24. EL PRINCIPIO DE LAS VERDADES

     CHRISTOPHER

Estoy por darle un sorbo a mi cerveza cuando el timbre anuncia visitas. Mmm, tal vez sean Marcus y Tyson, aunque es temprano todavía. Dejo la cerveza encima de la mesita del café y voy abrir la puerta.

— ¿Señor Christopher Ross?— Un joven rubio de ojos azules está parado enfrente de mi puerta cargando un enorme ramo de rosas rojas.

— Soy yo.

— Firme aquí— firmo la entrega. — Esto es para usted— ¡¿Que?!

Asombrado me quedo viendo el enorme ramo de rosas. ¿Son para mí? Esto debe ser una broma... Una de muy mal gusto... Tal es Joshua que está molestando.

— ¿Quien lo envía?— Le pregunto al joven

— No lo sé, yo sólo cumplo ordenes.— Responde el muchacho antes de entrar al ascensor.

Cierro la puerta y busco alguna nota en medio de las rosas. Encuentro un sobre, de inmediato lo abro y leo la nota.

Disculpa por lo de ayer la noche, sé que piensas que quiero inmiscuirme en tu vida, pero es que me aterra perderte... Siento que ésta Adele no es como las otras... Por favor dime qué es cómo las otras, dime qué no te estoy perdiendo. Por favor Christopher.

Xx A.

Posdata: llámame o respóndeme.

Ésta mujer está loca. Arrugo la tarjeta hasta hacerlo una bolita y lo tiro junto a las rosas en el bote de basura. Reconozco que las rosas son preciosas pero no las acepto porque es Amanda quien me las envía.

Tomo mi teléfono y le envío un mensaje a través de Whatsapp.

Pensé que odiaba la cursilería pero al parecer me equivoqué... En fin. Tú no me estás perdiendo porque tú y yo no somos nada, lo que fuimos se acabó. Creí haber sido claro contigo. Por favor déjame en paz... Te lo pido. Haz tu vida y no me moleste más.

Posdata: Adele no es cómo las otras... Ella es especial. Enserio te lo pido ¡No jodas más!

Le doy enviar y dejo mi celular en la mesita del café.

Sé que Amanda no se quedará quieta, pero depende de mi cortar todo lazo con ella... Ya he sido lo suficiente estúpido para caer una y otra vez en sus redes pero ahora se acabó definitivamente.

Diez minutos después tengo la respuesta de Amanda.

¿QUIEN TE HAZ CREIDO PARA DESECHARME? SOY YO QUIEN DECIDE CUANDO SE ACABA ESTO, Y TE JURO QUE ENTRE TU Y YO NO SE ACABADO NADA...  ¡TU ERES MÍO! Y OLVÍDATE DE ESA MALDITA ASESINA... TE LO ADVIERTO 😡😡😡😡

Está furiosa, pero a mí no me importa su furia.

¿Estás hablando enserio?¡NO ME AMENACES ESTÚPIDA! Y yo no soy tuyo... Nunca lo fuí, sólo fui un estúpido que se dejó llevar por las artimañas de una zorra. Adiós.

Le doy enviar y de inmediato bloqueo su número para que no siga jodiendo.

Necesito un trago, Amanda me ha puesto de muy mal humor.

     *****

El sonido del teléfono me obliga salir de la cocina donde estaba preparando un sándwich.

Tomo el teléfono y respondo.

— Buenas noches.

— ¡¿Por qué me haz bloqueado?!— Debí saber que llamaría a mi casa—  ¡¿Quien te crees que eres para insultarme?!

Cuelgo, me irrita su voz. El teléfono suena nuevamente pero no tomo la llamada.

Una hora después aparece Tyson, Withmore y para mí sorpresa junto a ellos está Amelia.

— ¡Amelia!— Me sorprende verla aquí.

— ¡Ross!— Abre los brazos para abrazarme.

Amelia es alta, pelo negro, piel morena y unos enorme ojos negros.

— ¿Cómo te fue en tu luna de miel?

— Ya lo imaginarás— me guiña un ojo.

Me aparto un poco de ella. Tiene el pelo brillante, una sonrisa deslumbrante.

— Puedo imaginarlo— le sonrío.

Afortunadamente el teléfono ha dejado de sonar.

Saludo a Jason Tyson y Marcus Withmore con un apretón de mano.

— Pasen— les digo al cerrar la puerta.

Los guío al salón y les pido que tomen asiento.

— ¿Quieren algo de beber?

— Cerveza— responde Tyson

— Cerveza para mí también — añade Marcus.

— Lo mismo que los chicos— añade Amelia.

Me voy a la cocina y de la nevera tomo cuatro corona, le saco las tapas y regreso a mi sala.

— Tengan — le doy a cada uno una cerveza.

Amelia de inmediato le da un sorbo a su corona.

— Necesitaba esto... Aunque algo más fuerte no me vendría mal.

— Ha ocurrido algo ¿No es así?

— ¿Por qué lo dices?— Me pregunta Marcus

— Porque Amelia sólo bebe cuando ha tenido algún altercado con alguien ¿Que ha sucedido?

— Me quitaron mi investigación.

Amelia ha estado investigando una posible conexión entre el gobernador y un posible cártel mexicano, pero no ha obtenido muy poca información... Investigar a los poderosos es muy difícil a veces y más si ésta gente tiene a quienes los protejas directamente de la policía.

— ¿Por qué?— Ella llevaba mucho tiempo investigando con muy pocos resultados.

— Porque la DEA se hará cargo— le da otro sorbo a su cerveza

— Lo siento, no estoy en condiciones de ayudarte.

— No te preocupes, ya me enteré lo que sucedió— suelta un suspiro — estoy tratando que me den el caso Mills, pero el teniente dijo que Tyson y Withmore están a cargo— le da una mirada a sus compañeros.

De modo que definitivamente no le dieron la investigación al imbécil de Sam.

— Para mi sería perfecto que te unas a ellos— le digo.

— Intentaré convencer al teniente mañana — añade Marcus.

— ¿Que tenemos del caso hasta el momento?— Es Tyson quien pregunta dirigiéndose a mí

— Están culpando a una chica inocente—

— ¿Cómo estás tan seguro que no ha sido ella?— Me interrumpe Amelia.

— La data de muerte es a las dos de la mañana, pero esa data es falsa... A las dos con treinta y seis minutos Michael Mills le envío un mensaje a su exnovia— Amelia me observa con curiosidad—la hermana de Michael me confirmó lo del horario del mensaje, ella vio ese dichoso mensaje en el celular de Adele Phoenix.