𝑨𝒍𝒆𝒙
—Adelante, puedes comer todo lo que quieras —Sentado frente a mí, Seokjin me invita de la comida que la amable señora nos ha dejado en la mesa —¡Gracias por la comida!
Después de subirme a la camioneta y tratar de mantener mi boca cerrada para no retractarme por lo que estaba haciendo, terminamos llegando a un pequeño local de comida, no muy lejos de la agencia. El lugar es sencillo y nada extravagante. Me es extraño que continúe abierto a estas horas de la noche.
Al parecer mi acompañante es cliente frecuente del lugar, ya que la señora de edad avanzada lo recibe con un enorme y fuerte abrazo.
—Gracias... por la comida —Frente a mí hay comida que no me es desconocida, pero hoy por alguna razón se ve más apetitosa. Pastelitos hechos de arroz bañados en salsa picante llamados tteokbokki, odeng, mandu, delicioso ramen y obviamente dos botellas del ya conocido y fuerte soju.
Salivando un poco empiezo a comer.
<<¡En verdad que está delicioso!>>
Comemos sin decir nada y para mi es más que agradable, ya que al vivir sola por tanto tiempo me acostumbre al silencio, pero pasados casi veinte minutos, Seokjin habla por lo bajo
—Supongo que hoy fue un día especial, ya que dejaste a un lado tus poleras y tus deportivos —Elevo un poco las cejas —No me malinterpretes por favor, no digo que como estas vestida ahora no te veas bien, al contrario, te ves muy bonita, pero me gusta que tu estilo sea más cómodo porque se ve que tu estas a gusto.
Su comentario ha sido un poco incómodo pero trato de no verme afectada.
—Hoy sí fue un día "especial" —Enfatizo las comillas levantando mis manos encima de mi cabeza —Fue la primera vez que presenté mi trabajo como tal ante la agencia. Me gusta vestirme casual, aunque no se note —Escaneo a mi acompañante y noto que él hace lo mismo.
—Hablando de tu presentación... ¡Woah! ¡Fue realmente genial! —Inesperadamente comienza a aplaudir en alto, tanto, que la dueña del lugar nos observa curiosa —Jamás habíamos recibido tanta información como la que nos mostraste —Levanta su pulgar en señal de aceptación. —Supongo que fue muy difícil hacer todo lo que hiciste: el viajar, planear, organizar y todo eso, habrás terminado bastante cansada.
—Claro que fue cansado pero nada que no haya hecho antes —Elevo los hombros para restarle importancia.
<<¿Por qué sigo respondiendo todo lo que me pregunta?>>
—En la información que nos entregaste en la mañana, me di cuenta de que el Hotel en el que nos hospedaremos es muy bonito y queda en una zona céntrica, ¿Ya lo conocías?
Veo a Seokjin agachar la mirada a su ramen y mi cerebro por fin capta la situación. Este niño sutilmente está tanteando el terreno al hacerme pequeñas preguntas. Puedo decir que se está esforzando demasiado en no alterarme.
Inesperadamente, me siento bastante cómoda al querer responder.
—Trabajé en ese hotel por un tiempo. Puede decirse que fue mi primer empleo formal.
—¡¿De verdad?! —Asiento como respuesta —¡Increíble! No imagino verte trabajando en un Hotel, pero... ¿Qué pasó? ¿Por qué no continuaste trabajando?
<<Curioso. Seokjin es demasiado curioso...>>
—Encontré una mejor oferta de trabajo. Me convertí en Agente de Viajes —Recordar nuevamente eso, hace que me ponga nostálgica, pero claramente no dejaré que Seokjin me vea en tal estado —Fue repentino pero si no fuera por Richard, te apuesto que no estaría aquí.
—¿Richard? ¿Quién es Richard? —Inquiere con demasiada presión en su voz.
—Es mi jefe, ¿Cómo debería decirlo? —Pienso por un segundo para que pueda entenderme de manera fácil—Aquí en Corea mi jefe directo es el señor Bang, él puede rescindir de mi contrato en el momento que quiera siempre y cuando no cumpla con lo estipulado en el mismo; pero Richard es el jefe que me supervisa desde la empresa sede —Una mirada de confusión cruza su rostro y trato de hacer la explicación más sencilla —Básicamente, el señor Bang se comunica con Richard para decirle si hago o no un buen trabajo.
—Entonces... Si no haces un buen trabajo aquí... ¿Te despiden así, sin más?
—Así es —Agradezco que haya comprendido, no me gusta explicar las cosas dos veces.
—¡Vaya! Realmente es complicado —Lo veo rascarse un poco la cabeza y analizando cada palabra.
—Lo es, pero no me preocupo. En todo lo que llevo trabajando con él, no he cometido ningún error y no planeo hacerlo.
<<Sin Richard no sé qué sería de mí en estos momentos>>
—Hablas de él como si le debieras la vida —El rostro de interés no cambia en Seokjin en ningún momento.
—Para ser honesta le debo mi vida. Él fue la persona que confió en mí cuando yo... —Mis grandes ojos escudriñan la cara de mi compañero y reacción solo un microsegundo tarde. <<¡Mierda Alex! ¡Deja de hablar de cosas estúpidas!>> ¡Por dios! Un segundo más y hubiese metido por completo la pata.
El silencio vuelve a reinar mientras continuamos cenando.
—A leguas se ve que no eres para nada coreana —El chico frente a mí se atreve a romper el silencio y no estoy muy segura si es o no una buena idea —¿Tu país está muy lejos de aquí? —Esos pequeños ojos me observan de soslayo —No tienes que contestar si no quieres, solo que me intriga un poco la razón por la que tu empresa te envió hasta acá, con nosotros.
¡Sus orejas se tornaron completamente rojas! Una tonta risa quiere salir de mis labios pero mantengo la postura intacta.
—Bastante lejos, yo soy de (t/p) _______ y para mi empresa es una gran oportunidad. No podíamos desaprovecharla. Se pudo haber hecho todo el trabajo desde la sede en California, pero la empresa pidió específicamente que viniera, ya que soy la única que se hace cargo de los clientes internacionales —No quise sonar presuntuosa, pero solo dije la verdad.