Sin respuestas
- Antes de salir, necesitamos buscar a las personas que ingresaron, es parte de nuestro trabajo procurar la seguridad de todos los habitantes del reino. – Dice Kieran con seriedad, aunque la joven tenga razón en que lo más sensato es salir del bosque, no puede solo irse sin saber que sucedió con las demás personas que ingresaron antes que ellos.
Los soldados asientes, pues aun cuando también están asustado por lo que acababa de suceder, ellos son miembros del glorioso ejercito Darkhunter así que, si se trata de cumplir con su labor, no se retiraran, aunque es claro que prefieren ir a la guerra, que estar en ese misterioso bosque, pero trabajo es trabajo.
Lyra entiende, después de todo son soldados, solo que una vez recuerda ese pequeño detalle un pensamiento llega a su mente el cual llama toda su atención, su prometido no solo es el archiduque Darkhunter, sino que es el primer general de las fuerzas del reino, así que esos hombres que están allí, deben ser sus subordinados y está casi segura que quien los lidera debe ser alguien muy importante así que mínimo lo debe conocer, eso de pronto le dio una idea, ya que por el asunto de los rumores no pudo cumplir su cometido de conocer a su prometido, podría intentar averiguar cosas sobre el por medio de esos hombres, además después de todo ellos la ayudaron, lo mínimo que puede hacer es devolver el favor.
- Está bien, lo entiendo, entonces nos quedaremos con ustedes y los guiare por el bosque. – Indica ella con tranquilidad.
- No es necesario. – Rechaza Kieran, pues lo que menos quiere es poner en riesgo a dos jovencitas, aun cuando puede que el sello que ella tiene sea en verdad de gran ayuda, no le parece buena idea usarlas.
- Lo es. – Comenta Lyra. – De todas formas, dudo mucho que puedan encontrar una salida sin mi ayuda. – Agrega con una sonrisa satisfecha, de quien sabe que tiene toda la razón.
- Mi señor. – Murmura Eamon cerca acercándose a Kieran. – Ella tiene razón.
- ¿Crees que no lo sé? – Susurra Kieran con clara frustración.
- Bien, entonces avancemos. – Anuncia Lyra con pura satisfacción, le encanta molestar a ese hombre que mantiene su cara amargada todo el tiempo, con esa expresión de quien está molesto todo el tiempo y con todo el mundo.
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- ¿Qué sucedió? – Preguntan el hombre entre las sombras a través de lo que parece un portal.
- Lo lamento mi señor. – Se disculpa Elysia mientras se arrodilla, sabe que fallo en su misión. – La princesa heredera apareció y uso su sello para proteger a los hombres. – Explica.
- Maldita sea, era una gran oportunidad. – Maldice el hombre, pero decide que de todas formas lo sucedido aumentara más las alarmas de Vylonia con respecto a los rumores lo que también es bueno.
- Está bien Elysia, era muy sencillo deshacernos del archiduque tan fácilmente, así que avancemos con la segunda fase del plan. – Sonríe, pues acaba de enterarse que sus otros invitados están en camino.
Caída la noche Kieran decidió que lo mejor sería acampar, por lo que se detuvieron para montar el campamento y así poder descansar un poco.
- Mi señor, ¿desconfía de ella? – Cuestiona Helio quien está haciendo guardia junto a Kieran.
- No lo se. – Le responde mirando hacia donde descansa tranquilamente la pequeña mujer que es demasiado valiente como para no saber cuándo detenerse antes de ponerse en peligro, pero quien también justo ese día había corrido hacia ellos para ayudarlos.
Pero justo eso es lo que lo tiene más alerta, pues aún no le han preguntado, ¿Cómo es que sabía dónde estaban ellos?, se suponía que para esa hora desde donde estaban ellas ya deberían estar en Mystara, pero no, contrario a eso, estaban allí ofreciendo su ayuda y su preparación militar le impedía no desconfiar.
- Durante el trayecto la estuve observando un poco y parece estar demasiado familiarizada con el bosque. – Comenta Helio. – No sé si es por pertenecer al reino de Mystara, pero ella parece moverse como pez en el agua en este lugar. – Agrega Helio.
- También lo he notado. – Responde Kieran, lo que lo lleva a su siguiente pensamiento y es que, si los habitantes de Mystara pueden recorrer tan bien el bosque, ellos deberían ser quienes mejor saben sobre el tal objeto mágico o sobre la existencia de la bruja, para él no es desconocido todo lo que se dice de Mystara, ¿Qué tanto de esas historias absurdas podrían ser ciertas?, se pregunta Kieran
La noche transcurrió tranquila y al día siguiente no perdieron tiempo desde muy temprano empezaron a revisar el bosque en búsqueda de las personas que se habían internado, pero no encontraban ningún rastro de ellas.
Lyra se había adelantado un poco a un lugar un poco más apartado donde pudiera estar sola, para revisar si la presencia que sintió el día anterior aún estaba por el lugar, pero no encontró nada, de hecho solo podía sentir a los árboles y las criaturas que habitan el bosque, pero ninguna con energía maligna como las serpientes del día anterior, así mismo tampoco podía sentir la presencia de ningún otro humano cerca, diferente a los que venían con ella, por lo que determina que los que ingresaron deben estar en algún lugar muy alejado o debieron salir, el bosque tiene varias salidas, solo que muy pocos las conocen, de hecho los sellos normales solo guían a los habitantes de Mystara por los caminos oficiales, es diferente a los muchos caminos que ella conoce.
- ¿Qué estás haciendo aquí tan lejos? – Escucha Lyra dando un pequeño salto por el susto, al estar concentrada buscando alguna energía, no se percató de que Kieran la había seguido y que se acercaba silenciosamente.
- Dios, ¿acaso me quiere matar de un susto? – Grito Lyra, pero al percatarse de quien era el dueño de la voz se recompuso rápidamente, no se puede olvidar de su identidad. – Lo siento mi lord no lo escuche llegar, solo buscaba algún rastro, pero me temo que no hay nada.