Prólogo

- Corre...

Aquel susurro dulce había estado invadiendo mi mente. Noche tras noche desde... No recuerdo.

No llevaba un recuento claro de la cantidad de noches que había pasado encerrado. No se si fueron semanas, meses o incluso años los que transcurrieron desde que me vi a mi mismo de las cadenas de la monotonía.

Habían establecido una rutina específica para mi, cada segundo de mi día estaba estrictamente planificado y cuando caía la noche, cuando finalmente podía caer rendido sonre mi catre, estaba demasiado agotado como para mover un sólo músculo y era entonces, sólo entonces, cuando esa voz cantarina se colaba dentro de mi cabeza.

Estaba seguro de haberla escuchado con anterioridad, pero no tenía idea de en donde y cada vez que intentaba crear memoria una densa niebla se cernia sobre mi. Haciendo que acabara con un dolor de cabeza que no me dejaba dormir tranquilamente durante toda esa noche.

-Corre porfavor...- volví a escuchar la voz. Esta vez con mayor ahínco y tal fue la intensidad que mi cuerpo cambió de posición rápidamente.

Segundos mas tarde, a lo lejos escucho un estruendo. Similar a una explosión y precedida por un fuerte viento que azotó las paredes y colandose por el ducto de ventilación haciendo que toda la celda se estremeciera. 

Y finalmente, lo que parecía un sistema infalible, colapsó y por última vez, escuché su voz.

-¡Holo hello! 
-Klk mi genteeee! Como la pasaron?!
-No hagan caso a Mer 😂😂😂 aún está medio tocada por el fieston de anoche. 
-Wiiiiiii
-Ven? Bueno mi gente, aqui tenemos después de mucho tiempo la segunda parte de Bestia. Espero y lo puedan gozar tanto como yo.

¡Besos hechizados!