Parte 18

Hay gente que tiene una historia
Que nunca quieren contar 
Jeff THE killer
 

- Toby Rogers ...
 

- mmm nop, no estaba entre los cuerpos que encontramos en el psiquiátrico
 

- Nina Hopkins ..

- si, esa si, apuñalamiento en la espalda y cuello, muerta

- Jane Arkemsaw ...

- tenía algunos moretones, heridas de apuñalamiento en el vientre, cuello y pecho, muerta

- victor Ernest wolfrom .....

- tambien lo encontramos muerto, los únicos que pudimos encontrar fueron esos junto con Ingrid, Natalie conocida como clockwork y....ya, todos los demás son enfermeros encargados del lugar

- mierda.....quienes son los desaparecidos

- Jeff es uno de ellos

- joder, maldita sea, quienes más

- emmm Masky que estaba internado en el lugar pero su cuerpo no estaba.....y.....Daniela Olveira junto con Sally Williams

- Daniela......

- que quiere que hagamos

- quiero que se pongan a trabajar, encuentren a esos criminales, especialmente a Jeff y a Daniela

- enseguida

- no quiero que vuelvan si no es con noticias de sus paraderos

- si señor

(…)

La ciudad. Cómo la extrañaba, llena de gente, de tiendas, casas, edificios etc. Tenía sangre seca en todo mi cuerpo y ropa, las personas me miraban con asco. Mis oídos no recibían buenos comentarios de parte de la gente.

" Por dios que asco, alejate "

" Que niña más sucia "

" Pobre infeliz "

" Conocerá lo que es baño ?"

Y más comentarios que la verdad que me dolían, así son las personas de este mundo, juzgan un libro por su portada sin conocer el contenido, juzgas a las personas por sus apariencias sin saber su historia. Ellos son así, muchos dicen que deben ayudar a quien lo necesita, pero en cuanto ven a alguien que de verdad requiere esa ayuda, simplemente se se echan a un lado. Es muy fácil decir las cosas, pero es difícil cumplirlas. Pero así es la vida, así es la gente, así en la triste realidad.

Sigo caminando y mi estómago empieza a regañarme, necesito comer, llevo horas con el estómago vacío. Ya no estoy caminando bien, estoy empezando a arrastrar los pies, estoy adolorida. Estaba pasando por un mercado, obviamente mi vista se desvío sobre una manzanas. Pare en seco, en mi mente estaba la batalla entre si y el no.
Si, robate una manzana
No, no robes, eso está mal
Si o no. Siempre fui una chica correcta, estaba en contra de robar, pero en una situación cómo estás, a veces hay que tomar decisiones malas, aunque, es para sobrevivir. Es ese vendedor que recibe dinero, tiene un hogar, comida o yo, que no te go nada en estos momentos.

Sin remedio alguno camine lentamente a la estantería dónde estaban las manzanas, se veían muy bien. Mi apariencia llamaba mucho la atención de todos, ganándome comentarios absurdos y expresiones de asco.

- niña hazme el favor y lárgate, me espantas a los clientes con tu mugrosa apariencia - hablo el vendedor mientras metía unas manzanas dentro de una bolsa para dársela a una señora que obviamente me miraba mal

- dis.. disculpe pero.....cree que podría darme una manzana - hablé con miedo

Aquel vendedor me miró con mala cara haciendo una mueca de asco.

- tienes con que pagar ? - niego con la cabeza - entonces lárgate, estorbas

La señora a mi lado tenía una niña que parecía tener 11 años, su mirada expresaba pena tal vez. Tenía la idea de llevarme una e irme corriendo, pero.....puedo correr el riesgo de ser atrapada porque no tengo fuerzas para correr. Así que solo ignoro esa idea y me voy.

Con mis ojos llorosos camino alejándome del lugar hasta que siento un toque en mi hombro. Al girarme era la niña de hace unos segundos, simplemente tomo mi mano y en ella puso la manzana que tanto quería y se fue sin poder darme tiempo a decirle gracias, al parecer su mamá no se dió cuenta de su buen acto hacia mi.

(…)

Ya estaba oscureciendo y ya me había comido la manzana, pero no era suficiente, el hambre aún seguía y cada vez era más fuerte el gruñido de mi estómago. Seguí caminando sin rumbo alguno. No sabía a dónde ir.

- hey niña

Paro en seco, la voz era débil y femenina, giró sobre mis talones encontrándome a una mujer con bastante edad, lo sé por las arrugan de su cara y su pelo gris atado en una coleta. Llevaba unas bolsas en las manos y se podría decir que no era tan alta, era de mi tamaño.

- Que haces aquí tan sola - dice mientras se me acerca

- yo emmm, no tengo a dónde ir

Aquella anciana se me queda mirando por unos minutos analizandome con la mirada de arriba abajo.

- puedes venir conmigo

- que ? En...enserio....

- claro, mira....yo estoy muy sola, no tengo a nadie y la verdad tú me servirías de mucha ayuda, quieres venir...

- emmm - la verdad no tenía opción - cla...claro

- pues ayúdame con las bolsas que pesan mucho y acompañame

Tomo las 3 bolsas y la sigo. Es muy raro y a la vez bueno que alguien me ayude. La verdad es que nadie se atreve a llevar a un desconocido a su casa.

Al llegar su casa era bonita, no muy grande, tenía dos habitaciones. La casa tenía algunos adornos antiguos, como jarrones y muñecas de porcelana.

- vivía aquí con mi esposo y mi hijo, lamentablemente mi esposo murió no hace mucho y quedé sola

- y su hijo ? - pregunté mientras ponía las bolsas sobre la mesa

- mi hijo fue asesinado hace mucho, lo encontré en su habitación ya sin vida y sin ojos

Involuntariamente mi rostro hizo una mueca de horror, esta señora hablaba de más. Solo había preguntado sobre su hijo, con solo decir "fue asesinado" era suficiente, lo peor de todo es que me imaginé la escena y mi estómago se revolvió.

(…)

La señora me había dejado entrar a su baño y darme una ducha para quitarme la suciedad y la sangre seca, me prestó una bata suya que me quedaba bien, algo ancha y larga, pero era comoda.
Estaba sentada en la cama de la habitación que era del hijo de la señora quien se me había presentado como Leila