La misión del Archiduque
Kieran no tardó mucho en salir con rumbo al palacio y antes del anochecer estaba llegando a sus majestuosas puertas, las cuales de inmediato fueron abiertas para él, normalmente para poder entrar al palacio primero se debe anunciar al rey la visita para que este sea autorizado a pasar, pero en el caso del archiduque es distinto, los guardias solo hacen una reverencia al ver de quien se trataba abriendo las puertas sin cuestionar nada y es que el rey ha sido muy claro en sus órdenes, ver al archiduque Darkhunter es como verlo a él en persona, así que las puertas del palacio siempre están abiertas para el además que sus órdenes son incuestionables, solo el rey puede revocar una orden suya.
Por su parte el rey esperaba en el comedor había pedido que sirvieran un plato más ya que sabía que en cualquier momento Kieran llegaría y no se equivocó al paso de unos minutos el mayordomo entro informando la llegada del archiduque.
- Buenas noches su majestad. – Saluda con una reverencia Kieran al llegar frente al rey.
- No es necesaria tanta formalidad no hay nadie más aquí. – Dice tranquilo Cassius levantándose para querer abrazar a su primo, algo que obviamente el archiduque no permitió.
- Eres el rey deja de ser tan pegajoso. – Reclama con su característica indiferencia.
- Aaahhhh. – Suspira el rey. – No se me porque eres tan cruel con tu único primo. – Dice con fingida tristeza a lo que Kieran solo pone los ojos en blanco.
- Dudo mucho que me hayas llamado porque quisieras un abrazo. – Dice el archiduque tomando asiento en el comedor, ya que se percató de que hay un plato servido para él. – Dime, ¿Qué sucede?, sabes que estoy ocupado.
- Se perfectamente que estas muy ocupado y que tienes miles de responsabilidades más. – Responde el rey, pues es consciente de que el archiduque está muy ocupado, además que su boda está muy cerca, aun así, tomando en cuenta la importancia del asunto, no encuentra a nadie mejor para hacerse cargo que él. – Kieran la verdad es que es un asunto que ha estado tomando relevancia, estamos hablando de la estabilidad de la corona y del reino. – Explica el rey, contándole todo lo que está sucediendo. Desde el inicio de los rumores hasta lo sucedido en la reunión de la corte en la mañana, sin dejar de lado lo que informo Arin.
Después de escuchar atentamente la explicación del rey, al archiduque realmente le parece la tontería más grande creer en dichas leyendas.
- No tenemos ninguna prueba de ello, más que solo esos rumores, de verdad, ¿crees que sea necesario darles tanta importancia?, no me digas que crees en lo que se está diciendo, la existencia de ese poderoso ser o ese objeto mágico, eso es absurdo. – Declara Kieran con clara burla.
- Pero ¿y si no?, si es real, eso pondría en grave peligro la estabilidad del reino. – Comenta el rey.
- Por favor. – Exclama el archiduque. – No me vengas con esas tonterías tú también, Tú te crees que yo no tengo nada mejor que hacer. – En este momento a Kieran se le olvido que estaba hablando con el Rey y por mucho que él sea su primo no le puede hablar así, pues es el rey. Pero a Cassius eso realmente no le importaba.
- Ya, ya, cálmate. – Ríe el rey, una parte de él disfruta mucho sacando de casillas a su primo. – No hablo enserio. – Explica. – Aunque no deberíamos descartar la posibilidad. – Añade pensativo. – Pero en fin lo que en este momento me preocupa es que los rumores se extiendan y eso pueda llegar a iniciar conflictos internos o en el peor de los casos con otros reinos que atraídos por tal leyenda quieran venir en busca de dicho objeto.
- Su majestad, entiendo lo que dice, pero no cree que si desplegamos tropas entonces le daremos más razones para pensar que tales historias ridículas son ciertas. – Expone el archiduque, después de entender un poco las preocupaciones del rey.
- Tienes razón. – Confirma el rey. – Es por ello que lo vamos a hacer en completa discreción. – Expone el rey, de hecho, mientras el archiduque llegaba al palacio a él se le ocurrió una excelente idea. – Ya tengo un plan. – Enuncia feliz, lo que inmediatamente asusta al archiduque que no se quiere ni imaginar qué tipo de plan se le habrá ocurrido.
- ¿Cuál es? – Cuestiona con cautela.
- Podemos disfrazar tu viaje, como una visita a tu prometido al reino del Mystara. – Sonríe el rey orgulloso de su gran idea, mientras que al archiduque se le quieren salir los ojos de la impresión con semejante plan del rey.
- Su majestad, ¿se da cuenta de lo que dice?, el matrimonio es en poco más tres meses, si se enviara una solicitud de visita la contestarían unos días antes de la boda, ¿no cree que el rey de Mystara se molestaría seriamente? – Pregunta Kieran sorprendido por la poca previsión que tiene el rey en este asunto, pero claro que no, en realidad Cassius ya pensó en todo.
- Kieran no estoy diciendo que en realidad visitaras Mystara, solo que esa es la excusa que vamos a utilizar en la corte, pues no sería fácil ocultar tu paradero. – Explica el rey. – Obviamente si enviáramos en este momento una solicitud de visita a Mystara, el rey y su hija se molestarían, lo que haría que mi tío regresara inmediatamente para regañarnos. – Expone el rey seguro de que eso pasaría.
El archiduque no está muy convencido, pues sinceramente todo eso le parece ridículo, pero al parecer el rey esta verdaderamente perturbado por estos rumores así que después de pensarlo un poco decidí accede a la petición del rey.
- Muy bien, si eso te hace sentir más tranquilo, iré, déjame enviar un mensaje al territorio y saldré de inmediato, para investigar este tema y demostrarte que solo son leyendas. – Determina firmemente Kieran.
- Te lo agradezco querido primo. – Sonríe el rey, este es joven y muy noble, aunque solo con los allegados, pues fuera de ahí debe ser un rey serio y determinado, si no su poder estaría en riesgo.
- Bien, si su majestad no necesita nada más, me iré. – Se despide el archiduque realizando una reverencia hacia el rey para salir. Pero a llegar a la puerta se gira para cuestionar con una sonrisa.
- ¿Y si encuentro a la bruja?, ¿Qué debería hacer? – Cuestiona en clara burla.
- Capturarla obviamente. – Responde el rey imitando su expresión burlona.
- ¿Por qué debería capturarla?, ella no me ha hecho nada. – Cuestiona con indiferencia Kieran.