Capítulo seis: ¿Es una broma?
Ambos nos miramos y le negamos al padre del joven, pero no pudimos convencerlo de esa estúpida locura, nos dimos cuenta que así va a ser y no hay manera de que eso vaya a cambiar de un día para el otro o menos horas en las que lo conocí.
Era bastante evidente que no lograría cambiar nada, pero de ese modo tendría una respuesta concreta con lo sucedido con mi hermano. Necesitaba una respuesta sincera y autentica, no podía no saber la razón por la que mi hermano murió. Necesitaba la respuesta para lograr seguir adelante con mi vida, para lograr cumplir aquella promesa que yo misma me hice, necesitaba saber la verdad de una vez por todas.
—Comencemos con el trabajo no quiero verte más, niña idiota —Dijo rechinando los dientes mientras agarraba una carpeta del escritorio.
—No me llames así, no es mi nombre —Dije negando mientras tomaba asiento nuevamente en la silla.
Él se levanta con una sonrisa que realmente me asusto y paso como si nada por mi lugar golpeando mi cabeza con la carpeta, frunzo el ceño y él se da cuenta de su “accidente” regresa a mi lado y me abraza acariciando mi cabeza con una sonrisa amplia en su rostro, sus ojos se fijaron en los míos y traté de empujarlo para que me suelte.
Alza las manos y me suelta.
—Lo siento, fue un error… un accidente. ¿Estás bien?
Asiento mirándolo y luego tomo las carpetas para comenzar a leer. Pero él me mira y detiene mi lectura.
—Tu hermano estaba en esta organización, pero… lo siento, él no debió morir, era un buen amigo. Él era de esos que siempre estaban allí… —Lo detuve rápidamente.
—Ya cállate, aliento de sandía, no quiero oír lo que ya sé de mi hermano. Quiero oír lo que no sé de él y si no sabes nada de él mejor no me hables y por favor continuemos con el trabajo. Puede que aún sea una niña pero tengo bien claro lo que quiero —Le dije sin dudar ni una sola palabra de las que salían de mis labios.
—No puedes callarme, soy mayor que tú y soy tu jefe ahora. Así que tú te callas, niña idiota —Dijo Shawn.
Dejo salir de mis labios y garganta carcajadas al oír lo que sale de sus labios sin poder creer lo que ese sandía me estaba diciendo. Él no era mi jefe, era sólo mi compañero de trabajo de ahora en más y presiento que todo esto va a terminar de una manera mala.
Una horrenda manera de la cual nadie se salvara.
— ¿Qué tanto te ríes? ¿Quieres que te pegue de vuelta? —Pregunta con una sonrisa amplia en su rostro y luego niega varias veces—. No puedo creer que lo estabas considerando.
—Jamás podría considerar eso ¿Por qué consideraría eso? ni siquiera quiero trabajar contigo, sandía —Dije mirándolo.
—Claro, lo que tú digas.
Bufo y tapo mi rostro con ambas manos mientras que niego con la cabeza ya que su tontería ya me estaba resultando una falta de respeto para la humanidad entera o por lo menos para los que trabajaban en TBF.
—Realmente eres un idiota.
—Lo mismo digo, no puedes hablarme de ese modo.
Me encojo de hombros y comienzo a leer nuevamente una de las carpetas, el contenido era bastante interesante ya que yo lo había vivido en un momento de mi pequeña vida y ahora que leía las cosas como realmente pasaron mi corazón se caía en mil pedazos no tenía palabras y no tenía ganas y fuerzas de hablar con alguien así que me levanto de la silla y camino a lo que parecía ser el baño, tomo asiento en el suelo y abrazo mis piernas con fuerza mientras millones de lágrimas caían de mis ojos al suelo, el dolor era tan fuerte que no podía ni pensar en lo sucedido… sólo lo revivía una y otra y otras vez.
Oí como alguien entro y se empezó a reír a carcajadas por mi acción, luego se acercó aún más y abrí mis ojos viendo a ese sandía a mi lado, niego varias veces sin poder creer lo que estaba sucediendo y él simplemente me levanto del suelo y tapo mis ojos frunzo el ceño al sentir su gran mano tapando mis ojos, no me gustaba para nada su acción.
— ¿Qué haces? —Pregunté.
—Es el baño de hombres y lo están usando —Me respondió tranquilo.
—Que asco… —murmuré con un tono de voz calmado y una pequeña mueca de asco sobre mis labios.