24 de diciembre…
La lluvia comenzaba a caer, no se había previsto ninguna lluvia en días y justo cae este día. No se podía notar ninguna casa, el trineo volaba con su propia suerte, Santa Claus intentó aterrizar en alguna casa, pero no lo logró y chocó…
-¡No! -gritó el niño- pero ¿está bien?
-Claro -su padre le confirmó.
-Que bien -se alivio el niño- sigue papá.
-De acuerdo…
chocó contra el suelo haciendo que todos los regalos cayeran junto él, logró recoger la bolsa gigante de regalos y llevó todo junto a sus renos a un lugar seguro, por suerte logró llegar al último lugar que le faltaba para entregar, una casa muy grande llena de luces.
El joven Santa Claus dejó los regalos debajo del árbol aunque no fue tan sigiloso como pensó y despertó a la hija mayor, dejándola atónita porque la chica dejó de creer desde mucho tiempo atrás sobre Santa Claus enfocándose en su vida adulta.
Los dos se quedaron mucho tiempo mirándose hasta que el Santa Claus hizo una seña con su mano en forma de silencio.
-Es mi primera vez siendo Santa Claus, dejarías a este joven regresar sin alterar al mundo entero -La chica tan solo sonrió.
-Claro, si la próxima vez me traes un regalo más grande.
Así Santa Claus salió de ese lugar, para seguir con su ruta a su siguiente ciudad y cada navidad restante siempre le dejaba un regalo grande a la chica aunque no estuviera en la lista, porque no era una niña, era una adulta como él.
El padre cerró el libro.
-¡Que increíble! ¡Otra historia!
-Ya no, es hora de dormir, si no Santa nunca vendrá.
-Papá ¿Crees que algun dia tambien podre ver a Santa Claus?
-Seguro que si, mis abuelos lo pudieron una vez y también me dijeron que en el pueblo en él viven es hermoso.
-¡Si! ¡Te prometo que encontraré a Santa Claus y te contaré todo cuando regrese!
-Seguro que lo lograras, por ahora debemos dejar que él haga su trabajo y nosotros el nuestro que es ir a dormir.
El niño obligado se fue a dormir.
5 de agosto…
Sería totalmente genial si pudiera decir que es un dia mas, pero no. Hoy el aire se siente pesado, el cielo está oscuro y yo no puedo más que pensar en la tumba que veo al frente de mi.
Mi padre ha muerto.
No hay más para decir, ya no está conmigo, no puedo dejar de llorar por esto, todo estaba bien, acabo de convertirme en soldado militar y hasta celebramos juntos, pero alguna persona en el mundo decidió manejar después de beber y ahora mi padre ya no está.
Desde que tengo memoria éramos nosotros dos, mi madre falleció cuando tenía dos años de edad, nunca la logre conocer, pero mi padre… Ha estado conmigo estos veinte años que he vivido.
Luego de un largo día, después de muchos abrazos de consuelo, me fui a mi casa. Entrar se siente mal, pero es lo que queda, es lo que me toca en esta vida. No puedo evitar revisar cada una de las cosas en esta casa.
En algún punto he parado en el lugar más desolado que hay en esta casa, el ático. Siempre guardamos todo y nunca más subíamos, ahora será mi lugar de recuerdos, está todo, mis primeros juguetes y libros, cosas que ya no queríamos ver que debimos tirarlo antes.
Pero tan solo por una cosa en especifico voy, la caja prohibida, la caja que mi padre tanto me repitio la misma frase cada que la buscaba ¨Te la daré cuando estés listo¨Lo hacía ver misterioso para que me interesara más y funciono, para mi niño de nueve años.
Tomó la caja con muchas cosas, siempre supe que había aquí pero no sabia de todas estas cosas alrededor, tan solo del libro en mis manos, el libro de historias de navidad, nunca me dejó leerlo, me contaba dos historias cada navidad y cuando se acabaran me daría el libro.
Tan solo faltaba esta navidad para ello.
Sigo revisando y hay un papel con lo que parece ser un código, lo que parece ser un muérdago muy bien conservado y un lindo gorro de Santa Claus. Dejo todo de nuevo en su caja y la bajo a mi habitación.
Al final de cuentas solo faltan unos cuatro meses para navidad, puedo seguir esperando para terminar el libro.
24 de diciembre…
Terminamos siendo los hermanos descarriados ante todos, pero ninguno de los dos nos arrepentimos e incluso, muchos en el pueblo tampoco han de criticar porque ellos encontraron al amor de su vida al igual que nosotros.
Las últimas dos historias, realmente han sido una sola y no han sido como las otras. Estoy junto al árbol de navidad leyendo como cada año con mi padre y tan solo abrir el libro me he dado cuenta que no es un libro cualquiera. Doy vuelta para ver la última página del libro en donde está escrita la última nota.
¨Ahora tu deber es pasar esto en generacion en generacion para guardar la historia, nunca dejes de creer en la magia de la navidad¨
Me he quedado meditando por completo, creo que por eso se recibe el libro a esta edad, es más fácil quedarte atrapado en el creer o no creer.
Y yo decido creer y cumplir mi promesa.
27 de septiembre
-Por favor, ayúdame -le suplique al último soldado que me quedaba por preguntar.
-Sabes, estás completamente loco como decían todos, ve la vida real y no una fantasía.
Ya no podía más, pase demasiado tiempo rogando, pero no ha funcionado, tan solo he quedado como un completo loco.
-Disculpa -escucho la voz de alguien atrás de mi, era Brais, uno de los jefes del ejército- Te he escuchado hablar de tu idea de encontrar al famoso Santa Claus.
-Así es señor.
-Bueno, yo también soy un gran creyente de ello -me sonríe- ¿estás tan seguro de poder encontrarlo?
-Claro que sí, señor.
-Entonces te tengo una propuesta, te daré a parte de mis hombres para que te acompañen en cubierto y si lo encuentras, me llevarás con Santa Claus.
Es totalmente loca esta propuesta, pero necesito que me acompañen, para tener testigos, para no perderme y para que me protejan en caso de usar fuerza durante el trayecto en la nieve.
Editado: 07.08.2024