Inspirando Profundo

Capítulo 1

 Si mamá.. – le respondía victoria a su madre. Había llegado al complejo universitario seis día atrás. Hoy su madre le habría llamado cuatro veces, dos menos que ayer ese era un gran avance- ya me he instalado completamente 
- Hay cielo!!- chillo ella –te hecho de menos– ese par nunca se había separado desde que el padre de victoria falleció. 

Por ello y muchos acontecimientos que le siguieron Amely se ha vuelto sobreprotectora, aunque cabía aclarar que ella también extrañaba a su madre . 
Pero si se permitía ponerse triste esos cinco años que restaban significarían desbordantes y para tinieblas tenía bastante con su como ella lo llamaba <<pequeño infierno interior>>. 

-Lo sé ma.., solo recuerda que este cambio es necesario y natural ¿Si?. 
– Claro que sí, se que hacía debe ser , solo cuídate Vicky – no pudo evitar rodar los ojos y es como si su madre viera tal acción – y no me puedes los ojos jovencita – comenzó a reír sin poder evitarlo. 
– Está bien!! No se enoje Doña Amely – eso la enojo aún mas, pero de forma divertida para victoria– debo colgar mañana es mí primer día– mintió descaradamente hacía tres días comenzó las clases, no lo hizo por qué le guste mentir, solo mintió para esquivar más preguntas de su madre. 
– Bien Vicky..– generalmente odiaba que la llamarán en diminutivo, todo lo que pensaba cuando acordaban su nombre era, ¿ Por que hacerlo? ¿No podían simplemente llamarme por el nombre que aparece en mí acta de nacimiento?, De verdad ¿Es tan difícil…?.nunca lo entendería– cuídate y mucha suerte tesoro.. adiós. 
– Adiós mamá y .. gracias. 
Luego de colgar la llamada se recostó en el no tan cómodo colchón disfrutando del silencio, no tenía compañero de piso, le costó mucho trabajo conseguirlo así, dos dormitorios con un baño cada uno, una cocina, un pequeño salón, Un desperdicio de espacio, no tenía ganas de compartir techo con nadie . 

Hay dos motivos para estar aquí, uno: estudiar, dos: olvidar. 

Victoria recorre la oscura habitación con los ojos, aún en medio de la penumbra recuerda cada cosa y como está colocada, la fotografía con su madre sobre la mesa de luz, el armario del lado izquierdo, contra la misma pared los adornos de porcelana bien colocados en los estantes del mueble caoba, a la derecha en la pared el portarretratos con la  que se había tomado junto a su primo el día de su graduación aquel día en el que lo vio, aquel día en el que conoció esos ojos miel, los de el, los de Álex. 


Max llevaba una toga azul y un birrete sobre su traje negro, victoria quien llevaba puesto un hermoso vestido blanco se encontraba junto a él tomándose una fotografía cuando aquel chico se acercó. 
– –Enhorabuena hermano!! – grito abrazando a Max y elevando lo de forma tal que casi caen al suelo. Su primo y el desconocido Reían muy animados por el hecho de que al fin se había graduado, y luego el la miró por una fracción de segundos. Hizo un ademán de saludo y musitó un corto <<hola>> , ella le respondió de igual manera y devolvió toda su atención a su pariente. 
– – Te veo luego Max, estoy muy orgullosa de ti– expreso sinceramente, sabía lo mucho que le había costado llegar , fue un año difícil para el, para todos. 
– –y yo pequeña pulga– la abrazo y elevó para hacerla girar por los aires y para no caer ella lo sujeto del cuello– estoy el doble de orgulloso de ti, admiro la fuerza de voluntad que has puesto– luego la bajo y beso la sima de su cabeza sin romper el abrazo.  
– Siempre habían sido muy unidos. Este último año fue muy doloroso. Debido a la muerte del padre de victoria y su estado de ánimo luego de aquello. 
Hubo un gran accidente de transito, su padre falleció en el acto mientras que ella despertó en el hospital tras dos semanas, cuatro cirugías, y múltiples heridas en el cuerpo. Luego de un tiempo volvió a casa, todo marchaba bien hasta pasados los seis meses, un día el dolor y el vacío eran tan grandes que victoria se cuestionó si merecía la pena seguir viviendo . 

