Infinidad Parte 2 — Oscuridad Sin Límites

Capítulo 38

Mike tembló brevemente cuando el hombre lo miró, no porque tuviera miedo, sino por el consejo que le dio Liliana.
—¿Y tú quién eres?
Mike salió de su ensoñación cuando el hombre le preguntó, pero antes de que respondiera, Uriel habló por él.
—Es Mike, un amigo de tu hijo, aunque también se podría decir que es el único amigo que tiene, humano, claro.
Mike miró a Uriel, al igual que Lucifer, también estaba más calmado y pensativo que de costumbre, incluso su mirada no se apartó del hombre cuando Mike bajó.
—Mike ve a buscar a John, debería de estar cazando.
Lucifer le habló, el hombre también miró a Mike esperando su respuesta. Al percatarse de la penetrante mirada del padre de John, se apresuró a responder.
—Ahora voy a buscarlo.
En cuanto respondió, se giró y caminó hasta la puerta, pero incluso cuando atravesó la puerta y la cerró seguía sintiendo la mirada de ese hombre, le recordaba a la mirada de Fenrir cuando estuvo frente a él y le congeló el cañón de su Arma Genética de Antimateria, sentía un inmenso peligro proviniendo de ese hombre.

Cuando Mike salió, Uriel miró al hombre frente a él.
—Ahora estamos solos, así que deja de mentir. ¿Qué haces aquí Caín?
El hombre, que dijo que era el padre de John, era Caín, hijo de Adán y Eva. Después de que, según la Biblia, Adán y Eva probaron el fruto prohibido Dios los expulsó del jardín del Edén y dieron a luz dos hijos, uno fue Caín y el otro era Abel. Pero tras una disputa, Caín mató a Abel, convirtiéndose en el primer asesino de la historia, y Dios, valiéndose de un ángel, lo maldijo.
La maldición le cambió el color de su piel, tornándose negra, y le volvió inmortal.
—Antes de que te responda, decidme ¿qué ángeles sois vosotros?
Uriel asintió y le contestó.
—Yo soy Uriel, mi hermano es Lucifer. Puede que no lo creas, pero no somos los mismos Uriel y Lucifer que podrías conocer.
Caín levantó una ceja y se rió entre dientes.
—Tengo miles de años, prueba otra mentira. He visto a los verdaderos y no os parecéis en nada.
—Nosotros hemos cumplido Caín, ahora responde a nuestra pregunta.
Caín miró a Lucifer, haciendo que éste dejara de respirar por unos momentos.
No es que Lucifer tuviera miedo de enfrentarse a Caín, sino que al ser inmortal, incluso él con ayuda de Uriel tendrían problemas ya que ellos no eran inmortales como él. Si llegaran a pelear, sólo sería cuestión de tiempo que se cansaran y Caín los matara.
—Ya lo dije al venir, soy el padre de John.
—Eso es imposible, el padre de John desapareció semanas antes de que apareciera Sundrac.
Intencionadamente, Uriel dijo que desapareció varias semanas antes de la aparición de Sundrac, cuando en realidad fue un día antes. Aunque Caín se rió más que antes y miró a Uriel.
—Desaparecí porque no podía estar frente a la policía y una legión de Protectores, ¿cómo debería responder cuando me preguntaran sobre la regeneración de mi mano? No soy tonto, a ojos de los Protectores no soy mejor que un goblin o una gárgola.
Una vez que Caín terminó, se quitó la lágrima que le salió en su ojo debido a su risa, después continuó.
—También miré desde lejos a John hacerle pasar un mal rato a ese dragón dorado, también destrozar a Fenrir y esa armadura que usó contra mi padre... aunque en cierto sentido debería ser su abuelo.
Uriel y Lucifer estaban estupefactos por las palabras de Caín, aunque todavía desconfiaban de él, era innegable que Caín sabía mucho mas de lo que aparentaba.
—Pero sigo sin comprender de donde sacó el báculo del Rey Mono.
Uriel, apartó su mirada de Caín y miró a Lucifer.
—Luci ve a preparar café, la explicación puede ser bastante larga...
Después de que Lucifer hizo tres tazas de café, que tras el primer sorbo Uriel escupió y lo miró.
—¿Por qué puñetas le tienes que echar alcohol a todo?
— ¿Qué? Un carajillo para tranquilizarse es siempre bienvenido.
A diferencia de Uriel, Caín lo bebió con indiferencia, incluso si tuviera veneno no podría morir, por lo que poco le importaba.
—Caín no espero que creas lo que te voy a decir, tu maldición podría ser útil cuando aparezca Omega.
Uriel se quedó pensativo por unos momentos, pensando por donde debería empezar.
—Nosotros tampoco sabemos el origen de Omega, pero sabemos que es peligroso y fuerte. Nosotros venimos de otro universo, aunque sería mejor decir que pertenecemos al universo anterior.
Uriel bebió un sorbo del café, poniendo una expresión de desagrado en su rostro, aguantando el alcohol.
—Yo tuve una visión del futuro, en él había una chica de piel morena y ojos castaños, poseía a Longinus y huía de un "hombre".
Lucifer miró a Uriel y lo interrumpió.
—¿Viste a Sara en el futuro?
—Si, aunque no sabía que se llamaba Sara.
Caín los miró a ambos y asintió antes de hablar.
—Sigue, estos últimos años me he enganchado a los dramas.
Uriel se aclaró la garganta y continuó.
—Bien... ehh... intentaré resumirlo... el John de nuestro universo, aunque después descubrimos que era del universo anterior al nuestro, tampoco tenía memoria aunque según Guilea era un efecto adverso de un viaje entre universos forzado.
Al hablar de Guilea, Caín sonrió brevemente antes de seguir escuchando.
—Debido a ciertas circunstancias, John acabó enfrentándose a Omega y a la Bestia de Gévaudan, aunque debido a eso su cuerpo entró en una especie de coma. Mientras ocurría eso, Vlad Tepes, el Conde Drácula, mejoró y mató a varios dioses, ángeles, demonios y héroes, pero gracias a Guilea sobrevivimos yo y Lucifer. Al final, del cuerpo de Vlad emergió, o se convirtió no lo sé, en un gigante de luz blanca, Guilea besó a John y éste fue a luchar contra él, aunque con la destrucción del universo todo fue eliminado. Y creo que sabes toda la historia hasta ahora.
Caín asintió sonriente.
—Desde luego, esa mujer se guardaba bastantes secretos...
Lucifer, al escuchar a Caín hablar tan casualmente de Guilea, sus ojos se tornaron rojos y se abalanzó contra Caín, agarrando su cuello y levantándolo.
—¡No hables de ella como si la conocieras! ¡La próxima vez que lo hagas, te juro por el imbécil y orgulloso de Padre que te torturare hasta que acabe éste universo!
—Luci...
—¡¿Qué?!
Uriel suspiró y negó con la cabeza, obviamente Lucifer no se había percatado de las palabras de Caín.
—Caín la conoció...
En cuanto Uriel mencionó esas palabras, Lucifer retomó su compostura y esperó la explicación de Caín.
—Creo que eres tú el que nos debe explicaciones ahora Caín.
Cuando Lucifer soltó a Caín, Uriel le habló, aunque todavía había algo en su mente que le rondaba la cabeza, el futuro que vio con su don, y Sara que aparecía en él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.