Itori: Recuerdos Perdidos

El Valor de las Palabras

Me senté a observar al sol en su lento recorrido, hecho que normalmente ignoraría, pero que hoy miraba con cierto miedo y esperanza. Las horas pasaban y mi compañero en el cielo se despedía también, mi corazón empezaba a agitarse sufriendo angustiosamente, procuraba alejar cualquier pensamiento desalentador, pero no podía evitar pensar que ella no vendría.

Dos horas después las calles lucían cada vez más desiertas y las pocas tiendas que permanecían abiertas cerraron. No fui consiente de mi propio cansancio hasta que me recosté sobre una pared, no había comido nada en todo el día y mis ojos me rogaban por descanso.

—Creí que no te encontraría. —Comenta nerviosa, su toque ligero en mis hombros me despierta de golpe, no podía creer que ella hubiera venido. Cual resorte me incorporo de inmediato, por un momento sentí el suelo moverse bajo mis pies, pero no me importó.

—Te dije que te esperaría, el día aún no ha terminado, restan algunas horas — respondo con una sonrisa gigante, ignorando el cansancio que parecía haber abandonado mi cuerpo sorpresivamente.

—¿Pretendías esperarme hasta la media noche? Estás loco.

—No estoy loco, te di mi palabra, no podía faltar a ella. De todos modos, me alegra que vinieras... ¿Cómo estás?

Isalia me observa en silencio durante varios segundos, siento su mirada fija como si estuviera analizándome. Después del silencio tenso levanta una comisura con desgano, esboza una sonrisa dolorosa, mi primer impulso es avanzar hacia ella para consolarla, pero retrocede y me rechaza extendiendo su mano.

—Has cambiado mucho, Daniel. Quién lo diría, un niño miedoso que creció para convertirse en héroe, no sé cómo sentirme al respecto, es extraño, pero me alegra que superaras tu miedo, es bueno que al fin pueda verte a los ojos, aunque no puedo dejar de sentir que han pasado muchas vidas desde entonces.

¿Miedo? No entiendo, siento que me estoy perdiendo de algo, ¿será parte de mis recuerdos perdidos?

—Aun podemos ser amigos —sugiero con temor, secuestrando la verdadera pregunta que no soy capaz de pronunciar.

—¿Amigos? ¿Crees que eso es posible? ¿Acaso olvidaste todo lo anterior? —dice con un tono amargo que poco a poco empieza ascender a rabia.

—¿Lo de las cartas? Yo estoy muy apenado por eso, realmente lo siento mucho.

—¿Por qué? ¿Por qué la escribiste?

—Yo...yo no lo sé, fue una época muy confusa, no lo recuerdo muy bien — explico nervioso. Podía parecer mentira o una escusa mal pensada, pero lo cierto era que tras haber sufrido un accidente cuando tenía trece años, muchos de mis recuerdos se habían vuelto confusos y en el proceso perdí una parte de ellos, y si no fuera por una carta que encontré hace tres años tal vez nunca la habría recordado. Aún así ella no parecía contenta con mi explicación.

—¿No lo recuerdas? Esa es toda tu excusa. —reclama furiosa apretando los puños— Bien, entonces tendré que recordártelo: “Niña por qué eres tan molesta, tus cartas son incómodas y mal redactadas, te imagino como un cachorro tratando de llamar mi atención, es horripilante; ni si quiera somos amigos, te respondo esta vez porque estoy cansado de tus cartas, pero agradecería que no volvieras a escribirme. Atentamente Daniel Durand”. ¿Eso te recuerda algo?

—Eso es imposible, yo nunca te diría algo tan hiriente.

No podía ser cierto, incluso cuando perdí la memoria, me era difícil creer que yo podría haber escrito algo como eso.

—Yo tampoco lo creí en un principio, te envié varias cartas preguntándote, pero nunca respondiste, tenía la esperanza de que un día volverías a escribirme para decirme que todo fue un error, pero eso nunca ocurrió. Al final esa palabra de la que tanto presumes no es más que un susurro al viento.

—No recuerdo nada de eso, pero estoy dispuesto a asumir la responsabilidad por ello, se que no puedo cambiar lo que hice en el pasado, y tal vez es demasiado egoísta de mi parte, pero quisiera tener un lugar en tu presente, puedo escucharte y ayudarte cuando lo necesites.

—¿Soy para ti un juguete abandonado que encontraste después de mucho tiempo, y de pronto se convirtió en tu nueva obsesión? Estoy cansada de todo esto, no quiero seguir intentando arreglar mi pasado, es horrible y está roto, prefiero terminar con esto para siempre, es lo que te vine a decir el día de hoy.

—No, me niego, no puedes pedirme algo tan cruel después de todos estos años, no puedes pedirme que desaparezca, necesitas mi ayuda, eso es tan obvio —suelto sin medir mis palabras y me arrepiento de inmediato. Isalia me observa indignada, intento disculparme con ella, pero es demasiado tarde.

—No quiero tu ayuda. Aceptaste que sería mi decisión elegir si después de vernos seriamos dos extraños, esa fue tu palabra. Así que dime, ¿Cuál es el verdadero valor de tus palabras? Si lo prometiste deberías de cumplirlo, al menos esta vez.

Sus palabras me atraviesan cual cuchillos de hielo, mis pensamientos corren en distintas direcciones tratando de encontrar algo que rebatir, pero todo parece una tarea imposible para mí en ese momento, de pronto siento como si llevara una carga muy pesada. Desde aquel día en el tejado las promesas se convirtieron en mi motivo de vida, eran mi ancla a la razón y mi voluntad para no rendirme, pero hoy, años después esas mismas se sentían como cadenas pesadas sobre mis hombros.

—Tal vez fue demasiado, aún es tu cumpleaños ¿no? Lamento haber arruinado este, estoy segura de que los siguientes serán mejores. Feliz día. La noche es fría, deberías de volver a casa. Adiós.

Un ligero calor rozó mi pecho ante su abrazo, fueron solo unos segundos, pero se sintieron reconfortantes, quería que durara más.

Me mira por última vez, y con una media sonrisa se despide definitivamente. Yo, yo solo estoy ahí, congelado, viéndola marcharse, con un nudo en la garganta por todas las palabras que no fui capaz de pronunciar.



#2808 en Thriller
#1489 en Misterio
#5713 en Fantasía
#1187 en Magia

En el texto hay: reencarnaciones, drama, promesas

Editado: 29.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.