Aquel desconocido los observaba de manera curiosa– ¿No vas a presentarme a tu novia?– pregunto, los primos se echaron a reír a lo que esté enarco una ceja y solo confusión surco su rostro. 
– No somos novios – afirmó Max divertido– ella es Vicky, nuestros padres eran buenos amigos, hermanos de hecho, así que crecimos como primos– y le dedicó una sonrisa conocerá a su pequeña prima en lo que la acercaba para estrecharla– somos familia, casi mí hermana pequeña– pero aquel bello momento se opaco cuando agrego– además..¿tú crees que saldría con una pulga? – ante el comentario victoria le dio un puñetazo en el estomago– y para rematar agresiva –  ambos rieron. 
– En ese caso.. Hola!! Soy Alexander – se presentó extendiendo la mano – pero puedes decirme Alex– ella estrecho su mano. 
– Un placer conocerte Alex, soy victoria– su nuevo admirador le dedicó una sonrisa, una de esas muy bellas, que son capaces de crear y destruir al mismo tiempo. 
Luego de aquel día cada v z que salía con Max, Alex iría con ellos, cada vez que visitaba a su primo y viseversa, Alex también estaba allí.  
Sabia que el y su primo tenían una larga amistad a pesar de sus diferencias de edades, pues Alex y ella tenían la misma edad mientras que Max era dos años mayor. 
Aún así le parecía muy extraño su comportamiento aunque sabía por donde IVA la cosa.  
Luego de mucha insistencia su primo la convenció de aceptar la invitación a salir de Álex, una que había rechazado en múltiples ocasiones. Aquella fue su primera “cita”, algo tan simple como ir por una pizza, pero la habían pasado muy bien. 
Volvió aceptar una segunda, y a la sexta fue donde la simple amistad cambio. 
Se encontraban caminando y hablando de trivialidades, disfrutando de un helado. 
– De verdad.. ¿Nunca más lo has hecho?– Alex no creía que ella no se había vuelto a subir a un carrusel luego de caerse de unos de los caballitos a los seis años. 
– No, no fue bonito.. ¿Sabes lo que duele caer de golpe y que tú trasero golpee fuerte contra el suelo?– el comenzó a carcajearse – al menos yo sé pedalear una bicicleta – se burló ella, Alex le había contado que cuando era niño había caído de su bicicleta, le dio miedo y nunca aprendió como manejarla. 
– No te burles es algo muy serio!! – chillo poniendo una mano en su pecho con fingiendo indignación – y si hablamos de habilidades, al menos yo sé comer helado sin dejar restos en todo mí rostro– se burló el. 
– ¿Dónde tengo?– pregunto mientras buscaba con la servilleta que tenía en la mano el rastro de helado, el negro con la cabeza mientras reía. Se aproximó hacia ella son borrar su sonrisa. 
– Deja yo te limpio..– musito, acercándose, pasó un dedo por la comisura de sus labios, una vez quito los restos de chocolate permaneció ahí muy cerca. 

