Después del desayuno, se prepararon para partir no sin antes nuevamente verificar que llevaran consigo las provisiones necesarias para el largo viaje que les esperaba.
Lyra se había percatado de que sus acompañantes parecían ir en misión oficial lo que no le parece descabellado, pues si los rumores ya llegaron hasta la capital era obvio que el rey no se quedaría de brazos cruzados, pues al igual que ella seguramente le empezaría a preocupar la estabilidad del reino, ella mejor que nadie sabe que si la situación avanza, todo puede generar guerras internas.
Por su parte Kieran ahora entendía más las preocupaciones del rey, pues al parecer viajeros de todas partes habían llegado hasta ese extenso bosque, pero no solo esa situación ocupa sus pensamientos, pues la mujer que camina tranquilamente hacia el bosque como si fuera su casa logra llamar su atención, no solo porque no está ni un poco asustada por lo que se pueda encontrar en el camino, sino que además si es sincero le intriga un poco su origen, mucho más después de saber que es una habitante de Mystara ese reino misterioso del que sabe tan poco, pero que aun así ahora está comprometido con su princesa heredera y por primera vez desde que supo de su compromiso, se pregunta, ¿Cómo será ella?, ¿Cómo será la mujer con la que va a compartir el resto de su vida?
Kieran ha oído muchas cosas sobre Mystara desde que no son realmente humanos, aunque así parezca hasta que ocultan secretos tan antiguos como la existencia de los reinos, pero como el no cree en nada de eso hasta ahora no le ha prestado la más mínima atención, pero está a punto de descubrir que las cosas no pueden ser tan normales como pensaba.
Una vez ingresaron al bosque Lyra inmediatamente sintió un cambio en todo su cuerpo, hasta ahora había estado tensionada por todo lo que había vivido, pero ahora se sentía en casa, de hecho, se sentía mucho más cómoda que en su propio hogar, quizás porque había pasado demasiado tiempo de su vida vagando por ese hermoso bosque que para muchos era terrorífico.
Después de un rato ella se acercó lentamente a Kieran para dirigirse a él respetuosamente.
Kieran no dice nada, solo las observa con su característica inexpresión, pero el hecho de que no diga nada también es una confirmación para Helio de que él está de acuerdo con su sugerencia.
Por su parte Kieran solo hizo un pequeño asentimiento de cabeza y siguió su camino dejando atrás a las chicas, quienes también tomaron su rumbo.
Rato más tarde Eamon es quien se dirige al archiduque:
De esta forma el archiduque en compañía de Eamon, Helio y sus pocos soldados siguieron sumergiéndose en ese espeso bosque del que en realidad no tienen mucho conocimiento pues muy pocas personas habían sido tan valientes como para entrar en él, hasta ahora que ese viejo rumor hizo que más de uno decidiera emprender la aventura obligando así al escéptico archiduque a embarcarse en esa aventura.
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Editado: 22.07.2025