Mi lugar
Después de la deliciosa comida, Lyra y sus doncellas habían seguido su paseo por el centro de la ciudad comprando uno que otro recuerdo y muchos dulces de los que vendían e los puestos, las tres seguían mas que encantadas, pero en un momento de distracción Lyra choco con alguien.
- Podrías tener mas cuidado estúpida plebeya. – Había reclamado a gritos la mujer.
- Lo siento, no fue mi intención…. – Quiso disculparse Lyra pero la mujer la interrumpió.
- Como osas dirigirte a mi sin bajas la cabeza. – Exclamo la mujer con arrogancia. – ¿Acaso no conoces tu lugar? – Cuestiono histérica.
Eira completamente enojada inmediatamente quiso intervenir, pero Lyra con una mirada la detuvo, aunque ella también estaba muy molesta por la altanería y grosería de la mujer, no es como que pudiera revelar su identidad allí.
- Nos disculpamos. – Intervino Isela para sacar a su señora de ahí. – Ya nos retiramos. – Dijo tomando del brazo tanto a Lyra que ya se estaba enojando como a Eira que le faltaba nada para írsela encima a la mujer.
- Claro que no. – Dijo la mujer haciendo que sus guardias las rodearan.
- Arrodíllate. – Ordeno mirando a Lyra.
- Señorita Camile, no solo debería hacer que se arrodille sino también que se abofeteé por imprudente, como se le ocurre ofender a la futura archiduquesa Darkhunter. – Expreso Alina Miller una de las mejores amigas de Camile e hija del ministro de hacienda. – Si esto es sabido por el archiduque, ella podría perder la vida. – Dijo con fingida preocupación. – Lo mejor es que usted la castigue como corresponde.
Tanto Lyra como Isela y Eira no sabían bien que era lo que más las sorprendía, si la exageración por el pequeño incidente o que alguien que no fuera la princesa se autoproclamara futura archiduquesa Darkhunter.
Lyra de verdad que tenia toda la intención de dejar pasar el asunto, pero al ver la desfachatez de esa mujer y como alrededor ya se había conglomerado suficiente gente, decidió responder.
- Ya me disculpé por el pequeño inconveniente. – Inicio. – Además creo que no deberían decir palabras a la ligera ya que es muy bien sabido que el archiduque Darkhunter ya tiene una esposa y esa es la princesa heredera de Mystara, actual archiduquesa. – Dijo con mas firmeza de la que pretendía.
- ¿Cómo te atreves? – Grito Camile aún más histérica que antes, pues la gente a su alrededor empezó a murmurar diciendo que también habían escuchado acerca de ello. – Guardias. – Llamo. – Denle una lección a estas tres plebeyas para que aprendan su lugar y sirva de ejemplo para los demás. – Ordeno, haciendo que los guardias arrastraras a las tres chicas hasta un callejón cercano.
Nadie dijo nada solo pudieron guardar silencio, ya que no querían correr con la misma suerte de las mujeres, pues sabían quién era ella, Camile Bloodfist la hija del primer ministro y su acompañante también era alguien importante de la familia Miller, nadie con sentido común se metería con ellas, solo pudieron sentir lastima por la mala suerte de las jóvenes, pues ellos vieron que solo había sido un pequeño incidente.
- No debieron meterse con quien no debían. – Dijo uno de los hombres de Camile mientras soltaba bruscamente a Lyra. – Ahora verán lo que les espera. – Dijo sacando un látigo, mientras sus otros hombres las sostenían.
- Suelten a mi señora. – Gritaba Isela olvidándose de seguir guardando su identidad.
- ¿Señora? Ja. – Se rio el hombre mientras se dirigía hacia Lyra como ella había sido quien ofendió a su señorita, seria ella la primera en pagar.