Inmortalidad y una corona. El poder de la bruja

Ignorado

  • Es todo un placer conocerla en persona archiduquesa. – Dice el rey una vez los ministros se han retirado quedado solo los archiduques y él reunidos en el salón del trono. – He escuchado mucho sobre usted. – Dice y al ver la mirada que Lyra le da a Kieran con la que parece querer decapitarlo, imaginándose lo que habrá dicho sobre ella, decide aclarar. – Mi tío ha hablado mucho sobre la princesa heredera de Mystar, su belleza e inteligencia. Además, que él le tiene un cariño especial, mucho más ahora que es su nuera. – Sonríe el rey.

Lo que es verdad ya que el ex archiduque ha sido amigo del rey de Mystara por un largo tiempo, así que por ello conoce a la princesa y algunos secretos de la familia real de Mystara.

  • Ya veo. – Dice la princesa suavizando su gesto volviendo su atención al rey. De igual manera por mi parte tengo un gran aprecio por el ex archiduque. – Responde Lyra haciendo una pequeña reverencia con una amable sonrisa. – Así como también ha sido un placer para mi conocer hoy a su majestad. – El rey le cae bastante bien, además que se nota que es más sonriente y abierto que el archiduque, si no fuera por el parecido físico que tienen ambos, Lyra pensaría que es imposible que sean familia, aunque Kieran es más alto y fornido que el rey, sus rostros tienen algunas facciones similares, pero sus personalidades son completamente opuestas.
  • No hay necesidad de tanto formalismo, ahora somos familia. – Le recuerda el rey devolviéndole la sonrisa, en verdad la archiduquesa le cae muy bien.
  • Está bien. – Acepta ella.
  • ¿Se quedarán unos días en la capital? – Cuestiona el rey.
  • He estado mucho tiempo fuera del archiducado, por lo que viajaremos de regreso mañana mismo. – Se adelanto a responder Kieran. – Debo verificar que todo esté en orden antes de retomar el tema de las personas que desaparecieron en el bosque de Avalon. – Explico mirando de soslayo a la princesa, pues ya que estaba allí, quería saber si el rey de Mystara tenía alguna posición respecto a ese tema.

Aun cuando su padre el ex archiduque le dijo que no se preocupara que el viajaría con el rey por ese asunto, Kieran sigue preocupado y quiere cerciorarse por el mismo de que esa situación no se va a repetir y que los rumores no van a seguir creciendo.

  • En mi regreso a Mystara discutí con mi padre lo que estaba sucediendo en el bosque, sé que a su regreso se apersonara de la situación. – Dice Lyra con absoluta certeza. – Les aseguro que Mystara colaborara activamente con la búsqueda e investigación de lo sucedido, no solo de las personas desaparecidas, sino también del origen de los rumores.

Expuso la princesa, pero en ningún momento le dio ni una mirada a su esposo, todo esto lo dijo mirando al rey.

  • Gesto que agradecemos enormemente archiduquesa. – Respondió Cassius, ya que Kieran al percatarse de que parecía estar siendo excluido guardo silencio ante la declaración de la princesa. – Entonces les parece si los invito a cenar esta noche como despedida. – Sugirió el rey.
  • Muchas gracias majestad, aceptamos la invitación. – Respondió Lyra por los dos, nuevamente sin tener en cuenta para nada a su esposo, lo que divirtió a Cassius ya que su primo que nunca seguía ordenes, indicaciones o sugerencias se quedó en silencio ante la respuesta de la archiduquesa, ¿Qué si se ponía negar aun después de que ella aceptara?, si, lo podría hacer, ¿Qué si lo iba a hacer?, no, de solo pensar que aún están peleados por la discusión del día anterior no le quedan ningunas ganas de discutir nuevamente.
  • Lo veremos en la cena su majestad. – Fue lo único que dijo Kieran.
  • Archiduque puede acompañarme un momento al estudio. – Pidió el rey, pues, aunque el puede ordenas sin más, por su relación con su primo siempre ha mantenido ese trato con él. - Claro con su permiso archiduquesa. – Dijo mirando hacia Lyra quien asintió.
  • Claro, sigan sé que tienen asuntos pendientes. – Respondió Lyra haciendo un gesto con su mano, pero recordando algo por lo que hablo nuevamente. – Su majestad, no sé si puedo pedirle algo tomando en cuenta que mañana saldremos de la capital.

La repentina petición de Lyra sorprendió tanto al rey como a Kieran que no sabían que podía ser lo que ella quería solicitar.

  • ¿Qué seria eso? – Pregunto el rey prestando especial atención, mientras Kieran observaba detenidamente a su esposa, para saber lo que iba a pedir.
  • Bueno, nunca había estado en la capital de Vylonia y me gustaría dar un paseo por la ciudad, así que no se si es posible que se me asigne un carruaje para hacerlo. – Comento respetuosamente, sabía que, aunque era una princesa, ahora debía acatar la etiqueta real de Vylonia y como archiduquesa no podía simplemente exigir cosas en el palacio, claro también debería pedir permiso a su esposo, pero tomando en cuenta que seguían enojados, sintió que no era necesario hacerlo, además el rey parecía buena persona así que pensó que no se negaría y obviamente no se equivocó.
  • Por supuesto. – Respondió Cassius casi de inmediato. – Siéntase libre de utilizar cualquier carruaje y de solicitar cualquier cosa que necesite mientras este en el palacio, ya se lo dije archiduquesa ahora es parte de la familia real, así que cualquier cosa que necesite puede hacer uso de ella con total libertad. – Le aclaro el rey.
  • Muchas gracias su majestad. – Agradeció con los ojos brillando de emoción, le acaban de dar carta blanca, por lo que antes de que el rey se arrepintiera o de que Kieran dijera algo, ella se apresuró a despedirse. – Entonces me retiro para no retrasarlos más. – Dijo con una sonrisa y se marchó más que feliz.

Antes de que Kieran saliera de su shock al darse cuenta de que no era su imaginación, sino que efectivamente ella lo había ignorado olímpicamente, Lyra ya había salido de allí, casi como si se hubiera teletransportado, así de contenta se había ido, algo que tampoco paso desapercibido para el rey que solo pudo dejar salir una fuerte carcajada al ver como su querido primo había sido completamente ignorado por su esposa.

  • ¿De qué te ríes? – Reclamo Kieran mientras fruncia su ceño.
  • Bueno de que creo que vas a tener una vida marital muy divertida. – Siguió burlándose.
  • ¿Por qué hiciste eso? – Regaño Kieran cruzándose de brazos.
  • ¿Qué? – Cuestiono el rey sin parar de reírse del todo, sin entender a que se refería su primo.
  • ¿Sabes lo que ella puede hacer con la libertad que le diste? – Cuestiono aterrándose de las múltiples posibilidades que pasaban por su mente, el mismo había visto la capacidad que tenía esa mujer para meterse en problemas, no se imagina lo que puede hacer en un lugar que no conoce y vagando sola por ahí.
  • Por favor. – Negó el rey viendo la cara de pánico que había puesto su primo, ¿Qué podía pasar por una pequeña salida? Sentía que su primo estaba exagerando demasiado.




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