JOSHUA
He tenido que despistar a mi hermano menor, diciéndolo que tenía algo importante que resolver pero en realidad he regresado al departamento de Georgia, necesito saber por qué negó haber estado en la dichosa fiesta en casa de los Mills, será cuestión de tiempo que mi hermano descubra la verdad y no quiero que Georgia se meta en problemas. No si puedo evitarlo
Toco el timbre de la puerta. Un minuto después aparece Georgia
—¡Joshua, regresaste!— dice sorprendida.
Me quedo viéndola mientras el recuerdo de la fiesta viene a mi mente...
Entro a la casa de los Mills en busca de Kathy. Estoy un poco ebrio, pero no me marcharé hasta cogerme a esa mujer. Está guapísima.
Unos gritos llaman mi atención ¡Es la voz de Georgia! ¿Está aquí?
—¡Que te calles!— la escucho gritar y me acerco rápido hacia donde está.
Georgia alza la mano y abofetea a Michael. Casi lo hizo caer por la fuerza del golpe. Están ambos al pie de las escaleras principales de la casa, aunque hay mucha gente aquí, nadie nos presta atención.
—¡No puedo creer que rechaces a tu propia hija! ¡Eres un maldito desgraciado y me demuestras que no la mereces!
No puedo entender porque Georgia, sigue humillandose ante ese idiota de Michael Mills ¡Odio que haga eso!
—¡¡Vete de aquí, zorra!!—¡Maldito desgraciado! Solo porque quiero a tu hermana, no te mato —Y escucha bien: nunca me haré cargo de tu bastarda... Esa niña no es mía y aunque lo fuera, te mereces estar sola por lo puta que resultaste.
¡Imbécil, mal nacido! Pero no permitiré que sigas humillando a Georgia
—Eres de lo peor, Michael solo mereces la muerte— dice Georgia con rabia, y yo estoy de acuerdo con ella. Éste imbécil merece morir
—Ya vete zorra... vete a prostituir para que le des de comer a tu bastarda.
Necesito calmar este coraje. Sé que no me incumbe, pero me duele ver como mi amiga es humillada por el padre de su hija. Ella no debe pasar por esto.
—Esto no se quedará así. ¡Esto me lo pagas Michael!— Dice amenazante Georgia
—¡No me vengas amenazar en mi casa, puta! ¡Ahora... fuera de mi casa!
— ¡Me iré... pero te advierto que esto no se queda así!
Georgia se da la vuelta y camina hacia la entrada.
— Joshua, ¿Tu aquí?— Dice sorprendida al verme.
— Hola, Georgia ¿Estás bien?
— Vaya, vaya, vaya... —dice Ethan con desprecio— creo que tendré que llamar a la empresa de aseo para sacar la basura de mi casa— añade acercándose a mi — ¿Que mierda haces tú en mi casa?
Está furioso.
—Mi hermana me invitó— abre los ojos como platos.
—Como sea, ahora quiero que te largues de mi casa y te lleves a esta puta.
—¡Ya basta!— Rápidamente me acerco a él y lo tomo por la solapa— ¡no voy a permitir que la sigas insultando!
— ¡Tú no me prohíbes nada, imbécil!— Me empuja.
— Déjalo, Joshua, con este maldito no se puede hablar— dice Georgia—es mejor que nos vayamos de aquí.
—Hazle caso a tu zorra y váyanse de mi casa.
—Escucha, maldito: que sea la última vez que humilles a Georgia porque si no...
—¡¿Por que si no que?! ¡¿Que me hará un hijo de puta como tú?! — Grita desafiante.
— No me busques, porque me vas a encontrar—lo amenazo.
—No te tengo miedo, ¿Crees que un maldito bastardo cómo tú me puede amenazar en mi casa? ¿Que diría tu padre el abogado, que su hijo el profesor de una universidad católica anda amenazando?¿O que diría tu hermano bastardo, el policía? Porque eso son ustedes unos bastardos que por lástima los Ross, los adoptaron—se burla.
No aguanto más y me voy encima de él, pero Georgia se interpone.
—¡No, Joshua, no vale la pena! No te ensucies las manos con un maldito como él— me súplica Georgia.
Me detengo de darle una paliza solo porque mi amiga me lo está pidiendo.
—Wow, así que a Joshua Ross, lo tiene que defender una zorra promiscua—empieza reirse.
—Si la sigues insultando... te mato— gruño fuera de mis casillas.
— Quiero ver que lo hagas— responde desafiante. — ¿Crees que le tengo miedo a unas basuritas insignificantes como ustedes? No te olvides que soy mucho más poderoso que tú.
Me río sin ganas.
— ¿Por qué tú padre es un magnate, te hace sentir poderoso? No tienes idea como es la vida imbécil.
..
— El dinero lo compra todo estúpido, y si tengo que comprar sus vidas, lo haré.
— Vámonos, Joshua, creo que éste estúpido está drogado.
— No, perra, estoy muy lúcido para decirte en tu cara a ti y que el bastardo éste entienda de una vez por todas quien eres en realidad.
— Por favor, Joshua, vámonos... Te lo suplico.
— ¿Sabes lo que ella hacía a mis espaldas cuando eramos novios?
Georgia me arrastra a la fuerza fuera de la casa para que no escuche lo que Michael iba decir
— Necesito ir a mi casa, he dejado mi hija sola— ¡¿Qué?!— Ven conmigo por favor.
— No puedo... Yo.
— Me siento tan sola— empieza llorar y me doy cuenta que soy incapaz de decirle que no...
—¿Que quieres que haga por tí? Pídeme lo que sea y yo lo haré.
— ¿Lo que yo quiera?
— Si.
—Si regresé, porque quiero hablar contigo— Digo saliendo de mis recuerdos.
Paso por su lado y entro a su casa sin esperar a que me invite.
—Ok, te escucho ¿De que quieres que hablemos?— Responde.
— Tu conocías a Michael, y tu debes saber ¿Por que él estaba con mi hermana?
Necesito hacer algo para ayudar a Jess y Georgia, ambas son sospechosas para mí.
Me dirijo a la sala, y ella me sigue.
—Ah...querías hablar de eso. No sabía que te habías enterado de la relación de Michael y tu hermana.
Editado: 18.07.2020