Chapter eight:
-- Entonces, ¿Qué van a tomar los dos? -preguntó Abby energéticamente.
-- Yo quiero un jugo de naranja. -dijo Krista.
-- Yo no necesito nada. -dijo August negándose.
-- ¡Claro que sí! Salvaste la vida de mi mejor amiga, sin duda te traeré algo. -dijo Abby saliendo de la cabaña.
Ambos estaban sentados en el sofá, el pie de Krista había sido tratado y solamente tenía una cortada que le provocaba dolor y el sangrado. August no tenía pensado entrar pero no pudo negarse luego de que Abby insistió. Por supuesto, también estaba cansado pero no quería desaprovechar la oportunidad de hablar con ella.
-- ¿Qué tal está tu pie? -preguntó August rompiendo el silencio, Krista lo vio y asintió.
-- Estará mejor, por ahora el médico me dijo que dolerá un poco. Pero por lo menos no me he quebrado nada.
-- Espero que sane pronto -él se acordó de el papel que encontró en la enfermería. Lo buscó en su bolsillo y se lo entregó-. Es de Abby, el número tres.
-- El número tres -dijo sosteniendolo. Vio hacía August nerviosa-, no era de Abby.
-- ¿Eh? -él la observo en blanco, las mejillas de Krista tornaron un color rosado.
-- Ella pensó que sería buena idea de que hable con Oliver -estaba incómoda pero tampoco quería esconderlo. Le observó por un momento-. Esté era mi papel al principio.
-- Ella...
Sí, claramente él estaba maldiciendo a la entrometida de Abby. Sin embargo, después de todo lo que pasó, no le quedó más remedio que dejarlo pasar y reírse.
-- Supongo que tampoco hubiese sido toda una odisea si ibas conmigo. -dijo bromeando.
-- Apuesto a que hubiese sido mejor que estar con un vendaje en el pie. -dijo Krista y comenzó a reir con él.
-- Abby no hacía más que hablar por el camino, le hubiese convenido más Oliver que es callado. -dijo August.
-- Pues sí.
Un silencio se tornó. Krista le observó, quizás más de lo que había hecho. En su rostro se formó una sonrisa instantánea.
-- Yo... Cuando era pequeña, siempre pensé que no merecía ser salvada -dijo ella recordando su infancia-. Había aceptado que nadie vendría a salvarme en una situación así, sin embargo, desde el momento en que te conocí, me has ayudado. -August no sabía como tomárselo, ¿Podía ser que ella estuviera pensando en él realmente como algo más que amigos?
-- Tampoco, había imaginado que estaría de esa forma para alguien -dijo admitiendolo-. Pero quisiera estarlo para ti.
-- Soy realmente afortunada de que seamos amigos. -dijo tomando las manos de August y sonriendo.
-- ... Sí, pero trata de no hacer nada arriesgado de nuevo. -por supuesto, ese fue un ataque directo. August se sintió un poco avergonzado de pensar que había algo más.
-- ¡No ha sido mi culpa! -dijo de inmediato.
La mirada de August cambio de repente, lo recordó, la forma en la que Oliver había dejado a Krista a su suerte. Se sentía molesto de siquiera pensarlo, no podía dejar que todo terminará en una disculpa.
Tenía, ¡No! Debía decírselo, decirle que había llegado muy lejos. August quién estaba en su mundo, no notó a Abby hasta que ella le acercó el jugo frío a su mejilla.
-- Ah...
-- ¡Aquí tienes! -dijo Abby sonriendole. August lo tomó de inmediato.
-- Gracias. -dijo él.
-- No es nada.
El celular de August había recibido un mensaje, lo cogió y se fijó lo que decía: "Estaré allí en media hora". Sí, ese sería el momento y lugar para hablar con él, para demostrarle que estaba equivocado.
-- Tienes que descansar -le dijo August a Krista-. Nos veremos mañana.
-- Oh, sí. Hasta mañana. -dijo Krista.
August se fue y Krista continuaba en la puerta descifrando como había cambiado su expresión sonriente. ¿Acaso había llegado un mensaje malo?
-- Supongo que todo primer amor, comienza a surgir luego de que un apuesto principe te salva.
-- No entendí esa referencia. -dijo mintiendo. Krista negó con su cabeza y sonrío.
-- Eres tan fácil de leer, Krista. Además de qué August es igual...
-- Tan sólo somos amigos, Abby. August está ahí. Es imposible no pensar que... -se detuvo a si misma y no pudo evitar sonreír. Abby al ver su expresión sintió un poco de envidia-. Simplemente es un buen amigo.
Krista dio media vuelta y caminó hacia el baño, Abby quedó con las palabras en su boca. Sintió una aflicción en su corazón, ¿Por qué se sentía así? Ella no podia enamorarse de ese chico, simplemente sufriría con un amor no correspondido.
Aunque, August era igual. No habría diferencias entre ellos, Abby sabía que Krista estaba interesada en Oliver... Todo era tan confuso.
...
Una hora después, Abby intentaba salir a hurtadillas de la habitación. Krista lo notó y abrió sus ojos lentamente hasta ver a su amiga en la oscuridad.
-- ¿Qué estás haciendo, Abby? Es hora de dormir. -dijo Krista sentándose en su cama. Abby chasqueo su lengua.
-- ¿Por qué tuviste que despertar? -dijo lamentándose. Krista no entendía nada.
-- ¿Estabas pensando en salir? -preguntó curiosa.
-- No, quiero... Ahg leí algo que no debí. -admitió Abby.
-- ¿Qué cosa?
-- El mensaje que le llegó a August estando con nosotras, él se reunirá con alguien en ... Bueno, supongo a esta hora. -dijo.
-- ... Ya veo -eso la tomó por sorpresa. Sin embargo, seguía sin entender la razón para que Abby vaya-. Creo que aún no me has dicho todo.
-- El que aceptó el encuentro era Oliver, no creo que ellos comiencen a pelear pero... -Krista encendió la luz, se puso unas zapatillas y prosiguió escuchando a Abby-. Es muy probable que no lleguen a buen puerto en esa charla...