La vida de Lion había sido una montaña rusa desde que tenía memoria. Su madre solía decir que él había nacido con un espíritu rebelde, imposible de domesticar. Desde temprana edad, los problemas parecían seguirlo como una sombra. Peleas en la escuela, discusiones con profesores y una incapacidad para mantenerse bajo las reglas habían marcado su infancia. La familia de Lion se había mudado de ciudad en ciudad, intentando darle un nuevo comienzo en cada lugar. Sin embargo, era como si llevara el caos consigo.
Ahora, en esta nueva ciudad, Lion esperaba poder mantenerse fuera de problemas. Aunque no lo admitía, estaba cansado de comenzar de cero una y otra vez. Había aprendido a construir muros a su alrededor, a no permitir que nadie se acercara demasiado. Era más fácil así, o al menos eso se decía a sí mismo. Pero todo cambió cuando conoció a Jacki.
Jacki era el polo opuesto de Lion. Era una chica tranquila, disciplinada y centrada. Siempre había sido la estudiante modelo, esa que los profesores alababan y los compañeros admiraban en silencio. Su mundo giraba en torno a sus libros, sus metas y el sueño de convertirse en escritora. Mientras Lion escapaba de los problemas, Jacki los evitaba cuidadosamente. Era como si vivieran en universos completamente diferentes, pero el destino había decidido cruzar sus caminos.
Desde el momento en que Jacki conoció a Lion, sintió algo diferente. Había algo en él que la intrigaba, una mezcla de peligro y encanto que no podía ignorar. A pesar de sus intentos por mantenerse enfocada en sus estudios, su mente volaba hacia él cada vez que lo veía. Era como si su presencia llenara el aire de una energía electrizante, imposible de ignorar.
Una tarde, Jacki estaba sentada en el parque con un libro en las manos. El sol se filtraba entre las hojas de los árboles, creando patrones de luz y sombra sobre el césped. Estaba tan concentrada en su lectura que no notó cuando Lion se acercó.
—¿Siempre estás tan concentrada o solo finges para evitar hablar con la gente? —preguntó él con su característica sonrisa ladeada.
Jacki levantó la vista, sorprendida. Él estaba de pie frente a ella, con las manos en los bolsillos y esa expresión de seguridad que parecía ser parte de su esencia.
—¡Lion! No te escuché llegar —dijo ella, cerrando el libro con cuidado.
—Eso pasa cuando te pierdes en otro mundo. ¿Qué lees?
—“Cumbres Borrascosas”. Es uno de mis favoritos.
—¿Ah, sí? Siempre he pensado que los clásicos son un poco aburridos, pero tal vez debería darle una oportunidad si te gustan tanto.
Jacki sonrió, sintiéndose cómoda a pesar de la intensidad de su mirada. Había algo en la forma en que Lion hablaba que la hacía sentir especial, como si él realmente estuviera interesado en lo que tenía que decir.
Pasaron las horas hablando sobre libros, música y la vida en general. Jacki comenzó a notar pequeños detalles sobre Lion que la hacían sentir atraída hacia él. La forma en que sus ojos brillaban cuando hablaba de algo que le apasionaba, la manera despreocupada en que se movía, como si el mundo entero fuera su escenario. Pero también notó una melancolía oculta, una tristeza que él intentaba esconder bajo su actitud despreocupada.
Esa noche, mientras caminaban de regreso a sus apartamentos, Lion se detuvo de repente.
—¿Sabes algo, Jacki? —dijo, mirándola directamente a los ojos.
—¿Qué cosa?
—Eres diferente. No como las demás personas que he conocido. Tienes algo… especial.
Jacki sintió que su corazón se aceleraba. No estaba acostumbrada a recibir cumplidos tan directos, y menos de alguien como él.
—Gracias, creo —respondía, sintiéndose un poco nerviosa.
Lion sonrió y continuó caminando, dejándola con una mezcla de emociones que no podía explicar. Esa noche, mientras intentaba conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en él. Había algo en Lion que la atraía, algo que desafiaba toda lógica y razón.
Por su parte, Lion también se encontraba pensando en Jacki. Había conocido a muchas personas en su vida, pero ninguna como ella. Había algo en su tranquilidad, en su forma de ver el mundo, que lo hacía querer ser mejor, aunque fuera solo un poco.
Sin darse cuenta, ambos estaban comenzando a escribir una historia que cambiaría sus vidas para siempre.
#5905 en Novela romántica
#1568 en Chick lit
amor escondido, reencuentros amor pasado, reencuentro primer amor
Editado: 20.01.2025