El Archiducado Darkhunter
Por su parte después de 3 días de largo viaje sin descanso el mensaje enviado al Archiducado Darkhunter estaba siendo entregado a Kieran quien estaba entrenando con sus caballeros en el campo de entrenamiento que tiene destinado para ello en la parte de atrás de la gran Mansión Darkhunter.
Allí solo estaban los escuadrones de elite, los demás soldados estaban en el Cuartel general que está ubicado a las afueras del archiducado muy cerca de la frontera, ya que este es un campo abierto gigante donde también hay edificaciones que es el lugar donde viven los soldados y sus familias. Al ser las tropas mas grandes e importantes del reino estos son una gran cantidad de hombres, todos bajo el mando del Archiduque como su general y divididos en diferentes escuadrones los cuales tienen su líder cada uno.
Kieran pasa gran parte de su tiempo allá, pero como no puede descuidar sus responsabilidades como archiduque, también pasa tiempo en el archiducado y desde allí entrena con sus escuadrones de elite quienes se encargan del cuidado de la mansión y de la seguridad de los pobladores.
El archiducado Darkhunter es el territorio más extenso y próspero del reino, al mismo tiempo que es la frontera con el reino de Nefaria solo que desde la mansión hasta las fronteras ahí casi 3 días de viaje, aun así, la resguarda de esta se encuentra a cargo del archiducado, por lo tanto, es responsabilidad de Kieran, razón por la cual muy pocas veces se le ve en la capital, así que al recibir el mensajero la sorpresa es mayor.
- Saludos su excelencia Archiduque Darkhunter. – Saluda respetuoso el soldado enviado por Arin mientras hace una reverencia, este está un tanto nervioso pues se encuentra ante el segundo hombre más poderoso del reino, el cual solo está por debajo del rey, sin contar que es el guerrero más fuerte del ejercito real. – Me permito trasmitir un mensaje del palacio donde su majestad el rey solicita su presencia en el castillo lo antes posible. – Informa el soldado.
- ¿Sucede algo en el castillo? – Pregunta Kieran, pues el rey no lo manda llamar a menos que este sucediendo algo muy grave, no solo porque el viaje es bastante largo sino además porque el rey sabe que Kieran tiene mucho trabajo.
- Excelencia no tengo más información al respecto, solo se me dio instrucción oral para trasmitir el mensaje. – Responde rápidamente el soldado.
- Entiendo, puedes pasar a la mansión, se te dará un cuarto para que puedas descansar. – Ordena el Archiduque.
- Gracias Excelencia, con su permiso, me retiro. – Hace una reverencia para tomar camino detrás de uno de los empleados del archiducado al que Kieran le dio la instrucción de guiarlo a la mansión donde lo instalaran para que pueda descansar un poco. Pues a más tardar al día siguiente debe tomar camino de nuevo hacia el para informar que el mensaje fue entregado correctamente.
Por su parte Kieran se ha quedado un poco preocupado, pues solo hace menos de un mes estuvo en el palacio y todo parecía estar bien, además ya faltaba poco tiempo para su visita anual donde rinde su informe, sobre el territorio pero sobre todo en cuanto a la frontera, pues aunque existe un tratado de paz, no deja de ser importante estar al pendiente de cualquier movimiento, pero ahora el rey lo llamaba de pronto lo que no podía significar nada bueno, así que una vez el soldado se ha retirado Kieran se dirige hacia Eamon que esta junto a él y quien es su segundo al mando.
- Algo está pasando en la capital, así que debo partir lo más pronto posible hacia el palacio. – Expone un tanto curioso por saber la razón por la que el rey lo mandaría llamar, más ahora que tiene tanto trabajo.
- ¿Quiere que lo acompañe excelencia? – Pregunta Eamon.
- No es necesario. – Responde rápidamente mientras camina hacia la mansión pensando en prepararse para partir a más tardar el día siguiente. – Quédate aquí y vigila todo, quedas encargado en lo que regreso, si sucede algo inesperado te mandare avisar. – Ordena mientras entran a la mansión donde se dirige a su despacho para preparar todo.
- De acuerdo excelencia. – Dice Eamon haciendo una reverencia para retirarse a cumplir con su deber, debe estar al frente de los entrenamientos y avisar al batallón que el archiduque no podrá ir ese día como estaba programado.
Tan pronto como estuvo en el estudio Kieran empezó a preparar todo, la verdad espera que el asunto por el que el rey lo busca sea de gran importancia, porque si no por muy su superior que sea se llevara unos buenos golpes piensa un tanto inquieto, ya que ahora deberá dejar muchas cosas arregladas pues mínimo tardara 15 días en regresar eso si no es que la situación pueda ser algo serio que lo obligue a estar fuera por más tiempo, Kieran estaba completamente absorto en sus labores, que no escucho cuando su mayordomo Winston tocaba la puerta, así que a este no le quedó más remedio que entrar.
- Excelencia lamento la interrupción, pero toque varias veces y no hubo respuesta de su parte. – Informa Winston en lo que hace una reverencia en forma de disculpa.
- Winston ya sabes que no hay problema, dime, ¿sucede algo? – Pregunta el archiduque mientras sigue trabajando.
- Eamon me acaba de informar que debe viajar a la capital, por lo que quería saber si necesitaba algo. – Pregunta respetuosamente.
- Ordena preparar mi maleta, saldré al amanecer y por favor avisa al mensajero del rey para que esté preparado. – Ordena sin levantar la vista, ya que está bastante ocupado.
- Su excelencia, no quiero entrometerme porque son órdenes del rey, pero espero que le pueda recordar que su matrimonio es en poco tiempo y necesita tiempo para prepararse. – Aconseja Winston respetuoso, aunque en el fondo está bastante inconforme siente que esos dos no se toman para nada enserio tan importante evento como lo es la boda del Archiduque, está seguro que, si el padre de su señor se entera de ello, estará muy enojado.
- Lo tendré muy en cuenta Winston. – Responde el archiduque sin darle mucha importancia es más bien para que su mayordomo este tranquilo.