JESSICA ROSS
Escucho el sonido de la puerta abrirse. De inmediato finjo estar dormida. No quiero escuchar el sermón de nadie.
— Sé qué estás despierta— es Isabella, ¿A qué viene?
Me quito la almohada con la que tenía tapada mi cabeza.
— Si vas a venir a sermonearme, mejor lárgate de mi habitación— le gruño.
Estoy furiosa con ella por no defenderme o darme consuelo.
— ¡No me hables en ese tono jovencita! Y ahora vas a oírme— es obvio que está del lado de Christopher
— ¡No! — ¡Vete de aquí, o no respondo de mi!
—¡Jessica, déjame hablar! ¡¿Qué mierda te sucede?!— Me quedo estupefacta. Nunca me había hablado así — por dios hija. Mírate, estás alejando a todo el mundo de tú lado.
— ¡¡No!! ¡Ustedes se están alejando de mi. Ustedes no han tenido ni una pizca de consideración conmigo. Me han abandonado cuando más los estoy necesitando!— le reclamo— papá y Christopher están empeñado en defender a esa maldita asesina, Joshua no quiere verme, y tú... Pareciera que no te importo en lo más mínimo.
— ¿Te estás escuchando?— Murmura impactada — ¿Qué te hizo ese hombre?
— No empieces a exagerar... Mike no me hizo nada excepto qué me mostró lo que es ser amada de verdad.
— Según tú ¿Lo que tú familia te ha demostrado no es amor de verdad?— dice dolida.
— No hablo de ese amor ... por favor déjate hacerte la víctima ¿Quieres? Por qué aquí la única víctima soy yo
— Jessica — se sienta en la orilla de mi cama y sin mi consentimiento. — Estoy de acuerdo que eres una víctima, pero de ese hombre. Estás cegada por él y ese supuesto amor que dices sentir y eso no te deja ver con claridad como es la realidad—
¿Como se le ocurre cuestionar a Mike?
Furiosa me paro de mi cama. No la quiero seguir escuchando. Abro la puerta y le exijo:
— Si no quieres que pierd el poco respeto que aún tengo por ti, quiero que salgas de inmediato de mi habitación.
Isabella abre los ojos como platos. Y yo me limpio con rabia una lágrima que caía por mi mejilla.
— Estás muy equivocada hija, y espero que cuando te des cuenta no sea tarde— dice levantándose de mi cama y camina hacía la salida.
— Pensé que como mi madre siempre estarías de mi lado, pero me equivoqué—le hablo con dureza. — Eres una pésima madre.
— ¿Soy una pésima madre?— Dice dolida, pero me importa muy poco su dolor... Quiero lastimarla— Tu padre y yo decidimos quitarte de momento tu herencia que te dejó tu abuela.— Añade conteniendo las lágrimas.
— ¡¿Que?! ¡Ustedes no tienen ningún derecho hacerme eso... Es mi dinero, y la abuela me lo dejó para mí... No pueden quitármelo!— Ese es su golpe de gracia
Vaya familia que tengo.
— Claro que podemos hacerlo, no te olvides que yo soy la albacea hasta que uno de mis tres hijos decida casarse. He Sido demasiado débil y he dejado que ustedes incumplan la voluntad de su abuela.
Mi abuela nos heredó una gran fortuna a sus tres nietos, eso sí con algunos requisitos y el principal es que uno de nosotros contraiga matrimonio para que los tres tengamos acceso total del dinero, Isabella nos entregó el sesenta por ciento de esa fortuna, Christopher y Joshua lo han sabido capitalizar diciéndo que el dinero no dura para siempre. Son unos idiotas y no saben disfrutar de la vida.
— Esto es venganza... No puedo creer que me estén haciendo esto— ¿Por qué me odian?¿Que daño les he hecho yo? Lo que me están haciendo es imperdonable.
— Sólo dices estupideces... Hablaremos mañana cuando estés más calmada— estoy petrificada, nunca esperé tanta crueldad de parte de mi familia hacia mi.— Que tengas buena noche— dice casi llorando y sale de mi cuarto dejándome con una sensación de dolor.
Cierro la puerta y me voy acostar a mi cama.
Ya acostada me derrumbo.
****
No sé cuánto tiempo llevo llorando hasta que escucho la puerta abrirse nuevamente.
Joder nuevamente Isabella, viene a molestar, pero ahora sí me oír. No me dejaré pisotear.
Me doy la vuelta para enfrentar a mi madre pero no es Isabella la que está parada viéndome si no que es Williams quien me mira con expresión impasible.
—¿Tú qué haces aquí?— No quiero escuchar sermón de él.
—Sólo querías que supieras que le rompiste el corazón a tu madre— me dice en voz baja.
Siento como si me hubiera dado un puñetazo en el estómago dejándome sin aire. Los amo, pero estoy muy furiosa con ellos por cómo me han dado la espalda.
— Yo... yo sólo me defendí— digo tibuteando. — Además ella quiere quitarme lo que mi abuela me heredó a mi. Por Dios la fortuna de la abuela debió ser sólo para mí, después de todo yo soy la única hija biológica de su hija. Su única nieta de sangre— Christopher y Joshua son adoptados.
—¡Cállate! No vuelvas decir eso ¡Nunca más ¿Me oíste?!— Grita— Además ¿De qué o de quién te defendiste?— Contrataca.
—De todos ustedes— me incorporo de inmediato. Sé que él viene atacarme — ustedes en ningún momento se han preocupado por mi.
—Ósea, según tú, nosotros estamos atacandote. No jodas, Jessica — vocifera — fuiste muy injusta con tu hermano y tu madre... Y ahora estás diciendo que la herencia de tú abuela sólo debió ser para tí porque eras su única nieta legítima... ¡Estás loca! Estás cegada por el odio — añade furioso— pero conmigo no funcionará tus palabras hirientes.
—Si me vienes a molestar con tus sermones, mejor lárgate de mi...
Williams Ross, no me deja terminar de hablar.
—A mi no me vienes con tu mierda de mocosa malcriada. ¡¡Ahora me vas escuchar, te guste o no!!
Me quedo pasmada. Mi padre nunca me había hablado así. O más bien, me está gritando.
—¿Tú sabes lo que está haciendo el padre y la hermana de Michael Mills?— Espeta, — están lidiando con todas las mujeres que tenía tu "noviecito" antes, durante y después de conocerte...— añade sin bajar la voz
Editado: 18.07.2020