Emily
Abrí mis ojos lentamente y lo miré esperando que dijera algo, pero en realidad jamás sucedió. Nada salió de sus labios, me resulto extraño ya que él siempre me preguntaba luego de hacer algo como eso.
Me levanté de la cama sin decir nada, no quería decir nada y creo que eso estaba bien. Comienzo a caminar lentamente y me encuentro con mi papá frente a frente con una pequeña sonrisa en su rostro que decía más de mil palabras, a veces no es necesario utilizar palabras por acciones como estas, acciones que realmente valen la pena. Quizás las palabras que saldrían de sus labios no ayudarían para nada en la situación por eso es mejor que no haya dicho nada. Muy dentro de mí pude notar que algo no andaba bien.
Me fijé en sus ojos azules, eran tan azules que me daban escalofríos. Esos ojos que me dejaban tantas preguntas en mi mente que quizás jamás serán respondidas, tengo tantos problemas que no me había dado cuenta antes y ahora que miro sus ojos puedo entender que esas cosas no son tan importantes como pensaba en el principio, todo eso que creía importante se iba acumulando en un pozo oscuro de mi alma que lentamente iba llenando con hechos y hechos que pasaban en mi vida. Pero esos ojos no se volverían parte de eso, esos ojos son los de mi padre… esos ojos por más oscuros y dolorosos que se vean me aman y yo los amo a ellos, no hay manera de pensar algo diferente de ellos ya que no sabría cómo seguir con mi vida si tuviera que olvidar esa mirada que me deja tantos sentimientos en mi interior.
Nos mirábamos el uno al otro, nada más. Se sentía tan bien y real que eso siempre quedara guardado dentro de mi alma y dentro de mi cerebro, no hay manera de olvidarlo. No puedo olvidar nada referido a mi familia. Pero sé que aunque me cueste creer ellos no piensan lo que yo; ellos si pueden olvidarme, ellos pueden hacer que no existo, que jamás existí realmente. Pero no me importa, sé que en algún momento les haré saber lo bien que vivo, lo bien que estoy sin ellos y que nunca me hicieron falta y que ahora no se van a acercar a mí por ser lo que soy. No dejare que se acerquen, no dejare que al verlos con una mirada de perrito triste mi mundo se desmorone, no dejare que me hagan cambiar de opinión… porque sé que estoy orgullosa de lo que soy y de lo que hago que no me importa verlos mal. A ellos no les importo si yo lo estaba, ¿Por qué a mí debería importarme si lo están?
Ya no los considero parte de mi familia, ahora no son más que extraños que puedo llegar a ver por las calles. Pero no me detendré a saludar, no me detendré a mostrar lo bueno que la vida me deparo. Seguiré mi camino con una gran sonrisa en mi rostro, sé que esa será mi arma mortal, una simple sonrisa real de felicidad pura, algo que ellos jamás tendrán porque sólo saben actuar y destruirse mutuamente.
No importa si son o no familia, ellos se destruyen para ver quién es el mejor… no quiero ser parte de esa locura, quiero ser diferente, quiero ser lo que yo quiera ser; no lo que ellos quieren que yo sea. Eso nunca podrán verlo, jamás.
Me preguntaba tantas cosas y sabía que nunca tendré una respuesta de ellos, siempre ocultan cosas. Creo que eso no es una verdadera familia, creo que eso es cagarse el uno al otro sin importar nada, y eso es justamente lo que no quiero para mi vida, yo no seré como ellos.
Pude notar como mi padre quería decir algo, pero nada salía de sus labios. Supongo que ya está convertido en uno de esos extraños, en una de esas tontas marionetas llenas de hilos que eran manejadas todas por la misma persona… Rowan.
Me pregunto si mi madre ya habría caído en ese juego también, la extraño tanto. A veces quiero verla y correr a sus brazos como cuando era una niña… no es que no sea una niña mimada. Recuerdo que no era así cuando era una.
Me dio mucho miedo al oír como mi madre me decía que me fuera de la casa, ese recuerdo siempre estará en mi mente, no quiero que aún me siga odiando… ¿alguna vez me habrá amado realmente? ¿Qué pesaba de mí al ver mi rostro todos los días?
Tenía tantas preguntas que hacerle que seguro cuando la encuentre no las recordare, o no tendré el valor suficiente para poder decirle lo que siento… o un simple “Te amo”.
—Tienes que encontrarla —Susurró mi padre mirando mis ojos en la busca de una respuesta concreta acerca de lo que me había dicho.
Me di cuenta que me había hablado pero yo no lo oí en ningún momento, no oí nada de lo que me había dicho por estar pensando en mis sentimientos más oscuros de mi interior; esos sentimientos de los que no me siento orgullosa de tener, de esos sentimientos encontrados, de esa locura que sacude todo mi interior.
No puedo dejar de pensar en todo lo que sé, no sé qué hacer con todo. ¿Debo decirlo?, ¿Callar? Podría tener otras preguntas pero no sabría cómo preguntarlas, estoy tan confundida… no sé en quien debo creer, no sé cómo continuar, creo que no sé nada y lo poco que puedo saber me está destruyendo internamente.