Intentando Conquistarte

Capítulo 1: piloto

Me gustas. Si me preguntas por qué, te diré que verte sonreír me resultó fascinante, que perderme en tu mirada se convirtió en un vicio y que, sin darme cuenta, me volví adicto a tu presencia. Despertaste una codicia en mí que alguna vez consideré muerta. Me gustas tanto que siento que estas palabras no son suficientes para expresar todo lo que siento por ti; tu existencia se ha vuelto lo más importante para mí. Así que déjame conquistarte.

 

Me encuentraba en el coche esperando a que mi padre saliera de su oficina para irnos a casa.
Mientras esperaba, observaba cómo la lluvia caía suavemente como un susurro del cielo que mediante pasaba el tiempo más agresiva se volvia, miraba cómo los vidrios de las ventanas del auto se empañaban por el vapor que emergía de las calles.Miraba constantemente hacia la entrada, esperando que quien saliera fuera papá. Observé cómo se abrían las puertas y pensé: "Es papá". Pero esa idea se desvaneció al ver a una joven salir. La vi guardar su paraguas en su bolso y luego proceder a quitarse los tacones.Me pregunté por qué guardaba el paraguas si estaba lloviendo. Y sin darme cuenta, la vi salir corriendo bajo la lluvia. "Está loca", pense. Pero todo eso se me olvidó cuando noté que las puertas se abrían de nuevo. Esta vez, era mi padre. Me apresuré a tomar el paraguas que estaba en el asiento trasero y salí a su encuentro.

Al salir del auto, el viento frío me envolvió de inmediato, erizando mi piel y la lluvia empapo   mis zapatos. Al verme, mi padre me dedicó una gran sonrisa, que le devolví con la misma calidez. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.

Mientras me acercaba a mi padre, mi atención se desvió hacia la chica que había salido antes. Desde la tienda de la esquina, la vi emerger como una figura delicada bajo la lluvia. Su cabello negro caía en cascada, contrastando con su baja estatura. Con rapidez, se calzó los tacones, abrió un paraguas y se preparó para enfrentar la tormenta, caminando con una sorprendente velocidad.
"André," escuché la voz de mi padre, "apúrate, hijo."

Salí de mi ensueño y me apresuré hacia donde estaba mi padre. Llegamos al auto, empapados por la lluvia, y nos acomodamos en los asientos, sintiendo el agua gotear de nuestras ropas. Encendí el motor y nos pusimos en marcha hacia casa, mientras las gotas de lluvia golpeaban el parabrisas. 
Conversamos todo el camino para ponernos al tanto.

Llegamos a casa.

—¡André! —gritó Isa con mucho entusiasmo—. ¡Estás de vuelta! —dijo mientras corría a mi encuentro. Me abrazó con mucha fuerza.

—¡André! ¡Es bueno verte! Bienvenido —dijo Marié, compartiéndome una sonrisa a la que correspondí.

—Gracias, Marié —respondí.

—Papá, ¿por qué no nos dijiste que André regresaba hoy? —le reclamaba Isa a papá.

—¡Sorpresa! —intervine antes de que papá pudiera responder.
—La cena está lista, señora —dijo Gloria, quien al verme se sorprendió y me regaló una sonrisa.
—Bienvenido, joven.
—Gracias, Gloria —respondí, devolviéndole la sonrisa.

Nos reunimos todos juntos alrededor de la mesa, disfrutando de una velada agradable llena de conversaciones animadas y risas contagiosas provocadas por los ingeniosos inventos de Isa. El tiempo parecía volar, como si se deslizara entre nuestras manos mientras compartíamos momentos de felicidad. Extrañaba estar así con ellos.

Después de la cena, papá y yo nos retiramos al salón. El crepitar del fuego en la chimenea llenaba el silencio mientras nos acomodábamos en los sofás. Papá me miró con una mezcla de orgullo y seriedad.

—André, mañana comienzas a trabajar en la empresa —dijo, rompiendo el silencio—. Sé que es un gran paso, pero estoy seguro de que estás listo.

Me tomé un momento para asimilar sus palabras. Había esperado este día con nerviosismo y emoción a partes iguales.

—Lo sé, papá. Estoy un poco nervioso, pero también emocionado. Quiero hacerlo bien.

Papá asintió, su mirada se suavizó.

—Es normal estar nervioso. Todos lo estamos cuando empezamos algo nuevo. Recuerdo mi primer día en la empresa; también estaba lleno de dudas. Pero confío en ti, hijo. Tienes el talento y la determinación necesarios.

Me sentí reconfortado por sus palabras. Sabía que no iba a ser fácil, pero su confianza en mí me daba fuerzas.

—Gracias, papá. Significa mucho para mí escuchar eso de ti.

Papá sonrió y me dio una palmada en el hombro.

—Siempre estaré aquí para apoyarte, André. Mañana será el comienzo de algo grande. Solo recuerda ser tú mismo y dar lo mejor de ti.

Asentí, decidido a afrontar el reto que me esperaba.

—Lo haré, papá. No te decepcionaré.

Pasamos el resto de la noche charlando sobre la empresa y los proyectos en los que estaba trabajando. Poco a poco, mis nervios se fueron desvaneciendo, reemplazados por una creciente sensación de anticipación y propósito. Sabía que estaba listo para enfrentar lo que viniera.
Abrí los ojos con una mezcla de emoción y nerviosismo. Era el día esperado, mi primer día en Moon Blue, la cadena de hoteles familiar. Cada latido de mi corazón resonaba con la anticipación de lo que estaba por venir. Me levanté de la cama con un aire renovado, sabiendo que este era el comienzo de una nueva etapa en mi vida, una llena de desafíos y oportunidades.

Miré mi reflejo en el espejo y ajusté mi corbata con manos temblorosas. Vestía un traje impecable, pero por dentro, cada minuto que pasaba me sentía más nervioso y emocionado. Cada paso que daba hacia el futuro era un paso hacia lo desconocido, hacia un mundo de posibilidades que me aguardaba con los brazos abiertos.

Salí de casa y me dirigí a la empresa. En minutos, estaba frente al imponente edificio, un coloso de acero y vidrio que se alzaba majestuoso frente a mí. Al entrar todos los empleados me quedaban viendo y algunos cuchichiaban entre ellos, sin embargo, no preste atención. Me dirigí a la oficina de papá. Con cada avance del ascensor, los nervios se intensificaban; en ese momento, me dirigía hacia el futuro que me aguardaba en la cima.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.