Inmortalidad y una corona. El poder de la bruja

Mystara

  • Su excelencia el trabajo está hecho, esos hombres deberían haber aprendido la lección. – Informa Helio quien había sido enviado por Kieran para darle una buena reprimenda a esos hombres que se habían atrevido a querer golpear a unas jovencitas, sobre todo al que había golpeado a la chica.
  • Muy bien Helio, pueden irse a descansar. – Ordeno el archiduque decidiendo que ya era hora para que el también tomara una siesta, pues al día siguiente debían seguir su camino y esta vez no se iban a detener hasta ingresar en el bosque de Avalon.

Después de lo que había estado escuchando en la posada, en verdad empezaba a fastidiarse con la situación, por lo que sabía que debía solucionar esos rumores lo más pronto posible.

Además, no tiene mucho tiempo, debe regresar pronto a la capital, su boda será en menos de tres meses.

  • Señorita Lyra, ¿A dónde nos dirigimos? – Pregunto Eira intrigada al salir de la posada, era bastante temprano, pero su salvadora le había dicho que ya debían partir.
  • No me digas señorita, solo dime Lyra. – Le Dice con una gran sonrisa que la dulce Eira corresponde.
  • Está bien, Lyra. – Repite la chica.
  • Así está mejor, ahora respondiendo a tu pregunta, vamos a Mystara. – Expresa Lyra con una sonrisa tranquila mientras los ojos de Eira se abren tanto que por un momento temen que vayan a abandonar su lugar.
  • Mys…¿Mystara? – Cuestiona Eira con una expresión de pánico total aun sin poder crédito a las palabras de la tranquila mujer que tiene frente a ella.
  • Así es hacia allí nos dirigimos. – Confirma Lyra totalmente quitada de la pena, claro para ella es completamente normal ir a casa, Mystara es su reino así que ella no encuentra ningún problema, no es hasta que escucha las palabras de Eira que recuerda la razón por la que ella y cualquier habitante de los reinos vecinos no se atreven siquiera a pensar en ir allí.
  • No podemos ir allí. – Expresa atemorizada Eira. Bajando suficientemente la voz para que solo Lyra la escuchara, pues haber estado en una aldea como esa durante tantos años la había hecho escuchar todo tipo de historias sobre Mystara y aunque ella no sabe si estas son reales o no, preferiría no arriesgarse, por lo que decide contarle de todo ello a su salvadora que ahora sería su mejor amiga. – Se dice que en ese reino no habitan solo seres humanos, sino que también hay todo tipo de criaturas mágicas, desde hadas, elfos hasta sirenas. – Expone cada vez más aterrada nada mas de pensar en convertirse en alimento de alguno de estos seres.

Lyra había olvidado ese pequeño detalle, para las personas que no pertenecían a Mystara todos esos seres que había mencionado Eira eran aterradores, de hecho, hubo una época muchísimos años atrás en la que los humanos les habían dado caza y por poco acaban con todos.

Fue por ello que los lideres de las diferentes razas hicieron una pequeña alianza buscando sobrevivir buscando así un lugar para ellos en el mundo, una vez lo encontraron se asentaron allí creando lo que actualmente se conoce como el reino de Mystara ocultando la entrada dentro de un frondoso bosque que sellaron con magia para que nadie que no tuviera permiso pudiera acceder, a este lugar lo llamaron el bosque de Avalon.

Con el paso de los siglos a este lugar fueron llegando diferentes especies hasta humanos, pero eran humanos buscando refugio uno que terminaron encontrando quedándose allí, con el tiempo el reino se fue convirtiendo en un misterio y ninguno de los demás reinos sabe que hay detrás de ese gigantesco bosque, de hecho, casi nadie conoce en persona al rey y muchos menos han entrado en alguna oportunidad a Mystara.

Todo esto recorría los pensamientos de Lyra, pero rápidamente fue interrumpida por Eira que al ver que su compañera se había quedado pensativa había decidido recalcar lo más importante de todo.

  • Es más, allí solo tiene permitido entrar sus habitantes y según he oído nadie que no pertenezca al reino puede encontrar el camino, cada uno de los habitantes del lugar poseen unos sellos mágicos que son como un pase especial, sin este no se puede ingresar. – Menciona la chica recordando las muchas ocasiones en que los clientes de la posada se quejaban por ello. – Además si se entra al bosque de Avalon sin estos sellos se corre el riesgo de perderse y jamás salir de allí, peor aún nos podemos encontrar con la aterradora bruja que lo custodia. – Añade Eira temblando nada mas de pensar en encontrarse con tan horrible ser y posiblemente convertirse en su cena, o en su sacrificio humano, solo de imaginarlo todo su cuerpo se paraliza.
  • Tranquila, confía en mí, ¿sí? – Le dice con una sonrisa tranquilizadora Lyra. – Prometo que estaremos bien. Ademas no me preguntes porque, pero tengo un sello para ingresar son problema a Mystara. – Agrega con calma. pues, aunque aún no le puede decir quién es ella, porque podrían ponerse en peligro, sin contar con que siente que su nueva amiga no está preparada para saber todo sobre Mystara, confía en ella, y en que una vez allí ella se dará cuenta que las cosas no son como cree, y que todas esas criaturas en muchas ocasiones son mejores que los humanos.
  • Está bien. – Acepta Eira de todas formas ya no tiene a donde ir, pues antes tenía techo y algo de comida en la posada, pero como la habían despedido ya no tenía a nada, además esa chica era su salvadora al final de cuentas y si ella tenía un sello era por algo, no podía dejarla ir a un lugar tan peligroso sola, era mejor ir con ella, pensaba Eira llenándose de valor a sí misma, para seguir a Lyra en su camino que iba a ser toda una aventura.

Claro la inocente Eira no se planteó la posibilidad de que si su nueva amiga tenía un sello era porque seguramente era una habitante de Mystara, pues para ella los habitantes de ese lugar solo podían ser personas extrañas y seguramente malas, algo que no podía pensar de Lyra.




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