremo se alzó en el aire y la barra empezó a encogerse.
Fenrir, ahora solo pudiendo mover las patas delanteras y la cabeza, miró al cielo antes de que el otro John impactara con el bastón en su cabeza y formara un agujero sangrante.
—¿Sólo eres capaz de esto?
Omega estaba seguro ahora, el bastón que manejaba John ahora mismo era "Ru Yi Bang", el bastón mágico de Sun Wukong, aunque al igual que todo lo que manejaba, lo mas probable es que fuera forjado por él mismo.
Miles de sombras salieron del cuerpo inerte de Fenrir, rodeando el cuerpo aunque con la vista puesta en el otro John.
—Esto es entretenido, pero deberías de renacer en un par de minutos más... en fin... lo que sea...
El otro John saltó al suelo y mantuvo el bastón en su mano, Omega tembló cuando el otro John hizo que el bastón hiciera un sonido al impactar con el suelo.
El otro John se agachó, manteniendo el bastón encima de él y comenzó a girarlo a la vez que se alargaba. Al ser tocados por el bastón, las sombras tomaban la forma de otras criaturas, tales como zombies o gárgolas de piedra, pero al ser golpeados por segunda vez eran separados por la mitad. La sangre de los monstruos se elevó, formando una luna roja de la que emergió un lobo rojo con cristales de hielo rojo en su lomo y cola.
—Interesante, oye chucho, ¿me dejarías tomarte como mascota? Aprenderás modales y te daré recompensas.
Fenrir, gruñía y miraba al otro John, el cual a pesar de haber matado a cada criatura seguía teniendo la ropa limpia e impoluta. Ni siquiera su bastón tenía rastros de sangre.
Omega no recordaba la última vez que vio al John original luchar, solo recordaba que era peligroso enfadarlo. Pero lo que hizo no era luchar, era matar unilateralmente cualquier cosa viva en su radio de visión.
Fenrir saltó hacia el otro John con las fauces abiertas, pero al llegar frente a él notó que ya no podía cerrar su boca. Eso se debía a que el otro John minimizó el bastón y lo colocó verticalmente frente a él en su mano, y cuando Fenrir se acercó lo suficiente lo maximizó.
Omega y Fenrir no lograban entender a éste John, solo se limitaba a sonreír.
—Tienes el elemento hielo, así que... ¿hacemos un viajecito al sol?
El otro John agarró el cuello de Fenrir con su mano mientras que la restante cogía el bastón y comenzaba a estirarse a una velocidad vertiginosa de alrededor de 70.000 kilómetros por segundo, haciendo que Omega ni siquiera lograra ver como desaparecieron ambos, solo estaba el bastón que crecía hasta donde alcanzaba la vista apuntando al sol.

Cuando lograron llegar al espacio, John golpeó el bastón y lo profundizó en la tierra.
Fenrir intentando lo posible para deshacerse del agarre de John, logró morderlo en el hombro, haciendo que éste lanzara un breve chasquido con su lengua.
Sin embargo, Fenrir sintió cada vez mas calor y cuando quiso darse cuenta, el sol estaba justo al lado de ellos.
Fenrir soltó a John y usando sus patas traseras logró zafarse del agarre de John, una vez que estuvo libre, formó un camino de hielo por el cual empezó a correr.
—Serás...
John introdujo su mano en el bolsillo de su delantal y sacó una naginata que incrustó en el camino de hielo, resquebrajando el hielo en millones de trozos que volaban por todas partes.
Valiéndose de un trozo, se impulsó hacia Fenrir el cual seguía intentando formar el camino de hielo, pero debido a que en el espacio no había sonido, no escuchó a John antes, y no escuchó a John que se acercaba tras él. Por lo que usando la naginata como un arpón, atravesó el cuerpo de Fenrir.
<E-Espera... seré tu mascota...>
Entonces se dio cuenta de que no se escuchaba a sí mismo, y que la sonrisa de John había desaparecido, cambiando su semblante por uno serio y sus ojos por unos iris rojos claros.
Con un leve impulso, ambos cayeron en el sol, un océano de fuego.
John mantenía sus ojos cerrados hasta que sacó de su delantal un casco negro, al ponérselo pudo ver a Fenrir retorciéndose de dolor mientras sus músculos se derretían rápidamente. Incluso sus huesos se comenzaron a derretir, pero John lo miró sin emociones.
Al cabo de menos de un minuto, Fenrir se derritió completamente, y John miró a la Tierra rascándose la nuca.
—¿Ahora cómo vuelvo?
Eso es lo único que no pensó, decidió matar a Fenrir lanzándolo al sol y entonces volver a la Tierra para pedir explicaciones a Adam. Pero no pensó que le causaría tantos problemas que tuvo que lanzarse a si mismo también para acabar con Fenrir.




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