Nunca lo había contemplado como en es momento. Sus labios se veían suaves y rojizos por el frío helado, si nariz perfilada, su hermoso cabello castaño, sus increíbles ojos color miel .. y esa mirada tan tierna la cual nunca avía notado . 
                  El se acerco mas, hasta que su pecho y el de ella quedaron juntos, estaba tan cerca que victoria tuvo que alzar un poco la cabeza para mirarlo debido a la diferencia de estatura, sus manos se aferraban a su cintura con firmeza, lo único que los separaba eran unos escasos sentimientos ya que sus narices casi se tocaban. La mirada de Alex que ahora e había tornada intensa y profunda no abandonaba la suya. Una de sus manos subió hasta su mejilla la cual acaricio de manera sutil, para luego recorrerla con el pulgar hasta que esté quedó sobre su labio inferior el cual rozo hacía bajo de manera suave, provocando que tragara saliva de manera muy brusca. 
–¿De qué hablábamos?– balbuceo ella de manera torpe. 
–Física nuclear? 
–¿De verdad?– el negro con la cabeza, acortando la distancia que quedaba. 
–No, pero deberíamos hablar de química..– murmuró a la vez que unía sus labios. 
De un momento a otro había dejado caer su cono de helado, y solo hasta ese momento se dio cuenta de que Alex había dejado caer el suyo hace mucho. Victoria Pasó sus manos alrededor de su cuello, una de las manos de el descansaban en su cintura y la otra en su nuca atrayéndola más si se podía. Sus labios sobre los de ella se movían dulces pero intensos, lentos pero cargados de necesidad. De momento se separaron pero sin perder el contacto visual. 
–No te das una idea de las semanas que llevo deseando probarte – confesó un muy sonriente Alex mientras volvía a besarla cortamente– sabes a chocolate– eso era a causa del helado pensó ella. 
–Tu sabes a menta y dulce– rieron . Hasta que la tomo de la cintura nuevamente y la acerco mirándola a los ojos. Esta vez serio. 
–Se mí novia.. – soltó sin más tomándola por sorpresa. Ella estaba atónita– por favor no me has sufrir esperando – ronroneo. Recibió silencio en respuesta entonces continuo– di que sí .. puede que Max o sin más me mate – argumento con fingido horror– pero no puedo imaginar un día más siendo solo amigos– ladeó la cabeza y repitió está vez en un susurro– se mí novia Vick..– ella asintió con una sonrisa. 
–¿Si?–  
–Si..– reafirmó . Alex se abrazó a su cadera besándola a la ve que la elevaba y daban vueltas riendo contra sus labios. 
Deambularon el resto de la tarde tomados de la mano, abrazándose o solo jugando y correteando se por el parque. 
Cuando callo la noche y debía llevar a victoria a su casa estaban tan emocionados que antes fueron a casa de Max el debía saberlo primero. 
Alex se encontraba asustado, pero el primo de Vick lo tomo muy bien– Estoy muy contento por ustedes chicos!!– exclamó con su sonrisa más sincera, luego endureció la expresión y se dirigió a su amigo– pero si dañas a mi pequeña pulga o si ella derrama una sola lágrima por la mínima estupidez te castro– luego volvió a sonreír, y Alex pasó saliva de manera brusca.  
Luego de unos días lo presento con su madre, la cual acepto gustosa la relación, creyó que sería bueno para victoria y si que lo fue. Mientras duro. 

Así comenzó todo: llamadas dando las buenas noches, textos dando los buenos días, los de el siempre llegaban primero, tardes de paseo, noches de películas, treinta y tres ramos de flores, cincuenta barras de chocolate, cientos de cartas, notas y poemas, miles de besos, abrazos y caricias. 

Comenzaron a trabajar juntos, comenzaron su último año en el colegio juntos, lo terminaron de igual manera. Ambos tomaron un año para reunir dinero y de esa manera poder tener un apartamento juntos cuando vallan a la universidad, así que optaron por retrasarse un año. 
El cumplió dieciocho la pasaron solos, cuando ella los cumplió el intento hacer un pastel. No salió muy bien. 
Llegó su primer aniversario. Pasaron su primer  fin de semana solos en una casa en la playa. Se amaron por primera vez, fue hermoso. Todas sus primeras veces fueron de Alex y a victoria no le molestó. Eran felices. 
Seis meses más transcurrieron , un año y medio de relación. Dos navidades, dos comienzos de año, millones de besos, billones de abrazos, trillones de beses dijeron te amo mientras se entregaban el uno al otro, una y otra ves. 
Casi nunca se separaban , solo lo hacían cuando el viajaba fuera de la ciudad a visitar a su mamá la cual estaba enferma. Salvo por ese infortunio todo IVA bien disfrutaban cada segundo. Hasta aquel día que llamaron a la puerta . 
Estaban juntos en casa de victoria como de costumbre. Peleaban por quien hacia las palomitas era su tan especial noche de películas. 
Sonó el timbre y victoria se apresuró y al abrir la puerta se encontró con una chica, ahí parada en el umbral, estaba pálida, con unas tenues bolsas oscuras bajo sus ojos los cuales estaban hinchados de tanto llorar. O así supuso Vicky. 
Lo que no logro advertir, fue el principio del fin. Para ellos. 

