Capítulo 4

Iracundo

Matt

No pude asimilar cuando pasé de estar en los pasillos a estar en el aire y chocar contra una pared. Hubiera recibido mucho mas daño si esque no hubiera cubierto mi cuerpo con aura.

A mi frente estaba el chico, mi atacante. Sus manos y brazos recubiertos de un material cristalizado, jade posiblemente? Atacó y lo primero que hice fué cubrirme. El ataque fué muy fuerte incluso con mi aura recubriendome, tanto que destruyó los huesos de mis brazos. Aproveché la sangre que el golpe me causó y la convertí en púas que rodearon mis brazos, asi me aseguraba de evitar otro golpe de esos.

El chico fué rápido y con su pierna me empujó hasta el suelo. Mis brazos tenían que curarse pero lo hacían de una manera muy lenta, me era inútiles en este momento.

—pensé que serías más fuerte, basura— me dice el.

—Quién putas eres? Le respondo.

Camina lentamente hacia mi mientras saca un Bastón metálico del bolsillo, de esos que se contraen. Cuando se extira por completo una estela rodea la punta y se empieza a cristalizar. Una maldira huadaña.

No podía usar mi espada, mis brazos son inútiles mientras no terminen de curarse. El rango de su arma era alto y en área.

Muevo mi brazo y trato de apuntar recto mientras tiro proyectiles de sangre que el esquiva o corta. Estaba perdido.

—Ariah te encubrió acaso? Dice el enojado.—y yo que confiaba en esa vieja—

—no se de que hablas? Digo

—No mientas! Sabes perfectamente que hiciste, y lo pagarás caro—

Se avalanza moviendo la huadaña. Esquivo los ataques y cuando ejecuta uno al suelo, aprovecho para tomar distancia usando la huadaña para balancearme lejos con mis piernas y aprovechar hundiendola.

El aura dentro mío me pide algo, escucho como me habla y me pide liberarla.

Mientras entrenaba a lo largo de los cuatro meses experimenté como mi aura, o algo compuesto de mi aura dentro mio me hablaba. Le dije de esto a Ariah y ella me explicó un poco.

Me dijo acerca de la bendición antigua de la ira del mundo, es como un pequeño síndrome que muy pocas personas experimentan. Las emociones negativas a lo largo de nuestras vidas, tanto como las positivas, van acumulandose. Ellas deben fluir durante nuestra vida, pero la ira del mundo es diferente, ya que solo la tienen las personas que acumularon emociones negativas que formaron una extensión de aura, el iracundo.

No es como una segunda personalidad, sino mas tus pensamientos reprimidos que hacen que la persona entre en un estado de ira sin contról. Ese estado hace que tus poderes queden potenciados.

En los cuatro meses de entrenamiento solo lo usé dos veces. Ese estado me permite curarme al instante, pero no me puedo controlar cuando lo libero. Lo practiqué para usarlo en intervalos de unos tres segundos, asi solo beneficio y potencio mi curación sin estar descontrolado. Pero lo malo de esto es que solo lo puedo usar tres vecess, ya que a la cuarta ya no me permite desactivar el estado.

Uso el estado iracundo para que mis huesos y mis brazos se curen en un instante. Materializo la espada de sangre y bloqueo su ataque con la huadaña.

El sonido de nuestras dos armas golpeando entre si es muy fuerte, y no solo eso, a veces los choques provocan hondas que cortan el suelo. Pensaba tener ventaja pot mi arma, pero el tipo movía la huadaña con facilidad y contrarestaba mis ataques.

Mientras trato de cubrirme, ataca repentinamente con otro puño de esos que destruyen huesos. Gracias a Lee mis reflejos mejoraron mucho, asi que lo esquivo con las justas. Luego lanzo un contrataque que bloquea con su brazo critalizado, aunque no le sirve de nada ya que el cristal es cortado pot mi espada.

Tomo distancia y junto mis palmas, lanzo un rayo a una velocidad que extrañamente el puede ver y cubrirse. Aunque no le sirve de nada ya que el cristal de sus brazos se rompe y pasa de lleno por su piel, hiriendolo.

El tipo empieza a cristalizar más sus beazos hasta hacerlos más gruesos, ahora parecían un par de guantes de pelea enormes.

Pese a que el cristal de ese grosor debe pesar, se mueve rápido. Lanza la huadaña por el aire y junta sus puños para atinarme un ataque. Me cubro con la espada pero no sirve de nada ya que me envía volando lejos de el. Lq sorpresa viene cuando de los nudillos dispara púas, rompo muchas de ellas con la espada pero cuatro me entran de lleno, perforandome el cuerpo.

Siento como el cristal, al atravesar mi cuerpo empieza a explotar, expandiendose. Me quito los cristales rápido. Si alguno hubiera explotado por completo ya hubiera muerto.

Esa voz me llama, mierda, sabe cuando más la necesito. El tipo se avalanza por el aire agarrando su arma. Los brazos de cristal hacen que pueda moverla mucho más rápido y acertar ataques más fuertes.

No me quedo atrás. Mientras entrenaba descubrí que puedo hacer fluir mi sangre más rápido, lo que me da más rapidez y fuerza, y combinado con que aprendí a expulsar mi aura al dar golpes. Puedo dar puñetazos con ondas expansivas capaces de romper incluso casas. Claro, aún no tengo el nivel para eso.

Un choque de golpes rompe el suelo a nuestro alrededor. Me muevo rápido y le acesto unos cuantos golpes en la espalda antes de terminar con una patada que lo hace dar vueltas por el suelo.

El campo de deportes de la universidad estaba vacío, muy raro para esta hora, quizas ahuyentamos a la gente.

El tipo se levanta, puedo ver como el cristal cubre su frente. Se parece a la corona de sangre que se formó en mi frente la primera vez que usé mi habilidad, corona que no ha vuelto a aparecer y que incluso he tratado de que apareciera.

Su velocidad me toma aún más por sorpresa cuando el cristal de sus brazos se convierte en estela verde. Si cristal se mueve más rápido y cuando me doy cuenta una hoja que creó en su mano me atravieza el pecho. Lo detengo para que no perfore mi corazón, sin otra opción uso el estado iracundo para curarme mientras lo empujo lejos.