Todo el camino a casa lo recorrimos en silencio, yo no hablé ni él tampoco, solo nos mirábamos unas cuentas veces, me quedaba mirando su perfecta mandíbula y sus carnosos labios que no se si algún día podré probarlos.
Aún no eh terminado de digerir todo lo que me a dicho y supongo que falta aún más, tengo un nudo en mi estómago que no se si se me quitara cuando me cuente todo. Me siento culpable porque ahora estoy recordando que fui muy mala con el al principio y lo traté como un desconocido cuando no lo era y aunque lo fuera no debía tratarlo de esa manera.
Cuando llegamos a la casa abrí la puerta y me metí a la cocina y me tome un baso de agua, cuando termine fui a la sala y vi a Zack sentado en el mueble con las manos unidas y mirando fijamente la mesita que le queda al frente, me acerque despacio y me senté a su lado sin decir nada, cuando giró la cabeza para mirarme sus ojos ya estaban en su color habitual, no pude ver que estaba pensando, su mirada no describía nada, estaba neutro y eso me hizo tensarme.
- ¿Podemos hablar?- pregunté bajando la vista.
- Claro- dijo después de unos segundo, se estrujó los ojos y se sentó derecho.
- La verdad es que no se ni que decir- dije mirándolo- esto no me lo esperaba.
- Lo se, ya me di cuenta- dijo cortante.
- No se como actuar, tu no eres el mismo niño que antes ni yo tampoco soy la misma niña, hemos crecido bastante- digo y el voltea a mirarme- ademas, apenas recuerdo el nombre que te decía.
- Esta bien, se que no eres la misma niña que antes, ya no eres una niña eres casi una mujer pero sigues siendo la niña que jugaba conmigo aunque ya no lo hacemos- dice pegándose un poco a mi- y quería decirte lo más pronto posible porque no soportaba que estuviéramos como perro y gato.
No se ni que mierda hacer, ahora que lo tengo enfrente, ahora que lo tengo aquí conmigo actúo como una movía, el me mira con preocupación y un poco de tristeza, joder, que hago. Al ver que no respondí siguió:
- Se que no te esperabas esto y estoy dispuesto a esperar a que te sientas cómoda conmigo, no quiero incomodarte- dice volteando la cabeza para el frente.
- No me incomodas, para ser sincera me siento feliz de que estés aquí y que me ayas dicho, porque por fin se que no eres un fantasma de mi pasado y por lo menos se que estás vivo- me mira y se le forma una sonrisa- pero tengo muchas preguntas.
- No te preocupes, te lo diré todo.
- ¿Por que te fuiste?- pregunté mirándolo fijamente, no recuerdo cuando se fue pero quiero saberlo, se le apretó un poco la mandíbula y apartó la vista.
- Ya te lo dije, porque mi papá necesitaba trabajo y solo en Inglaterra se lo podían dar- dice cortante, no entiendo, como que solo en Inglaterra, quiero preguntar más sobre ese tema pero al ver como me respondió pregunto:
- ¿ Al menos te despediste de mi?- No se por que hice esa pregunta pero siento como mi corazón palpita y el nudo en mi estómago aumenta, el sonríe mostrando sus dientes y mira.
- Claro que me despedí de ti, hasta me diste un beso en la boca y te quedaste llorando- No se si está mintiendo porque aún no recuerdo nada pero su sonrisa no tiene nada de falsa así que le creo, y yo también sonrío.
Hubiese sido Bueno, recordar ese mínimo beso.
- ¿ Te querías ir?.
- Claro que no, no quería dejarte pero tenía que irme con mi mamá.
- ¿ Entonces por que no volviste? ¿ Por que no viniste para verme?- pregunté y cuando la pregunta salió de mi boca me arrepentí al instante.
- Quería volver a verte, cuando estuve allá me estaba portando como un Capullo porque nos habían separado pero entonces mamá me dijo que no podía venir porque papá no lo me dejaría. Tarde unos años en entender pero luego me resigne a que no te volvería a ver.
- Y porque viniste ahora?- pregunté con frialdad.
- Porque tenía que hacer algunos trabajos aquí y mamá dijo que me podía quedar aquí con Sofía y entonces me acode de que si tenía una manera de volver a verte y acepté quedarme aquí.
Zack terminó de contarme casi todo, me dijo que su mamá es Yenny, cosa que no me esperaba porque mamá nunca me dijo que ella había tenido un hijo, me dijo algunas cosas de las que solíamos hacer cuando íbamos al parque, que le pegábamos a los otros niños y nos echábamos a correr, que cocinábamos juntos y le hacíamos un desastre a mamá y Yenny, pero para de hablar cuando me vio bostezar.
- Creo que es mejor que vallas a dormir- dijo mirando su reloj- son las doce, mañana te seguiré contando- dijo parándose del mueble, ahora que me a contado esas cosas me siento menos incómoda pero eso no quita que ya no soy una niña y que ya no nos trataremos como lo hacíamos antes, creo que eso será difícil.
- Esta bien- dije levantándome yo también, subimos en silencio las escaleras y cuando llegue hasta la puerta de mi habitación me giré para mirarlo- Gracias por contarme.
- No me agradezcas, era algo que tenía que decirte- dijo con una sonrisa. Nos quedamos mirándonos unos minutos pero después hablé:
- Buenas noches, PILI- dije haciendo que mi corazón palpitara al escuchar ese nombre salir de mi boca, el sonrió con ganas mostrando su hermosa dentadura.
- Buenas noches, JILI- dijo y yo sonreí de la misma forma en la que él lo hizo, desviando la mirada me giré dándole la espalda y entrando a mi habitación.
Él está aquí, y estamos viviendo en la misma casa y aparte es Zack.
Dejando de pensar en Zack, me quite la ropa que llevaba y me puse mi conjunto de pijama corto de patos y me metí a la cama, me dieron ganas de llamar a mamá pero donde está seguro es tarde y no quiero molestarla o quizás está trabajando.
Editado: 23.06.2023