Jamais Vu ~ Seokjin - Yoongi ✓ Resubiendo

4. Cruel Destino

𝑴𝒊𝒏 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒈𝒊

 

Es lunes y una vez más estamos llegando tarde a nuestra junta semanal, pero en esta ocasión no es a causa de Jimin, si no mía. La verdad no me siento con ganas de nada y eso incluye no querer ir a la agencia solo porque a mí se me da gana, punto. Me levanté extremadamente tarde e iba maldiciendo a diestra y siniestra.

Vamos directo a Big Hit treinta minutos después de la hora acordada, y los chicos no pueden decirme nada, les intimida que de un momento a otro despotrique todos mis malestares sobre ellos.

La agencia es un gran edificio lleno de ventanales y muchas oficinas, por ello mismo no podemos llegar nunca por la parte frontal, así que tomamos una calle aledaña y entramos de lleno al estacionamiento subterráneo. Una vez en el parking subimos al elevador hasta el segundo piso donde se encuentra ubicada las salas de junta. Caminamos con pasos largos para llegar a nuestro destino, cuando nos quedamos paralizados a la mitad del pasillo por la persona que se encuentra afuera de la "Sala de juntas 2".

Es Bang Shihyuk.

Inmediatamente nuestros cuerpos reaccionan como uno solo y saludamos con una reverencia de noventa grados. El hombre está de brazos cruzados y nos observa con ganas de querer asesinarnos. De inmediato bajamos la mirada.

—No es de extrañar su impuntualidad, pero ¡¿Creen que tengo todo el tiempo del mundo?! ¡¿Acaso no son profesionales?! ¡¿Siguen creyendo que esto es un juego?! —Levanto el rostro una milésima de segundo, al hablar de esa manera tan firme sus facciones lo hacen ver unos cuantos años mayor de lo que es —¡¿Ahora de quién es la culpa de que llegaran tarde?!

Bien, el cuestionamiento va directamente dirigido a mi persona, y mi orgullo, por más que el resto de los chicos no quieran decir nada para no delatarme, me grita que lo mantenga intacto.

Tomo una bocanada de aire y articulo palabra con un temblor en mi boca.

—Lo siento, fue mi culpa —Todos yerguen levemente la espalda al escuchar mi voz. Sí, es extraño que yo sea el primero en hablar, pero no me escondería como un cobarde cuando soy consciente de que la falla es solo mía.

Agacho la mirada y espero a que llegue la reprimenda... pero eso no sucede. En su lugar, un suspiro emana de nuestro contrario y todos nos atrevemos a mirarlo.

—El discutir queda de sobra, solo entren a la sala y esperen a que regrese. Alguien que  llegó puntual tiene rato esperando en mi oficina y es de mal gusto hacerle eso a la gente —Mantiene los ojos cerrados y frota el puente de la nariz con sus dedos pulgar y medio de la mano derecha, mientras que la otra la mantiene en su cintura. Da la impresión de que está conteniendo su enfado. Sin más, pasa a nuestro lado desapareciendo por el pasillo.

Todos soltamos la respiración y entramos a la sala a sentarnos en nuestros sitios habituales alrededor de la mesa rectangular situada al centro de la sala. Nadie se arriesga a decir palabra alguna por los primeros veinte minutos, aunque eso no deja de lado el hecho de que me miran por el rabillo del ojo.

Aburrido y cansado de este silencio me recuesto en el respaldo de la silla y una vez más la imagen de esa joven viene a mi cabeza. Desde el día anterior no dejo de pensar en ella, en todo momento importuna mis pensamientos. Tal vez esa sea la razón por la que me encuentro de pésimo humor.

Después de tanto meditar llego a la conclusión que sería una locura que tomara venganza por una niña. Ella no es nadie para sacarme de mis casillas.

<<Sí, eso haré
Solo deseo de todo corazón no topármela de nuevo nunca más>>

Mis cavilaciones se esfuman cuando la entrada se vuelve a abrir después de cuarenta minutos (es la venganza de Bang Shihyuk por dejarlo esperar). Todos nos paramos de nuestro lugar arrastrando las sillas y produciendo un ruido sordo con ellas.

Nuestro CEO se queda parado en la puerta y la mantiene abierta.

—Chicos, les quiero presentar a su nueva Agente de Viajes. Ella estará con nosotros para poder coordinar sus viajes al extranjero, sus giras y en cualquier otra eventualidad —Termina de decir aquello y saca un poco su cabeza de la sala, invitando a alguien a pasar.

El sonido de unos pasos son los únicos en escucharse. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... seis son pasos que da esa persona para encontrarse de cara a nosotros.

Generalmente las personas se sorprenden al vernos, porque somos figuras públicas y muy conocidas, o se emocionan más de la cuenta al saber de antemano quienes somos; sin embargo, esta persona conserva un rostro hermético. Puedo decir que hasta se le ve aburrido.

—Hola buenos días, me llamo Alexandra Castellan, mucho gusto en conocerlos —Da una leve inclinación y acto seguido nos recorre uno a uno con su mirada. Yo soy el último a quien observa, pero algo en ella me molesta.

Es una chica, y no existe duda alguna ya que todos la miramos con ojos sorprendidos. No es muy alta, para ser exactos debe medir menos que yo, su tono de piel no es para nada pálido como las típicas chicas de aquí, su cabello es corto y de un negro azabache intenso. Tampoco es tan delgada pero su figura se ve bastante bien. Sus orejas desprenden pequeños y sutiles brillos ¿Perforaciones tal vez? sí, bastantes para ser exacto y unos fanales que logran marearme en un segundo.

<<Esos grandes y expresivos ojos café ya los he visto...>>

Por fin, logro comprender la situación.

Es ella.

Esa chiquilla que me hizo pasar un momento que jamás olvidaría en mi vida.

Esa chiquilla que no deja de estar en mi mente.

Esa chiquilla poseedora de uno de los mejores pianos de todo el mundo.

Esa chiquilla a la que jamás quería volver a ver.

 

Me río fuerte para mis adentros

 

<<Al parecer la vida me odia más de lo que yo mismo creí>>



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En el texto hay: fanficbts, seokjinbts, yoongibts

Editado: 11.10.2021

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