Capítulo 43

 —Hay una línea muy fina y delgada entre la valentía y la temerariedad, al igual que entre el amor y el dolor. El John original era muy valiente, aunque en algunos casos era mejor llamarlo temerario y, tras lo que le ocurrió, el amor que poseía se volvió dolor, un dolor tan insoportable que pensó incluso en suicidarse, aunque debido a su habilidad de asimilación le resultaba imposible.
Liliana hablaba en solitario mientras miraba a John, el cual seguía en la misma postura desde varios días.
Liliana no se había separado de John desde que asesinó a Omega, aunque a diferencia de ella, Mike, Lucifer y Uriel se vieron obligados a regresar ya que no sabían qué podían hacer o por qué John se comportaba así, si pudieran leer por completo las notas de Guilea en el diario de Vlad, sabrían que la Resonancia de John había resonado con el alma del John original.
—Poco después de que se diera por vencido, comenzó a idear maneras de volver atrás en el tiempo con un único objetivo, hacer que ella no muriera. Omega... no... Adam, ¿no estás satisfecho con lo que has conseguido? El John de éste universo está destrozado, estamos atrapados en la barrera de mi hermano Ouroboros, has asesinado a Paul, un inocente de éste universo. ¿Cuánto tiempo vas a seguir haciéndote el muerto?
Liliana pateó el cráneo carbonizado de Omega, arrancándolo del cuerpo, aparentemente sin vida. Aunque después de que el cráneo se desplazara, siguió rodando en el suelo y no se detuvo hasta que estuvo a una gran distancia de John, Liliana lo había seguido de cerca.
—No pensaba que el "pequeño John" hubiera llegado a la liberación de segundo nivel... ¿eso quiere decir que tú y ese anciano decrépito lo habéis forzado?
El cráneo movía ambas mandíbulas, aunque incluso sin tener cuerdas vocales o lengua, era capaz de hablar con un leve tono de diversión.
—Te equivocas, es la liberación de primer nivel, bien sabes que el segundo nivel requiere el permiso del Pilar de la Vida.
El cráneo de Omega formó vasos sanguíneos y algunos trozos de músculos. Su ojo izquierdo ya formado, miró a Liliana.
—Tonterías... es imposible ser tan fuerte con solo la liberación de primer nivel. ¿Qué truco has usado?
Omega se detuvo antes de continuar preguntando, ya que recordó algo especial que ocurrió en el pasado, y los pocos músculos que había tanto en sus mejillas como en sus dientes se contrajeron, haciéndole parecer que sonreía, aunque debido a esa contracción y que su piel no estaba formada hizo que esos músculos se rompieran y sangraran, dándole una mayor impresión funesta.
—¿Acaso hiciste lo mismo que en aquella vez?
—¿Qué vez?
Liliana, repugnada por el aspecto actual del cráneo parlante de Omega, cruzó sus brazos y tragó su saliva.
—¿No te acuerdas? Aquella vez... no recuerdo bien que universo fue... creo que fue el 31ero o el 32do... cuando el John de ese universo, sin tener mas remedio, intentó matar a un simple Leviatán que amenazaba con crear un tsunami.
Liliana frunció el ceño, claro que recordaba aquel momento, ya que fueron ella y Guilea la que ayudaron a John a vencer semejante calamidad, aunque todavía no sabía a qué se refería Omega.
—¿A dónde quieres llegar Adam?
—¡No me llames así! ¡Hace eones que dejé de usar ese inútil nombre mortal! Yo ahora soy Omega, un fiel sirviente de Ouroboros.
Liliana volvió a patear el cráneo, haciéndolo rodar un par de metros. Antes de seguirlo, miró a John, sus alas seguían desplegadas aunque estaban caídas y sin fuerza, sus brazos apoyados en sus piernas con las palmas abiertas, a esa distancia Liliana no estaba segura, pero creía ver que sus manos temblaban.
Liliana suspiró y negó con la cabeza antes de seguir al cráneo de Omega.
—Lo que sea... Adam, Omega, por mi como si quieres llamarte Jesucristo... quiero respuestas y las voy a obtener, tanto si quieres como si no.
Liliana pisó el cráneo, mostrando en su cara el asco que sentía, ya que ella iba descalza.
—Uno. ¿Qué hace mi hermano aquí? Dos. ¿Qué le ha hecho el retorcido de mi hermano a John?
Omega se rió a carcajadas, cuando paró, separó sus mandíbulas y sacó su sanguinolenta lengua relamiéndose los músculos a los que llegaba.
—Está aquí para saludar... y ya de paso devorar los remanentes del alma de Guilea, cuando lo haga, me prometió que la resucitaría y me la daría de esposa como pago por servirle.
Liliana se asqueo, pensar que lo hacía por algo así... aunque Liliana se negaba a creer esa promesa ya que conocía a Ouroboros a la perfección, y sabía que sus "promesas" eran sólo palabras de las que se retractaba una vez que lograba cumplir su objetivo.
—Y la pregunta restante... bueno... ¿no lo adivinas?
Liliana apretó con su pie el cráneo.
—Conmigo no juegues, yo no tengo tanta paciencia como algunos de mis hermanos y hermanas.
—¿No lo sabes? Has presenciado éste universo... ¿Y sigues sin saberlo?
Omega comenzó a reírse escandalosamente, en ese momento, el pie de Liliana se resbaló debido a la sangre en el cráneo.
—Así que... la gran Liliana, el espíritu que reside en el espejo de la liberación, una de los pocos artefactos que creen que es mejor eliminar a Ouroboros... no sabe... lo que hace especial a éste universo... tu creador debe estar muy decepcionado contigo en este momento.
Liliana seguía sin entender a Omega, por lo que le dio la espalda y caminó de regreso con Mike y los otros, aunque Omega, continuó delirando.
—Estáis atrapados en el Aegis Reverso de mi señor, solo podéis esperar a ser devorados uno a uno... Liliana...
Liliana miró por encima de su hombro al cráneo, ahora se asemejaba levemente a una cabeza cortada.
—Date por vencida, Lucifer, Uriel, Mike, éste John, todos serán eliminados... ¿Quién crees que venció a Fenrir? Te daré una pista... original.
Liliana tembló, aunque se sostuvo a si misma y continuó caminando. No creyó en las palabras de Omega, Liliana nunca creería que se formaría una paradoja capaz de traer al John original al actual universo.
Poco sabía ella que el John original estaba en el sol, sin poder salir de allí de ninguna forma aparentemente.