Durante el día imaginaba, por las noches soñaba.
Es imposible olvidar aquel bello sueño, una tierna pareja caminando de la mano con sus dos retoños, frutos de nuestro amor, llenos de felicidad éramos tú y yo con nuestra pequeña gran familia... al menos en ese mundo... el mundo de los sueños, aquel en el que a veces me gustaría estar, con ustedes disfrutar de una vida sin final.
En ese momento no creía que los sueños pudiesen predecir el futuro y solo algunas semanas después su padre y yo descubrimos que recibiríamos dos seres, tal como en el sueño un niño y una niña. Enterarnos de eso fue muy sorpresivo, era nuestro primer embarazo el cual había sido inesperado y la sorpresa se duplicaba cuando comprendimos que la responsabilidad y amor que ofreceríamos sería dirigido a dos personas.
La preparación pronto comenzó, nuestro presupuesto dio un giro de 180° y priorizó su llegada. Su padre, como siempre, me consentía y ahora incluso más, pues consideraba que debía comer mucho más por su bienestar. Atesoro enormemente aquellos recuerdos en los que su padre cocinaba para nosotros, nos abrazaba, les hablaba a ustedes, siempre mostrando su amor.
Guardo en mi corazón aquellos dulces recuerdos, no saben cuánto desearía que estén aquí, disfrutando de su compañía y no sufriendo en soledad.
#2338 en Otros
#75 en No ficción
#579 en Relatos cortos
relatos en recopilacion, relatos de un corazon roto, relatos depresivos
Editado: 17.03.2025