Jardín secreto

Capítulo 5: Días Ocultos

Los días pasaron lentamente mientras Imara continuaba ayudando a Malik en secreto. Sus encuentros en el jardín se convirtieron en algo cotidiano. Imara disfrutaba de la compañía de Malik, y él apreciaba profundamente su generosidad. Compartían historias, sueños y esperanzas bajo el manto del jardín secreto.

Una tarde, mientras Imara llevaba una bandeja de comida a Malik, él la esperaba con una sonrisa.

—No sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí, Imara. —dijo Malik, tomando su mano con gratitud.

—No tienes que agradecerme. Estoy feliz de ayudarte. —respondió ella, sonriendo.

Sin embargo, la constante preocupación de mantener en secreto la presencia de Malik comenzaba a afectar a Imara. Sus padres notaban su comportamiento extraño y su creciente aislamiento. Un día, su padre decidió confrontarla.

—Imara, hemos notado que te has distanciado de nosotros. ¿Qué sucede? —preguntó su padre, con un tono de preocupación.

Imara sabía que no podía seguir ocultando la verdad. Decidió confiar en sus padres una vez más.

—Papá, mamá, hay algo que debo contarles. —dijo con firmeza—. Encontré a un joven llamado Malik en nuestro jardín secreto. Sus padres lo expulsaron porque no quería casarse. Le he estado ayudando, y no podía abandonarlo.

Sus padres se miraron entre sí, sorprendidos por la revelación. Su madre fue la primera en hablar.

—Imara, apreciamos que nos hayas contado la verdad. Entendemos que querías ayudarlo, pero necesitamos pensar en la mejor manera de manejar esta situación. —dijo con serenidad.

El padre de Imara asintió y añadió.

—Debemos conocer más sobre Malik y sus intenciones. Hablaremos con él y decidiremos juntos qué hacer.

Imara sintió alivio al ver que sus padres estaban dispuestos a escuchar y comprender. Esa noche, cuando volvió al jardín, le contó a Malik lo que había ocurrido.

—Mis padres quieren conocerte y hablar contigo. Están preocupados, pero también quieren ayudarte. —dijo con una mezcla de esperanza y preocupación.

Malik asintió, agradecido por la oportunidad de explicar su situación.

—Haré lo que sea necesario para ganarme su confianza. —respondió con determinación.

Así, el secreto de Malik estaba a punto de salir a la luz, y con él, nuevas decisiones y desafíos se presentarían en sus vidas.

Capítulo 6: Condiciones de Confianza

La noticia de la presencia de Malik en el jardín secreto había sorprendido a los padres de Imara. A pesar de su desconfianza inicial, decidieron permitir que Malik entrara en el castillo. Quisieron conocerlo mejor, pero con una condición clara: él debía cuidar de Imara y protegerla de cualquier peligro.

Esa noche, después de una cena tensa, el padre de Imara llevó a Malik a la sala principal para una conversación seria.

—Malik, comprendemos que has pasado por mucho y agradecemos tu sinceridad. Sin embargo, necesitamos asegurarnos de que nuestras decisiones sean seguras para nuestra hija —dijo el padre de Imara, con un tono firme pero justo.

Malik asintió, mostrando su respeto y entendimiento.

—Lo entiendo perfectamente, señor. Haré todo lo posible para ganarme su confianza y demostrar que mis intenciones son sinceras —respondió Malik con determinación.

El padre de Imara hizo una pausa antes de continuar.

—Te dejaremos quedarte aquí, pero solo bajo una condición: debes cuidar de Imara y protegerla de cualquier cosa. Su seguridad y bienestar son nuestra mayor prioridad. ¿Entendido?

Malik asintió de nuevo, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros.

—Entendido. Pueden contar conmigo para proteger a Imara. No los defraudaré.

La madre de Imara, que había estado observando la conversación, se acercó a Malik y puso una mano sobre su hombro.

—Te damos la oportunidad de quedarte, Malik. Pero recuerda, estamos confiando en ti con lo más preciado que tenemos. No traiciones nuestra confianza —dijo con suavidad, pero con firmeza.

Con la bendición de los padres de Imara, Malik se quedó en el castillo. Imara, agradecida y aliviada, continuó pasando tiempo con él, aunque ahora ya no en secreto. Cada día, ella le llevaba comida, sábanas y libros, y pasaban horas hablando y compartiendo historias.

A medida que los meses pasaban, los lazos entre Imara y Malik se fortalecían. Imara le mostraba los rincones más ocultos del jardín y le contaba sobre sus sueños y miedos. Malik, por su parte, compartía sus propias experiencias y promesas de un futuro mejor.

Sin embargo, los padres de Imara notaban su creciente aislamiento y decidieron hablar con ella nuevamente.

—Imara, hemos visto que has estado más distante. Queremos asegurarnos de que estés bien y de que Malik esté cumpliendo con nuestra condición —dijo su madre, con preocupación.

Imara miró a sus padres y sonrió.

—Estoy bien, mamá, papá. Malik ha sido un gran apoyo y ha cumplido su promesa de cuidarme. Confío en él y espero que ustedes también puedan hacerlo pronto —respondió con sinceridad.




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