–hola? – la desconocida inspeccionó a victoria de arriba abajo. Como si quisiera entender algo – ¿Puedo ayudarte?– pregunto un tanto incómoda por su escrutinio. De pronto las mejillas y los ojos de la extraña visitante se sobrepasaron , lágrimas salieron de estos.¿ Lo más extraño?, Se mantenía inexpresiva. –¿Te encuentras bien?.– su estado era preocupante. Parecía que se desmoronaba poco a poco. 
–¿Esta Alex aquí?– inmediatamente Vicky frunció el seño, luego lo pensó y creyó entender la situación. Ya vez se trataba de un familiar de Alex trayendo noticias de su madre, y no serían muy buenas , eso explicaría su estado– se trata de la madre de Alex ¿Verdad?, Ella ¿Esta bien?– la chica le sonrió amargamente, al mismo tiempo negaba con la cabeza. 
–Eres bonita victoria y… muy buena persona, no mereces esto– dijo en respuesta – llámalo, por favor – suplico. ISO lo que le acaba de pedir. 
Alex salió de la cocina limpiándose las manos con el jean, al verla ahí en la sala paro en seco. 
–Liz– murmuró– ¿Qué…que hace aquí?– balbuceo torpemente alternando la mirada entre Liz y victoria. 
–Vine a decirle…es hora, se lo dices tú o se lo digo yo, es una buena persona Alex, no puede vivir una mentira– Vicky fijo los ojos en Liz y luego miro direcciono su mirada hacia el. 
–…¿De qué mentira habla?– cuestiono. Al no obtener respuesta agrego.– ¿Qué has hecho?, di algo Alex. 
Alex agachó la cabeza y murmuró <<lo siento>> 
Y en ese microsegundo todo su mundo, cayó. Esa relación perfecta era solo fantasía. 

Liz explico que tenía una relación paralela con Alex . A ella le habr8a hecho creer que estudiaba fuera de la ciudad, por ese motivo pasaba más tiempo con victoria. A ella le hacia creer que visitaba a su madre enferma y esos fines de semana los pasaba con Liz.  
En su última visita habría terminado con Liz y le habría hablado del paralelismo con Vicky, según el la amaba ,pero eso… ya no importaba no para ella.  
No borraba tanto engaño. 

Victoria se alejo. Max cumplí su promesa. Como algunos dicen “la calle invita y el hospital espera” y así fue. Alex había lastimado a su prima y el lo envío a emergencias. 
Max de arrestado esa tarde. Pasaron tres días y lo dejaron ir Alex no presentaría cargos. 
El estado volvió a crecer dentro de Vicky cómo hacía dos años. Su primo intento consolarla explicándole que no era su culpa, pero ella no quería entender, se encerró en si misma, recayó en el mismo pozo, y busco la misma salida que la última vez. Por fortuna sobrevivió . 
Casi de milagro.  
Las heridas cicatrizaron. Pero la herida más profunda fue la que trazo en su familia una herida que cada vez que los miraba a los ojos se veía abierta y sangrante. 
Debía alejarse solicito Baca en Boston . No era necesario ya que tenía ahorrado dos años de trabajo en el banco y dirigía con su madre la agencia de viajes e su padre. Concluyó que prepararse para el examen le tomaria tiempo y así fue. Se abarroto de libros y tareas tres meses. El resultado fue el esperado . 
Tres meses después llegó el día de partir. Su ahora ex apareció en su casa, rogó que lo escuchará. Se lo concedió. Negó muchas cosas y prometió muchas otras, nada era suficiente el daño ya estaba hecho. 

–vick, por favor estoy aquí por qué me importas– lloraba como un niño. Increíble. 
–y yo me voy por qué ya no me importas– sonrió amargamente– ni siquiera puedo odiarte por qué ese también es un sentimiento, no quiero.. volverte a ver. 



#9710 en Joven Adulto
#38960 en Novela romántica

En el texto hay: adolecente, amor, verdad

Editado: 21.11.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.