Promesa
Las declaraciones del archiduque habían sido lo suficientemente claras y de por más reveladoras, en tan solo esas palabras Kieran había declarado abiertamente su amor por una mujer que no es nada menos que su esposa.
- ¿Qué quiere decir con ello excelencia? – Se aventuro a preguntar el Márquez Ildrosh. Pues, aunque las declaraciones eran claras, él quería darle la oportunidad al archiduque para no dejar lugar a dudas.
- Simple Márquez, por la presente prometo que mientras viva no me casare con ninguna otra mujer que no sea la princesa Lyra Faerwyn Darkhunter, mi actual esposa y archiduquesa Darkhunter. – Declaro con su característico tono firme que no admite replica alguna.
Los ministros se quedaron en blanco, Kieran siempre había sido indiferente ante cualquier situación, en más de una oportunidad varios de ellos que tenían hijas hermosas se acercaron a él intentando concretar un matrimonio, claro antes de que se anunciara la alianza con Mystara, pero el archiduque nunca había estado interesado, parecía que al solo le interesaba la seguridad del reino y el entrenamiento de sus hombres, de hecho recuerdan que cuando se anunció su matrimonio, el no tuvo ninguna clase de reacción, fue como si lo que estaban anunciando no tuviera nada que ver con él.
¿Cuándo cambio eso?, se preguntaron realmente interesados, pues ahora ahí estaba el mismo hombre declarando su lealtad a una mujer y todos allí sabían que el archiduque tenía palabra de honor, así que era imposible que rompiera su promesa a la archiduquesa.
Misma que estaba igual de sorprendida a todos, ella a diferencia de todos los demás sabía que Kieran no estaba haciendo eso por amor a ella, es más sabía que su declaración aunque lo pareciera no hablaba de amor, el no mentiría sobre tal cosa tan descaradamente como ella lo había hecho, sin embargo, también estaba segura de que sus palabras eran ciertas y que con ellas les estaba diciendo a todos los allí presentes y a ella misma que la respetaría, valoraría y protegería como su única esposa de por vida.
Algo que la aterro en la misma medida que la emociono, porque esa promesa era mucho más fuerte que el vínculo matrimonial que los unía, mejor dicho, a partir de allí, ya no había marcha atrás para ellos, bueno si es que alguna vez la hubo en realidad.
- Creo que después de escuchar a los archiduques, no hay nada más que discutir. – Finaliza el rey quien también se está recuperando de la fuerte impresión que dejo Kieran con su declaración. – A partir de hoy nunca más se tocará el tema, el archiduque Kieran Darkhunter por decisión propia y con mi bendición solo tendrá una esposa, la actual archiduquesa Darkhunter, Lyra Faerwyn Darkhunter.
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- ¿Así que el archiduque no tendrá una segunda esposa ni concubinas? – Cuestiono la borrosa imagen por el espejo.
- Efectivamente mi señor, el archiduque después de escuchar la propuesta de los ministros para asignarle una segunda esposa, declaro delante de todos que jamás se casaría con nadie más. – Informo Elysya desde un rincón oscuro donde se aseguraba que nadie la escuchara. – Incluso la princesa con casi lágrimas en sus ojos hablo del inmenso amor que sentía por su esposo.
- La princesa es hermosa, además de inteligente no me sorprende que utilizara cualquier estrategia para no sentir la humillación de que el archiduque tuviera una segunda esposa, en Mystara no está permitido, era obvio que ella no estaría de acuerdo tan fácil, pero no entiendo del todo la razón del archiduque, su relación no pudo avanzar tan rápido. – Analizo el hombre.
- Para nada mi señor, es más casi podría decir que se odian, supongo que el archiduque lo hizo por respeto a la alianza. – Sugiere Elysia.
- ¿Quién dices que es el ministro que quería poner a su hija como segunda esposa? – Cuestiona con una idea en mente.
- El duque Bloodfist, quien es el primer ministro. – Comunico, pues ya sabiendo lo que su amo querría saber, ella se encargó de averiguar sobre todos los principales ministros de la corte y la razón de la propuesta para una segunda esposa.
Al escuchar el nombre del hombre inmediatamente recordó algo.
- ¿No son hombres de ese duque, un equipo de los que ingresaron al bosque? – Pregunto recordando, que había escuchado ese nombre de algunos de los hombres que habían capturado dentro del bosque de Avalon.
- Así es señor, parece que el primer ministro está muy interesado en encontrar el preciado objeto de las leyendas. – Sonrió con burla Elysia por la estupidez de esa gente, aun cuando lo tenían todo, siempre querían más.
- Eso es muy interesante. – Comenta el hombre. – ¿Deberíamos prestarle ayuda entonces? – Consulta con un plan en mente.
- ¿Qué ordena señor? – Pregunta Elysia lista para cumplir cualquier indicación de su jefe.
- Deja salir al líder del equipo que envió el duque al bosque. – Indica deteniéndose para pensar en la mejor manera de hacerlo. – Prepáralo, hazlo creer que fue el único que sobrevivió, lo dejo a tu imaginación. – Sonríe el hombre, y es que Elysya tiene esa habilidad de entrar a la mente de las personas y poner allí lo que ella quiera, jugar con sus recuerdos, hacerles creer que vieron o hicieron lo que ella quiera, claro como todo tipo de magia tiene sus límites y es imposible borrar del todo un evento o una persona, pero si puede modificar el recuerdo, aunque también depende totalmente de la mente de la persona, algunos tienen una mente muy fuerte que no le permite ingresar a ella o por lo menos no hacer grandes cambios, a diferencia de mentes más débiles con las puede jugar a su antojo.
- Quiero que el duque crea que tiene un aliado y que la princesa es el principal enemigo. – Sonrió el hombre, planeando utilizar al duque para lastimar a la princesa y toda la culpa recaería en Vylonia, en su primer ministro para empeorar la situación, conociendo al rey Varek solo eso bastara para que la alianza se rompa y el mismo vaya por su hija.