Prologo

Ethan era un chico de 17 años,  el era alto y delgado, de piel clara y ojos color avellana, su cabello negro azabache; un chico normal a la vista de todos. El no era muy resaltante entre los estudiantes, era de las personas que sabes que está allí, pero no te interesa lo que haga; aunque algunas chicas decían que era lindo, lo tachaban por antisocial. El no era tan malo en la escuela, su promedio rondaba entre los 8 y 7,5.

Ethan no tenía amigos, ya que socializar no era lo suyo, él era amigable, si, pero nadie se le acercaba, al principio si lo hacían, pero se rindieron al ver que él no mostraba interés, y él a veces agradece que no lo hagan, eso le hacía la vida más fácil, alejándose así de los típicos problemas adolescentes.

Toda su vida iba bien hasta la llegada de su prima, la cual lo ayuda a introducirse en el mundo social, y también puede que lo ayuda a encontrar una cosa… amor. Aunque no todo es tan fácil como parece. Esto lo lleva a que se introduzca hasta el cuello en los problemas que estaba tan empeñado en apartar.

Y recuerda, nadie sabe la vueltas que da la vida, o tal vez si saben que las da, pero no donde.